Julieta había suspirado, se había ido con sus dos pequeños de aquí, pero el destino quiso que volviera con uno solo, por supuesto que se habían ido al territorio que Julieta había adquirido, el gran movimiento de vehículos llamaba la atención de todos los transeúntes, hasta que llegaron en las zonas que para Juieta ya eran conocidos, por supuesto que Alessio, Leticia y Lucio ya habían venido antes para ordenar absolutamente todo, pero a unos 300 metros antes de llegar al perímetro de la Base se había iniciado un tiroteo, la camioneta era blindado, la 4×4 aceleró con fuerza, se escucharon 3 bocinazos y el bombardeo entre armas de fuego se produjo, hasta que Maximus llegó al portón de su Territorio por supuesto si alguien llegaba a disparar en contra del vehículo en aquella propiedad estaría firmando su sentencia de muerte. — Averigüen quién fue tan estúpido para dar aquella orden de bombardear - Espetó el hombre, mientras que Julieta bajaba a Alicia, el ambiente en Italia para ellos e
— Continúen con lo suyo - Julieta lo había expresado con una pequeña sonrisa que hizo tambalear a más de uno, pero fue Diego quien no se contuvo sin importarle que Deborah se encontraba al lado de la propia Julieta - Diego Petrucci, no hemos tenido la oportunidad de presentarnos - incluso la propia Deborah parecía sonreír al escuchar lo expresado por la dama- Julieta Ferran, esposa de Maximus Ferran - al momento en que Julieta expresó aquellas palabras la sonrisa en el rostro de Diego se esfumó, un mal presentimiento se apoderó del hombre en ese preciso momento, sabe que en dónde estuviera la mujer, Maximus también estaba - Déjame felicitarte por el nacimiento de tus hijos y déjame informarte que acaban de perder una fortuna, acaban de perder absolutamente todo del cargamento. Julieta soltó aquella bomba y salió del lugar, nadie sería tan estúpido para ponerle una mano encima a la mujer de Maximus Ferran quizás Diego Petrucci fue el más estúpido al matar a Alessandro Ferran, pero el
Entre tanto en el Ejército se inició un enfrentamiento, varios disparos, soldados que caen muertos Italia o mejor dicho los países en donde Maximus Ferran tenía sus bases se convierten en un cementerio, todos aquellos que se atrevieron a ir en su contra o por lo menos pensaron en hacerlo estaban pagando con sus vidas aquellos errores, en esta venganza aquel que estaba desaparecido demostró una vez más su felicidad, los Soldados, los tenientes, los Comandantes ordenaron a sus tropas prepararse, pero en alguna de las bases de las Fuerzas Armadas algunos aviones lanzan fuego, sangre, sangre y más Sangre aquel era el panorama que se tenía en esa noche. — Tortúrenlos tal como ellos torturaron a muchos cadetes - nuevamente la orden provenía de Maximus entonces hombres y mujeres fueron asesinados a sangre fría por los hombres de Maximus, cuerpos sin vida que caen en el suelo manchado de Sangre incluso la Luna y las estrellas se esconden esta noche sangrienta, saben que el demonio despertó c
Julieta se había subido ya al helicóptero que va a trasladarla de Italia a Rusia. — Mami ¿Dónde está papá? - Preguntó la pequeña niña acariciando el rostro de su madre. — Papá nos va a alcanzar enseguida - Fue la respuesta de la mujer. — ¿Vamos a esperarlo? - Alicia había bostezado, sus ojos verdes miraron con inocencia a su madre, mientras se acomodaba en los brazos de ella. — No, nos iremos con tu Tía Leticia, a papá lo veremos cuando amanezca - Julieta miró por la ventanilla, el panorama que tenía dejaba cierta similitud con un campo de batalla. — Todo hubiera sido diferente si mi hermano hubiera estado con nosotros, si tan solo hubiera crecido conmigo - Lo dicho por su hija claramente que Julieta ni se lo había esperado - ¿Por qué la gente es tan mala mamá? - Julieta frunció el ceño - Porque desafiaron a mi papá si hubieran sido inteligentes nada de esto habría pasado y Alessandro estaría conmigo, sería mi hermano mayor aunque solamente nació dos minutos antes que yo, ellos v
El helicóptero en el que viajaba Diego ya había cambiado de ruta, el vuelo duraría 9 horas aproximadamente, por supuesto que el hombre no era estúpido según su reloj, no estaban dirigiéndose a África, pero entonces la radio se conectó. — Diego Petrucci, si quieres a tus hijos con vida, ven a mi base en Rusia - la voz de Maximus se escuchó y lo expresado por el hombre había confundido a Diego — Has escuchado al jefe si quieres ver a tus hijos por última vez, sé buen chico - Deborah se encontraba apuntando a Diego desde la entrada de la cabina con dos armas de fuego. - ¿Qué significa esto? - Diego busco su pistola, pero se dio cuenta de que lo había dejado al lado de Deborah. — ¿Buscas esto? - la mujer había sonreído, pateo la pistola de Diego, entonces el hombre se dio cuenta de que su arma estaba descargada y no entendía que tipo de broma es esta - Desde el primer momento en que me acerque a ti tuve órdenes claras de engañarte— Deborah seguía manteniéndose en una postura arrogante
— Voy a hacer todo lo que quieras, pero por favor no les hagas nada - Diego se había dignado a hablar. — ¿No escuchaste lo que acabo de pedirte?, mátalos, así como no te ha importado matar a mi hijo, a mí mucho menos me importa que tú mismo mates a los tuyos y no me hagas perder la paciencia - después de expresar aquellas palabras Maximus retrocedió y Alessio avanzo otro paso. — Hazlo - Expuso con brusquedad el médico con los niños tomados de su mano - La vida de mi sobrino acabo por tu estúpido capricho de querer acabar con ni hermano, pero eso solamente te deja en claro de que no estás a la altura de él, porque mírate y analiza no eres nadie, Maximus te está enseñando que ni siquiera volviendo a nacer estarás a su altura, mátalos - Espetó Alessio. Maximis, Lucio y Silvana miran a Diego. — Si no lo haces tú lo haré yo, pero quiero que lo hagas tú, terminemos con esto de una buena vez - Sentenció Maximus. Alessio le paso dos frascos de jugo a Diego. - Es el mismo veneno que util
Con las manos en las espaldas y siendo esposadas, Julieta y Leticia eran obligadas a caminar, la buena voluntad que tenían hacían que esto fuera más rápido, eran unos 150 Soldados cubriendo la zona, las mujeres fueron trasladadas hasta un vehículo Militar, tanto Julieta y Leticia no mostraban temor y aquello fastidio a la Generala que se encontraba observando desde la distancia, una sonrisa peligrosa se vislumbró en el rostro de aquella mujer, una vez que el vehículo fue puesto en marcha la radio se conectó. — Lleven a las mujeres en la Tribu de la Sangre ellas serán muy bienvenidas, sangre fresca e Italiana - Julieta no daba señales de cambiar su reacción, pero había investigado las zonas más peligrosas y la Tribu mencionada era liderado por un Italiano, y efectivamente el propio Ejército entregaba a las mujeres para como ofrenda, se dice que debías de haber ofendido gravemente al Ejército para ser entregado a La Sangre por el propio Gobierno, puesto que el ejército se debe al Gobie
— ¿Mi papá? - Preguntó Alicia, ya el amanecer se sentía, no sabe a qué recursos habrá recurrido Maximus Ferran, no sabe de qué manera habrá puesto en peligro su vida, pero allí estaba caminando a pasos agigantados acercándose hasta el lugar en donde su hija estaba. — ¡Alicia! - La voz de su padre hizo que la niña saltará del asiento en que la habían colocado, por detrás de Maximus se observó a Alessio ambos niños han corrido al encuentro de su padre. — ¿Mi mamá? - la voz de la niña había temblado y Maximus cerró los puños fuertemente - ¿Vas a ir por mi mamá? - Esta vez la voz de Alicia se escuchó con más entereza. — Por supuesto que iré, pero antes tenía que ponerte a salvo a vos, Alicia Escúchame bien - Maximus volvió a levantar a su hija para colocarla por encima de una butaca, sus piernas largas y su mirada verde como la de su madre hicieron que Maximus se sienta impaciente - Si papá no vuelve prométeme que serás una buena niña. — Nunca seré buena si papá no vuelve con mamá cu