— Esta es toda la información que poseemos de Diego Petrucci - Maximus tomó la carpeta, no era la primera vez que mandaba a investigar al hombre, pero todas las veces había fallado, nunca encontraban una información detallada acerca de aquello que Diego Petrucci buscaba, antes de que Maximus abriera la carpeta Julieta abrio la puerta los hombres se habían puesto firmes agachando la cabeza ante la mujer. — Pueden salir, tengo asuntos que tratar aquí - los informantes salieron, la mirada de Maximus, aquella fascinante mirada que le dedicaba a Julieta genero cierta satisfacción en ella, extrañaba que él la mirase de esa manera, extrañaba que él se la comiera con los ojos. — Ven, siéntate aquí - Maximus golpeó sus piernas, pero Julieta solamente había levantado una de las cejas. — ¿Es necesario sentarme allí? - Fue la pregunta realizada por Julieta aunque venía acompañada de una pequeña sonrisa, antes de que pudiera decir algo más, Maximus se había puesto de pie la tomó de las manos e
Maximus le había depositado un pequeño beso en la nariz a Julieta, ella sentía sus mejillas aún calientes por las palabras expresadas por Maximus, la mujer es consciente de que el hombre es peligroso y tal parece que ahora era aún más peligroso. — ¿Estás dispuesta a ser la Dama de la Mafia, Julieta Cerroni? - Msximus aspiró profundamente la fragancia de la mujer logrando estremecer el cuerpo de ella, Julieta había sonreído mínimamente, meses atrás no le había dicho que estaba dispuesta a todo por él y ahora tenía la oportunidad de hacerlo. — Por supuesto que estoy dispuesta a ser la Dama de la Mafia - Fue la respuesta de la pequeña mujer que sentía las manos del hombre deslizándose lentamente por su espalda. — Entonces ¿Aceptas ser la Esposa de Maximus Ferran, el líder de la Mafia Europea? - la voz del hombre hizo que Julieta cierre los ojos, su manera de expresar las palabras tenía un encanto especial. Julieta había dado la vuelta su pequeño rostro hizo que sus miradas se encuent
Julieta había ido a su entrenamiento habitual, mientras el hombre se había quedado en aquella habitación, pero aquello había sido por muy pocos minutos, puesto que después Maximus se había puesto de pie sus pasos eran sigilosos, algunas mucamas se habían cruzado con él, las mujeres todas las que servían a aquel grupo Organizado pertenecen a la orden Criminal algunas conocen a Maximus, pero otras no; sin embargo, ninguna pudo evitar no sonrojarse ante el respetable hombre que estaba pulcramente vestido con un traje hecho a medida, sus pasos se detuvieron al escuchar un pequeño quejido que llamó por completo la atención del hombre. Su mirada eran penetrante, su corazón late con fuerza al escuchar otro grito emitido de la habitación cuya puerta se encontraba a unos pasos de él, Maximus no dudo en introducirse en la habitación. — Señor - la niñera se había asustado mientras Maximus observo las pequeñas piernas de un bebé pateando con fuerza, sus pequeños puños estaban fuertemente cerrad
Vamos nena ven con papá - Maximus se encontraba jugando con Alicia, la pequeña princesa que vestía con el conjunto de osito, cautiva por completo la atención de su padre, su sonrisa se escuchaba con demasiada ternura que Maximus se rindió ante él encantó de su hija, entonces el pequeño auto a control había chocado por su pie, Julieta estaba guiándolo cuando bajo la mirada se había encontrado con otro niño vestido de oso. Alicia había gruñido cuando Maximus cargó en brazos a Alessandro, aquello impulsó a Alicia a pararse, decir que a Maximus se le caía la baba al ver los primeros pasos dados por su hija no era exagerado, cada instante con sus ojos eran momentos felices, momentos llenos de paz, Julieta tenía una hermosa sonrisa al observar como sus pequeñas y cortas piernas avanzan hacia ella, por supuesto que tres pasos después y Alicia había vuelto a caer, entonces el pequeño Alessandro también había empezado a patalear en los brazos de su padre, mientras Julieta llegaba junto a ello
— Vamos nena ven con papá - Maximus estaba fascinado por los pequeños pasos dados por Alicia que sonreía mientras quería alcanzar a su padre, el hombre había llegado junto a su hija para cargarla en brazos, a lo lejos observo la pequeña figura que venía entrando al área de protección Julieta tenía el rostro sonrojado y las manos vendadas además de dos armas en sus costados. La mujer se veía hermosa, Alicia quería alcanzar a su madre, pero Maximus no se lo había permitido, se había llevado a la niña junto a su hermano, de hecho Alessandro acababa de despertar. — Papá - balbuceo el pequeño niño mientras realizaba el intento de colocarse de pie para acercarse a su padre, de hecho lo había logrado, Maximus Ferran estaba orgulloso de sus pequeños hijos, a ambos los había cargado en brazos y se acercó en la ventana de allí se tenía un panorama perfecto de la base, el ambiente era perfecto, los niños en los brazos de su padre estaban felices, entonces ante aquella calma Maximus se percató d
Los rayos del sol iluminan y crean una perfecta combinación con los ojos verdes de los mellizos, Alicia tenía la apariencia de una pequeña princesa con aquel hermoso vestido aunque la niña parece delicada tenía bastante apego por el color negro razón por la cual su vestido para el festejo de su primer año de vida era de color negro la pequeña princesita de Maximus Ferran se había echado una rabieta desde el primer momento en que lo había visto supo que lo quería, Alicia dejaba indicios de que en el futuro sería alguien muy dominante y aquello enorgullece a Maximus, la niña no dejaba dudas de quien era hija. Mientras que Alessandro se inclinaba por el color Marron el pequeño Príncipe de la Mafia adoraba el color marron, de hecho todos sus peluches eran de aquel color, ambos niños eran tan adorables, y aquella fecha era sagrada para el Líder de la Mafia Italiana, para Maximus Ferran no había nada más importante que sus hijos y su mujer, en su corazón aún siente pesar por el hecho de qu
Julieta llegó junto a su hijo y cargo en los brazos el pequeño cuerpo de Alessandro, de su boquita sale un líquido que parece ser espumoso, una lágrima se asoma en los ojos de ella, el labio interior de Julieta había temblado, rápidamente las pequeñas manos del niño se sienten frías, Maximus se quedó en su sitio petrificado aun sin poder reaccionar, el mundo del Líder de la Mafia más poderosa se detuvo, ni siquiera sentía como seguía manteniéndose de pie, había bajado a Alicia. Solo el grito de Julieta hizo que el hombre reaccionará, aquel grito que estremeció por completo a los Guardaespaldas que estaban cerca, el grito había asustado a Alicia, que lloró desconsoladamente ante la reacción de su madre, Maximus bajo la vista hasta su hija, el hombre la cargo, pero la niña no dejaba de llorar, Leticia entró de manera inmediata seguida por Alessio, la imagen era fuerte, tan fuerte que incluso el médico había quedado impactado, Maximus estaba con Alicia en brazos, Julieta sostenía el peq
Una paloma llegando con una rosa blanca, todo se detuvo cuando los presentes en aquella capilla observaron como el ataúd fue al sitio correspondiente, donde los sueños de ver a un apuesto niño convertirse en joven, líder y señor de todo lo que significa la Mafia se convierten en un sueño imposible de alcanzar, su encanto y su dulzura aún se conservan en sus mentes, los subordinados tienen la sangre helada, 3 días de duelo, 3 días en donde la Base de la Mafia Italiana estaba como agua mansa, los enemigos estaban brindando pensando que el Rey estaba destruido, en partes lo estaba, Maximus Ferran estaba destrozado, pero su crueldad estaba desatado. Había leído el Libro de la Saga Sombras, leyó línea por línea el dolor de Edan DuPont al ver sin signos de vida el cuerpo de su Primogénito, la diferencia era que el mundo Sobrenatural era un misterio y era la Gloria; sin embargo, la tierra y la Mafia eran distintas, no hay poderes, no existe la supremacía del Poder de la Vida sobre la Muerte