— Nunca pensé que nos volveríamos a ver, me hubiera encantado que como madre de, un momento me corrijo, hubieras aprovechado tu parentesco con Maximus para seguir ocupando el sitio que te corresponde, pero ¿usted que hizo? Lo traicionó, usted ha traicionado algo que para toda madre debía de ser sagrado, pero más decepción me da saber que usted sabía de los planes de su amante le hubieras dado, aunque sea una mínima advertencia a Maximus - las rejas se abren con un clic, Mariana etrocedió, nunca espero ver a Julieta en esa posición. — Yo, yo creí que Maximus no - Pero antes de que continuará Julieta ordenó que se callará. — Cállate - Rugió enojada Julieta - una maldita advertencia lo hubiera puesto en sobre aviso, pero usted prefirió que el hombre logrará su cometido al acabar con la vida de un inocente, usted era madre, usted sabe y conoce de esta vida, yo acepto que me odies, que me desprecies incluso podría aceptar humillaciones, pero todo hubiera cambiado si le hubieras dado un m
Julieta se encontraba leyendo un libro cuando sintió la presencia de Maximus por detrás de ella. — ¿Qué estás leyendo? - Preguntó el hombre, aunque la mujer sintió la gravedad en la tonada empleada en su voz. — Nada en especial - respondió la mujer sintiendo las manos de Maximus en su hombro deslizándose en su espalda - ¿Qué estás haciendo? - Preguntó Julieta sonrojada. — Ha pasado tanto tiempo desde que no hacemos el amor, han pasado dos años desde que no te toco - Julieta agachó la cabeza Maximus tenía razón, llevaban mucho tiempo sin intimidad - Ha llegado el tiempo de que las cosas vuelvan a ser como antes Julieta - Desde la muerte del bebé ellos habían dejado de entregarse al amor carnal. La mujer no supo que decir, aunque sabía la respuesta, no iba a negarse a aquello que Maximus quería acceder, el tiempo pasa, el dolor sigue, pero no puede detener el tiempo, entonces ella lo miró, ambos se perdieron en la mirada del otro. Aquella noche la luz de la Luna los acogió, dos cue
Diego no se negó a aquel beso, de hecho el mismo lo estuvo esperando y sin dudar correspondió, pero aquello caricia no terminó allí, Deborah acarició la cicatriz que Julieta le había provocado hace dos años. — Quiero ser tuya Diego - y sin saber, sin imaginárselo Diego Petrucci había firmado su sentencia, el hombre no dudo en llevarse a la mujer en un hotel sin pensar en absolutamente nada que no fuera la mujer que tenía en sus brazos. El hombre la tomó de todas las maneras posibles y en las que deseo tenerla siempre, sexo rudo, parece que no había nada de sentimentalismo allí, los gemidos de ella pidiéndole más, a Diego lo volvía loco, embestidas tras embestidas, la noche se volvió corta y Diego no tenía mente para pensar en nada más. El nuevo día había llegado, Maximus ya se encontraba en su despacho cuando su tío había llegado junto a él, por supuesto que Alessio también lo hizo acto de presencia unos minutos después de la llegada de su tío. — Aquí por sus caras todos tuvieron
Diego terminó con la llamada, Deborah ya estaba en las últimas semanas de embarazo, entonces Diego tomó la decisión de salir del país para asegurarse de la seguridad de su hijo y de su mujer, pero aquel mismo día los aeropuertos suspendieron todos los vuelos, Diego quiso recurrir al ejército para lograr su salida, pero ellos también tenían prohibido que sus avionetas salgan de Rusia, no quería estar en Europa para el nacimiento de su hijo. Había fuerzas Aéreas en movimiento, pero eran del Clan Ferran aunque el no lo sabía, aquel mismo día Deborah había entrado en trabajo de parto y fue allí que el terror se apoderó de Diego. — Atención, la carnada entra en trabajo de parto - Julieta sudo frío, cuando Maximus había sonreído de manera siniestra al escuchar aquel informe. — Alessio, sabes lo que tienes que hacer - unos minutos después de que Maximus haya dado aquellas órdenes varios movimientos de camionetas se visualizan en la Base de Italiana - Rusia - Española registran movimiento
— ¿Cómo es posible que sean dos? - Preguntó Diego mientras cargaba a uno de los bebés en su brazo. — Son mellizos - Informó la enfermera, Diego había quedado fascinado por la extrañeza de sentir aquellos pequeños seres en su brazo, era tan débil que uno querría protegerlos por toda la vida, entonces sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, sintiendo el temor que quizás Maximus ha llegado sentir cuando tuvo a sus hijos con él, Diego ahora con más razón quería salir de Rusia si era posible se iría lo más lejos posible, los coloco en las cunas correspondientes Diego observó a Deborah durmiendo, era lógico después de una labor de parto, el hombre la miró con tanto amor, sus manos acarician el cabello de la mujer, pero entonces supo que debía de salir inmediatamente de alli, sentía que estando en la misma País o continente que Maximus no puede respirar con tranquilidad, pero el hombre ni siquiera se imaginaba que Maximus Ferran incluso tuvo fotografías del nacimiento. — Habla Die
Julieta había suspirado, se había ido con sus dos pequeños de aquí, pero el destino quiso que volviera con uno solo, por supuesto que se habían ido al territorio que Julieta había adquirido, el gran movimiento de vehículos llamaba la atención de todos los transeúntes, hasta que llegaron en las zonas que para Juieta ya eran conocidos, por supuesto que Alessio, Leticia y Lucio ya habían venido antes para ordenar absolutamente todo, pero a unos 300 metros antes de llegar al perímetro de la Base se había iniciado un tiroteo, la camioneta era blindado, la 4×4 aceleró con fuerza, se escucharon 3 bocinazos y el bombardeo entre armas de fuego se produjo, hasta que Maximus llegó al portón de su Territorio por supuesto si alguien llegaba a disparar en contra del vehículo en aquella propiedad estaría firmando su sentencia de muerte. — Averigüen quién fue tan estúpido para dar aquella orden de bombardear - Espetó el hombre, mientras que Julieta bajaba a Alicia, el ambiente en Italia para ellos e
— Continúen con lo suyo - Julieta lo había expresado con una pequeña sonrisa que hizo tambalear a más de uno, pero fue Diego quien no se contuvo sin importarle que Deborah se encontraba al lado de la propia Julieta - Diego Petrucci, no hemos tenido la oportunidad de presentarnos - incluso la propia Deborah parecía sonreír al escuchar lo expresado por la dama- Julieta Ferran, esposa de Maximus Ferran - al momento en que Julieta expresó aquellas palabras la sonrisa en el rostro de Diego se esfumó, un mal presentimiento se apoderó del hombre en ese preciso momento, sabe que en dónde estuviera la mujer, Maximus también estaba - Déjame felicitarte por el nacimiento de tus hijos y déjame informarte que acaban de perder una fortuna, acaban de perder absolutamente todo del cargamento. Julieta soltó aquella bomba y salió del lugar, nadie sería tan estúpido para ponerle una mano encima a la mujer de Maximus Ferran quizás Diego Petrucci fue el más estúpido al matar a Alessandro Ferran, pero el
Entre tanto en el Ejército se inició un enfrentamiento, varios disparos, soldados que caen muertos Italia o mejor dicho los países en donde Maximus Ferran tenía sus bases se convierten en un cementerio, todos aquellos que se atrevieron a ir en su contra o por lo menos pensaron en hacerlo estaban pagando con sus vidas aquellos errores, en esta venganza aquel que estaba desaparecido demostró una vez más su felicidad, los Soldados, los tenientes, los Comandantes ordenaron a sus tropas prepararse, pero en alguna de las bases de las Fuerzas Armadas algunos aviones lanzan fuego, sangre, sangre y más Sangre aquel era el panorama que se tenía en esa noche. — Tortúrenlos tal como ellos torturaron a muchos cadetes - nuevamente la orden provenía de Maximus entonces hombres y mujeres fueron asesinados a sangre fría por los hombres de Maximus, cuerpos sin vida que caen en el suelo manchado de Sangre incluso la Luna y las estrellas se esconden esta noche sangrienta, saben que el demonio despertó c