— Llevo 3 meses intentando de localizar a mi hijo - Mariana estaba bastante enfadada mientras sus tacones resuenan por la gran Villa. — El Señor se encuentra fuera de la Ciudad, y no tiene una fecha prevista de retorno - Informó uno de los encargados de la supervisión de la Base de Maximus. — Te exijo que me digas en dónde está Maximus, si es que no quieres que un disparo traspase tu cráneo - Mariana era una mujer que conoce de Mafia, por ende siempre portaba consigo un arma de Fuego. — Maximus ha dado órdenes de que la Base sea protegida, él solamente está cumpliendo las órdenes del jefe, no pensarás que va a traicionar a Maximus nada más para decirle a usted en donde se encuentra - Leticia que estaba vestida completamente de negro, había llegado a intervenir en la situación - Puedes retirarte - Le ordenó al hombre. — ¿Desde cuándo te atreves a llevarme la contra a mí ? - Mariana se acercó a la mujer. — No, se está equivocando los de la Mafia Italiana, seguimos órdenes de Maximu
- Encuentra de manera inmediata a Julieta Cerroni es una Orden y envíame de inmediato al jefe de seguridad de la Villa - Maximus se encontraba furioso sus ojos observando tras el Cristal podía convertir en cenizas a cualquiera - Maldita sea Julieta dónde te has ido - Maximus pudo sentir en ese momento el temor de que algo le haya ocurrido así que se dirigió hasta el despacho, pero antes de hacer aquello observó la caja en dónde solía dejar dinero y al no encontrar los billetes con un fuerte golpe de puño había destruido por completo la mesita, posteriormente se dirigió al despacho. El hombre proyectó todo lo ocurrido en el circuito, pudo observar cuando Julieta salió de la habitación vestida de negro, se había convertido en una hermosa mujer elegante, la observó tomar el dinero y alejarse para tomar un taxi, aquello fue lo último que pudo observar. — Señor - el Jefe de seguridad del Mafioso se adentró en el despacho, la crueldad y las ganas de asesinar que emana Maximus Ferran hace
— Podrás lidiar con mis Guardaespaldas, podrás burlar toda mi seguridad, pero no vas a lograr ninguno de los dos conmigo— la voz de Maximus Ferran era escalofriante - ¿Estás desafiando mi poder, Julieta Cerroni? - la mujer tragó saliva al escuchar las palabras del hombre - Te has dado cuenta de que puedo detener y destruir esta ciudad si alguien me desafía. — ¿Lo ibas a destruir solamente por mí? - Julieta lo había mirado directamente a los ojos al realizar aquella pregunta. — Antes de darte cualquier respuesta, saldremos de aquí. - Maximus la tomó del brazo, Julieta se apartó, pero el hombre se colocó por delante de ella y más cerca. — No pienso ir contigo a ningún lado, Maximus - la mujercita quiso apartarse, pero entonces el arma se posicionó por encima de su abdomen. — No me desafíes, he dicho que tú te vienes conmigo - Maximus no daba opción de réplica. — Ya lo he averiguado y - La joven conductora del Taxi había quedado pálida ante Maximus, la mirada Fulminante del hombre h
Dos disparos resonó en todo el patio Julieta que estaba en la dirección del Cristal, su pecho se apretó, la respiración se dificultó, todos los guardias se habían quedado estáticos, tres disparos más se escucharon, pero esta vez los disparos provienen de los hombres de Maximus que habían acabado con el Francotirador, pero la amargura en el corazón de Julieta fue insostenible. La mujer salió corriendo, llegando junto al hombre, su pecho dolía. — Señorita, por favor apártese - Uno de los subordinados apuntan a Julieta con el arma - Ya vienen por él. — ¿Por qué le han disparado que está ocurriendo? - Julieta grito horrorizada al ver que fueron dos disparos certeros en la cabeza, a ella no le importó que fuera apuntada, ella cayó de rodillas, hizo que la cabeza de Maximus repose en su regazo, su sangre quedó en su vestido, pero nada importaba, solo la vida del hombre que amaba le importaba. En ese momento varios helicópteros de la Milicia habían llegado. — Despejen el área, es una or
— La Misión era tan grande que si alguien se enteraba moría, es por eso qué él no te hablaba aún de aquel lado suyo, si te trajo hasta Vittorio Veneto fue para sentirte cerca, para protegerte también ha comentado que había ordenado que alejarán a su madre de la Base para protegerla, la Mercancía del Ejército, su arma secreta, solamente fue trasladada hoy hasta la Base del Inframundo, era la más segura de todas. — ¿Quién podría traicionarlo? - Julieta observaba que el Helicóptero iba descendiendo. — No puedo negar que me parecía raro que él siendo Líder de la Mafia viniera a la Ciudad que cazaba Mafiosos. — Él era uno de los Cazadores, deberías de haberlo visto, su uniforme del Ejército, él era todo lo que estaba bien, su hermano Gemelo necesitaba un trasplante del Corazón, tenía un mes de vida y él había buscado por cielo, mar y Tierra un donante, cuando muere un Ángel revive otro, mi novio fue el donante, el destino tiene sus juegos, hoy el Coronel no quiso acercarse a la asqueros
- Vamos, debes hacer el último esfuerzo - Julieta estaba bañada en sudor - Has un último esfuerzo - Alessio se había secado el sudor del frente hasta que Julieta grito con todas las últimas fuerza que le quedaba, y un llanto inundó la habitación en dónde se encuentran. — Es una niña - Exclamó Alessio emocionado de cargar a la niña en brazos - ahora vamos por el Varón, Julieta vamos no seas holgazana - Expreso Alessio y entonces la cama de Maximus fue colocada más cerca de la cama en dónde Julieta estaba dando a luz. - Agarra de las manos a Julieta - la voz de Leticia se escuchó, Julieta lo hizo, necesitaba sentir la piel del hombre, ella se aferró a las manos de él mientras puja una vez más, esta vez el grito fue más doloroso, un nuevo llanto se escuchó, Julieta cayó en la cama, soltó las manos de Maximus la máquina que controlaba los latidos de Maximus empezó a escucharse raro. Alessio le brindo inmediatamente la ayuda a Julieta en compañía de una enfermera para realizar unos proc
El cielo estaba oscuro, la noche se siente fría, las luces de los Helicópteros que venían descendiendo en la Pista Privada eran visibles, muchas camionetas negras ya custodian el sitio, había viento, los Guardaespaldas estaban firmes, ellos habían llegado hace 15 días, había pasado 30 días desde el nacimiento de los hijos dd Maximus, se habían encargado de que un basto terreno fuera adquirido por la Mafia Italiana todos desconocen para que había sido adquirido dicho territorio, de hecho una fortuna fue pagada por ella por su adquisición, todo de manera muy misteriosa y no había barreras cuando se contaba con dinero. Para adentrarse en aquel territorio debían de pasar por un bosque que cubre por completo por el terreno, pero antes de llegar al bosque se debía de cruzar una pequeña Laguna, su construcción es llamativa, llegar a ella podría considerarse un reto, pero de hecho no había ningún otro vecino habitando la zona todo fue adquirido por ellos, vivir en esas cercanías es considera
Julieta se Safo del agarre del hombre por la sorpresa que se habían llevado, no pudieron encontrar otra reacción que el silencio en eso la puerta fue abierta y Alessio venía entrando, por supuesto la sorpresa de encontrar a su hermano con los ojos abiertos, también lo tomo por sorpresa, pero recobró la compostura de manera inmediata. — ¿Alessio? - Preguntó Maximus al mismo tiempo que los mellizos habían empezado nuevamente a lloriquear, Julieta y Leticia se habían encargado inmediatamente de ellos. — ¿Cómo te sientes? - Alessio les hizo el gesto de que salgan con los bebés para poder revisar a su hermano como debe de ser, por supuesto las mujeres no habían dudado en obedecer. — ¿Qué me ha ocurrido? ¿Quién era ella? ¿Por qué los bebés estaban al lado mío?. — ¿No recuerdas nada? - Alessio se mostró preocupado, si Maximus no tiene recuerdos las cosas pueden complicarse. — Recuerdo que estaba en una Misión en Venecia, después hubo una explosión, aquello es todo - Alessio había dejado