Julieta llegó junto a su hijo y cargo en los brazos el pequeño cuerpo de Alessandro, de su boquita sale un líquido que parece ser espumoso, una lágrima se asoma en los ojos de ella, el labio interior de Julieta había temblado, rápidamente las pequeñas manos del niño se sienten frías, Maximus se quedó en su sitio petrificado aun sin poder reaccionar, el mundo del Líder de la Mafia más poderosa se detuvo, ni siquiera sentía como seguía manteniéndose de pie, había bajado a Alicia. Solo el grito de Julieta hizo que el hombre reaccionará, aquel grito que estremeció por completo a los Guardaespaldas que estaban cerca, el grito había asustado a Alicia, que lloró desconsoladamente ante la reacción de su madre, Maximus bajo la vista hasta su hija, el hombre la cargo, pero la niña no dejaba de llorar, Leticia entró de manera inmediata seguida por Alessio, la imagen era fuerte, tan fuerte que incluso el médico había quedado impactado, Maximus estaba con Alicia en brazos, Julieta sostenía el peq
Una paloma llegando con una rosa blanca, todo se detuvo cuando los presentes en aquella capilla observaron como el ataúd fue al sitio correspondiente, donde los sueños de ver a un apuesto niño convertirse en joven, líder y señor de todo lo que significa la Mafia se convierten en un sueño imposible de alcanzar, su encanto y su dulzura aún se conservan en sus mentes, los subordinados tienen la sangre helada, 3 días de duelo, 3 días en donde la Base de la Mafia Italiana estaba como agua mansa, los enemigos estaban brindando pensando que el Rey estaba destruido, en partes lo estaba, Maximus Ferran estaba destrozado, pero su crueldad estaba desatado. Había leído el Libro de la Saga Sombras, leyó línea por línea el dolor de Edan DuPont al ver sin signos de vida el cuerpo de su Primogénito, la diferencia era que el mundo Sobrenatural era un misterio y era la Gloria; sin embargo, la tierra y la Mafia eran distintas, no hay poderes, no existe la supremacía del Poder de la Vida sobre la Muerte
— El niño ha sido enterrado, señor, pero debe de tener cuidado, Maximus Ferran no va a dejarlo ir tan fácilmente, aunque por ahora el hombre está destrozado, según nuestros informantes moverá sus piezas en 30 días, la pérdida de su hijo lo deja por el suelo. — Él ni siquiera se dará cuenta de que yo tuve algo que ver y en 30 días quizás ya no lo cuente porque planeo ir por su cabeza ¿Has eliminado los inicios de que los que asistieron a la fiesta de sus hijos y yo tuvimos una reunión? - Diego se encontraba bebiendo una copa de Whisky, en sus ojos se observaba plena satisfacción, su mente tenía claro de que la muerte de Maximus era un hecho aprovechando este desequilibrio que lo deja con ventajas a él. — Se ha eliminado todo rastro de aquel encuentro señor, todo queda claro en que el veneno fue una fórmula creada por la Familia Novoa en Francia, pero nunca se sabrá que quién le dio uso fue usted. — Perfecto, Maximus en silencio empecé a destruirte y no voy a parar hasta lograrlo por
Al día siguiente todos los reportes dejan por el suelo al Grupo Petrucci, y un escrito de un corresponsal en especial lo había destruido, los inversionistas de dicho Grupo habían puesto en ventas sus acciones, un desconocido y nuevo Grupo las había adquirido en su totalidad, nuevos Guardaespaldas fueron contactados por el hombre, cuando las puertas del ascensor se abrieron se observó la figura de Diego que ya había leído los informes empresariales, pero todos en algún momento caemos para después volver a levantarnos, Diego se había dirigido directamente a su Oficina porque no quitaba que necesitaba saber qué estaba ocurriendo por su mente no pasaba la simple idea de que Maximus ya estuviera realizando algún movimiento tampoco le habían informado de algo como eso. — ¿Qué ha ocurrido? - La furia controla su cuerpo - Dime de una maldita vez, además ¿Explícame como está con vida Hugo Martin?. — Señor, gracias a las investigaciones realizadas ya tenemos claro de que Maximus Ferran no tie
La noche había llegado, una noche fría que seguía siendo dolorosa, quizás aquellas características ya nunca cambiarán. — Tienes que comer algo - Maximus La tomó de la cintura. — No tengo hambre - Julieta cerró los ojos al sentir su espalda entrar en contacto con el pecho de Maximus. — No se trata de que quieras o no, se trata de tu salud y no olvides que a Alicia aún la estás amamantando - la voz de Maximus no dejaba oportunidad para réplicas y la mujer sabe que su hombre tenía razón, Maximus le acariciaba el pelo suavemente hasta que Julieta había logrado calmar sus pulsaciones y accedió a comer algo. Unas horas después, la pálida luna cuyo brillo se infiltra sumamente en la habitación, dejaba ver cómo Maximus sostenía fuertemente el cuerpo de su esposa, mañana será un nuevo día, pero de aquellos que para Maximus y Julieta ya no tenía color. La noche de la Fiesta había llegado, Diego Petrucci se encontraba con un brillo resplandeciente en sus ojos, no le importaba que estuviera
— Nunca pensé que nos volveríamos a ver, me hubiera encantado que como madre de, un momento me corrijo, hubieras aprovechado tu parentesco con Maximus para seguir ocupando el sitio que te corresponde, pero ¿usted que hizo? Lo traicionó, usted ha traicionado algo que para toda madre debía de ser sagrado, pero más decepción me da saber que usted sabía de los planes de su amante le hubieras dado, aunque sea una mínima advertencia a Maximus - las rejas se abren con un clic, Mariana etrocedió, nunca espero ver a Julieta en esa posición. — Yo, yo creí que Maximus no - Pero antes de que continuará Julieta ordenó que se callará. — Cállate - Rugió enojada Julieta - una maldita advertencia lo hubiera puesto en sobre aviso, pero usted prefirió que el hombre logrará su cometido al acabar con la vida de un inocente, usted era madre, usted sabe y conoce de esta vida, yo acepto que me odies, que me desprecies incluso podría aceptar humillaciones, pero todo hubiera cambiado si le hubieras dado un m
Julieta se encontraba leyendo un libro cuando sintió la presencia de Maximus por detrás de ella. — ¿Qué estás leyendo? - Preguntó el hombre, aunque la mujer sintió la gravedad en la tonada empleada en su voz. — Nada en especial - respondió la mujer sintiendo las manos de Maximus en su hombro deslizándose en su espalda - ¿Qué estás haciendo? - Preguntó Julieta sonrojada. — Ha pasado tanto tiempo desde que no hacemos el amor, han pasado dos años desde que no te toco - Julieta agachó la cabeza Maximus tenía razón, llevaban mucho tiempo sin intimidad - Ha llegado el tiempo de que las cosas vuelvan a ser como antes Julieta - Desde la muerte del bebé ellos habían dejado de entregarse al amor carnal. La mujer no supo que decir, aunque sabía la respuesta, no iba a negarse a aquello que Maximus quería acceder, el tiempo pasa, el dolor sigue, pero no puede detener el tiempo, entonces ella lo miró, ambos se perdieron en la mirada del otro. Aquella noche la luz de la Luna los acogió, dos cue
Diego no se negó a aquel beso, de hecho el mismo lo estuvo esperando y sin dudar correspondió, pero aquello caricia no terminó allí, Deborah acarició la cicatriz que Julieta le había provocado hace dos años. — Quiero ser tuya Diego - y sin saber, sin imaginárselo Diego Petrucci había firmado su sentencia, el hombre no dudo en llevarse a la mujer en un hotel sin pensar en absolutamente nada que no fuera la mujer que tenía en sus brazos. El hombre la tomó de todas las maneras posibles y en las que deseo tenerla siempre, sexo rudo, parece que no había nada de sentimentalismo allí, los gemidos de ella pidiéndole más, a Diego lo volvía loco, embestidas tras embestidas, la noche se volvió corta y Diego no tenía mente para pensar en nada más. El nuevo día había llegado, Maximus ya se encontraba en su despacho cuando su tío había llegado junto a él, por supuesto que Alessio también lo hizo acto de presencia unos minutos después de la llegada de su tío. — Aquí por sus caras todos tuvieron