El recién llegado se quedó mirando a Reutilio con una sonrisa burlona ante la pregunta que le acababa de hacer. Sabía muy bien que el niño Reutilio no era su hijo, porque él no podía tenerlo. Pero no le dijo nada; se conocen desde el orfanato y sabe de lo que es capaz. No le tiene miedo, pero tampoco desea provocarlo.
—No, nadie habla nada —respondió mientras se dejaba caer en un viejo sillón y abría una cerveza—. El chico que le puse la bomba resultó ser hijo del ex senador Camilo Hidalgo, ¿lo sabías? —¿De veras? —se asombró Reutilio, mirándolo fijamente—. No, no lo sabía. Quizás por eso todo se fue al traste. La chica que se escapó era su hermana gemela, así que también es hija del senador Hidalgo. ¡Maldición! Nunca debí aceptar colaborar con Miriala, y mucho menos con laEn muchas ocasiones escuchamos la frase "la justicia es ciega." Se utiliza para expresar la idea de que la justicia debe ser imparcial y no debe favorecer a ninguna de las partes. En teoría, la justicia debería aplicarse de manera objetiva, basada en hechos y leyes, sin prejuicios ni discriminación.¿Qué pasa si quien debe implementar la justicia, en verdad, está cegado por el dinero?La justicia es un principio fundamental en las sociedades. Es el equilibrio y la imparcialidad en la aplicación de normas y leyes para garantizar el respeto de los derechos y la igualdad de todas las personas. Busca asegurar que las personas sean responsables de sus acciones y que se les impongan las consecuencias apropiadas cuando infringen la ley o causan daño a otros.En el despacho del juez general, se encontraba frente a él el criminal más buscado del momento en el país. ¿Cóm
Marlon, sin inmutarse, mantuvo su mirada fría y penetrante, continuando con el mismo tono de voz helado y letal. —¿Eso crees? ¡Ya los encontré a todos! Tu tiempo de manipulación y violencia ha llegado a su fin, Reutilio. La justicia prevalecerá y pagarás por tus crímenes. No permitiré que me arrastres a tu nivel de depravación y odio. Mi fuerza radica en la verdad y en el amor que siento por mi familia. Ese amor me ha dado la fortaleza para enfrentarte y poner fin a tus acciones destructivas —Marlon sonrió con frialdad—. ¿Sabes cuál será tu peor castigo y mi venganza? No es mandarte a la silla eléctrica pronto, no. Vivirás para ver lo felices que somos el resto de nuestras vidas; renaceremos como si fuéramos aves Fénix. Gracias por tu ingenioso negocio. Me diste los hijos que jamás imaginé tener, y los haré ho
Clavel y Félix se habían sumergido por completo en la noble labor de ayudar a los aparecidos a encontrar a sus familiares, dejando en un segundo plano, casi como un tema relegado, su propio problema de infertilidad. Con el tiempo, su deseo de ser padres había pasado a ser una sombra lejana, eclipsada por el fervor y el sentido de propósito que les brindaba esta nueva misión, convirtiéndose en un bálsamo para sus almas adoloridas.Mientras tanto, María Luisa, la hermana menor, había vivido su embarazo con alegría y serenidad en la imponente hacienda de sus padres, un lugar que había elegido para encontrar la compañía y el apoyo de su familia. Durante esos meses, había aprendido a apreciar la calidez del hogar que, poco a poco, la aceptaba junto a su hermano. La intimidad y el amor de su entorno mitigaban cualquier trazo de sus antiguas inseguridades, llenando su corazón de un
Los seres humanos tendemos a ser más pragmáticos y, a veces, olvidamos apreciar los milagros que ocurren a nuestro alrededor, tanto en la naturaleza como en nuestras vidas cotidianas. A menudo, nos acostumbramos a la belleza y la complejidad del mundo que nos rodea, dejando de sorprendernos ante las maravillas que suceden a diario. Sin embargo, si observamos detenidamente, descubriremos que la naturaleza está repleta de fenómenos asombrosos y extraordinarios. Desde el florecimiento de una flor hasta el nacimiento de una nueva vida, desde el ciclo de las estaciones hasta la imponente fuerza de los océanos, la naturaleza nos ofrece una abundancia de milagros en cada rincón del planeta.Además, en nuestras vidas personales, encontramos ejemplos de milagros que nos han sucedido. Pueden ser momentos de conexión profunda con seres queridos, superación de obstáculos aparentemente insuperables, recuperaciones d
Clavel y Félix se miraron con infinito amor, ese amor profundo que solo puede surgir después de haber superado juntos tantas pruebas. Sabían que el camino que tenían por delante estaría lleno de desafíos, temores y momentos de incertidumbre, pero también de esperanza, valentía y fortalecimiento mutuo. Este pequeño milagro que latía en el vientre de Clavel era un recordatorio de que los sueños, incluso los más anhelados, pueden hacerse realidad. Era la prueba palpable de que el amor, cuando es verdadero, puede superar cualquier obstáculo.—Déjame llevarte en una silla de ruedas —pidió Félix, casi suplicante, con preocupación reflejada en sus ojos.Clavel, siempre firme y con una sonrisa orgullosa, estuvo a punto de negarse. Sin embargo, al notar la genuina inquietud de su esposo, susurró un suspiro resignado y finalmente se sentó o
El señor Rhys permaneció inmóvil, observando con detención a su nieto, impactado por la intensidad con la que Marcelo hablaba. Las palabras del joven, cargadas de emociones y recuerdos profundos, brotaban como un torrente incontrolable. La devoción y admiración que sentía hacia Marlon tocaban lo más hondo del abuelo, quien no pudo evitar sentirse conmovido.—No puedo imaginar las atrocidades por las que has pasado, mi nieto —dijo finalmente el señor Rhys, con voz temblorosa, intentando procesar todo lo que acababa de escuchar—. Pero quiero que sepas que entiendo esa conexión tan especial que tienes con tu padre. No me malinterpretes, mis hijos me aman, pero... esa devoción que sientes por él... es admirable.Marcelo negó rápidamente con la cabeza, impulsado por la necesidad de aclarar sus sentimientos.—No, abuelo, por favor, no te disculpes &mdash
El joven Marcelo tragó saliva, como si al hacerlo intentara deshacerse de la amargura que subía por su garganta.—Fue la mejor noticia que podía escuchar. Estaba todo ensangrentado en el piso. Reutilio siguió pegándome e insultándome, furioso… —no se detuvo, hablaba casi en un susurro tenso—. Me gritó porque no lloraba, abuelo. Quería que me quebrara, pero no lo hice.Marcelo se enderezó un poco, mirándolo directamente, con un destello de orgullo silencioso en los ojos que contrastaba con el dolor en su rostro.—¿Sabes lo que me dijo, abuelo? —continuó, casi escupiendo las palabras—. “¡Eres orgulloso igual que tu padre! ¡Pero como le hice a él, te haré a ti! ¡Acabaré con todos los Rhys!”Aquellas palabras, cargadas de odio, resonaron como un eco en la mente del abuelo, pero Marcelo no se
Un sollozo se escapó justo al terminar, mientras se abrazaba a él mismo. Rhys quiso interrumpirlo, reconfortarlo, pero supo que debía darle tiempo para liberar aquella carga. —Cuando crecí un poco más… me di cuenta de que necesitaba pruebas para convencerlos de que decía la verdad. —Marcelo alzó la cabeza, con el rostro marcado por la determinación—. Entonces comencé a recopilar todo lo que podía sobre papá, sobre ustedes, la familia Rhys. Yo sabía que tú sangre corría por mis venas, y no iba a permitir que nadie me quitara eso. Ni él, ni su odio, ni nada. ¡Yo era un Rhys! —afirmó con una convicción que estremeció al anciano. —¡Lo eres, mi nieto! ¡Eres un Rhys! —aseguró su abuelo conmovido hasta el alma, emocionado al ver la entereza de su nieto al reivindicar su