— Podrás lidiar con mis Guardaespaldas, podrás burlar toda mi seguridad, pero no vas a lograr ninguno de los dos conmigo— la voz de Maximus Ferran era escalofriante - ¿Estás desafiando mi poder, Julieta Cerroni? - la mujer tragó saliva al escuchar las palabras del hombre - Te has dado cuenta de que puedo detener y destruir esta ciudad si alguien me desafía. — ¿Lo ibas a destruir solamente por mí? - Julieta lo había mirado directamente a los ojos al realizar aquella pregunta. — Antes de darte cualquier respuesta, saldremos de aquí. - Maximus la tomó del brazo, Julieta se apartó, pero el hombre se colocó por delante de ella y más cerca. — No pienso ir contigo a ningún lado, Maximus - la mujercita quiso apartarse, pero entonces el arma se posicionó por encima de su abdomen. — No me desafíes, he dicho que tú te vienes conmigo - Maximus no daba opción de réplica. — Ya lo he averiguado y - La joven conductora del Taxi había quedado pálida ante Maximus, la mirada Fulminante del hombre h
Dos disparos resonó en todo el patio Julieta que estaba en la dirección del Cristal, su pecho se apretó, la respiración se dificultó, todos los guardias se habían quedado estáticos, tres disparos más se escucharon, pero esta vez los disparos provienen de los hombres de Maximus que habían acabado con el Francotirador, pero la amargura en el corazón de Julieta fue insostenible. La mujer salió corriendo, llegando junto al hombre, su pecho dolía. — Señorita, por favor apártese - Uno de los subordinados apuntan a Julieta con el arma - Ya vienen por él. — ¿Por qué le han disparado que está ocurriendo? - Julieta grito horrorizada al ver que fueron dos disparos certeros en la cabeza, a ella no le importó que fuera apuntada, ella cayó de rodillas, hizo que la cabeza de Maximus repose en su regazo, su sangre quedó en su vestido, pero nada importaba, solo la vida del hombre que amaba le importaba. En ese momento varios helicópteros de la Milicia habían llegado. — Despejen el área, es una or
— La Misión era tan grande que si alguien se enteraba moría, es por eso qué él no te hablaba aún de aquel lado suyo, si te trajo hasta Vittorio Veneto fue para sentirte cerca, para protegerte también ha comentado que había ordenado que alejarán a su madre de la Base para protegerla, la Mercancía del Ejército, su arma secreta, solamente fue trasladada hoy hasta la Base del Inframundo, era la más segura de todas. — ¿Quién podría traicionarlo? - Julieta observaba que el Helicóptero iba descendiendo. — No puedo negar que me parecía raro que él siendo Líder de la Mafia viniera a la Ciudad que cazaba Mafiosos. — Él era uno de los Cazadores, deberías de haberlo visto, su uniforme del Ejército, él era todo lo que estaba bien, su hermano Gemelo necesitaba un trasplante del Corazón, tenía un mes de vida y él había buscado por cielo, mar y Tierra un donante, cuando muere un Ángel revive otro, mi novio fue el donante, el destino tiene sus juegos, hoy el Coronel no quiso acercarse a la asqueros
- Vamos, debes hacer el último esfuerzo - Julieta estaba bañada en sudor - Has un último esfuerzo - Alessio se había secado el sudor del frente hasta que Julieta grito con todas las últimas fuerza que le quedaba, y un llanto inundó la habitación en dónde se encuentran. — Es una niña - Exclamó Alessio emocionado de cargar a la niña en brazos - ahora vamos por el Varón, Julieta vamos no seas holgazana - Expreso Alessio y entonces la cama de Maximus fue colocada más cerca de la cama en dónde Julieta estaba dando a luz. - Agarra de las manos a Julieta - la voz de Leticia se escuchó, Julieta lo hizo, necesitaba sentir la piel del hombre, ella se aferró a las manos de él mientras puja una vez más, esta vez el grito fue más doloroso, un nuevo llanto se escuchó, Julieta cayó en la cama, soltó las manos de Maximus la máquina que controlaba los latidos de Maximus empezó a escucharse raro. Alessio le brindo inmediatamente la ayuda a Julieta en compañía de una enfermera para realizar unos proc
El cielo estaba oscuro, la noche se siente fría, las luces de los Helicópteros que venían descendiendo en la Pista Privada eran visibles, muchas camionetas negras ya custodian el sitio, había viento, los Guardaespaldas estaban firmes, ellos habían llegado hace 15 días, había pasado 30 días desde el nacimiento de los hijos dd Maximus, se habían encargado de que un basto terreno fuera adquirido por la Mafia Italiana todos desconocen para que había sido adquirido dicho territorio, de hecho una fortuna fue pagada por ella por su adquisición, todo de manera muy misteriosa y no había barreras cuando se contaba con dinero. Para adentrarse en aquel territorio debían de pasar por un bosque que cubre por completo por el terreno, pero antes de llegar al bosque se debía de cruzar una pequeña Laguna, su construcción es llamativa, llegar a ella podría considerarse un reto, pero de hecho no había ningún otro vecino habitando la zona todo fue adquirido por ellos, vivir en esas cercanías es considera
Julieta se Safo del agarre del hombre por la sorpresa que se habían llevado, no pudieron encontrar otra reacción que el silencio en eso la puerta fue abierta y Alessio venía entrando, por supuesto la sorpresa de encontrar a su hermano con los ojos abiertos, también lo tomo por sorpresa, pero recobró la compostura de manera inmediata. — ¿Alessio? - Preguntó Maximus al mismo tiempo que los mellizos habían empezado nuevamente a lloriquear, Julieta y Leticia se habían encargado inmediatamente de ellos. — ¿Cómo te sientes? - Alessio les hizo el gesto de que salgan con los bebés para poder revisar a su hermano como debe de ser, por supuesto las mujeres no habían dudado en obedecer. — ¿Qué me ha ocurrido? ¿Quién era ella? ¿Por qué los bebés estaban al lado mío?. — ¿No recuerdas nada? - Alessio se mostró preocupado, si Maximus no tiene recuerdos las cosas pueden complicarse. — Recuerdo que estaba en una Misión en Venecia, después hubo una explosión, aquello es todo - Alessio había dejado
El General encargado de las Tropas bajo el teléfono celular al momento exacto en que la puerta de su oficina fue golpeada. — Mi General, el Comandante del Ejército Internacional se encuentra en las instalaciones de la Base - Informó uno de los cadetes, por supuesto el regreso de Maximus genera mucha disconformidad, pero el General solamente recibe órdenes Presidenciales, aquello lo había molestado aún más. — Hagan sonar las Campanas y dejen que Maximus Ferran se presente en mi oficina - Fue la orden dada por el hombre mientras apretaba los puños, ni bien pasaron 5 segundos cuando la puerta de su oficina fue abierta y la imponente figura masculina había hecho acto de presencia. — Coronel, quizás usted no me conoce así que es un honor para mí presentarme soy el General. — Tenga asegurado que no me importa en lo absoluto saber de su nombre - Maximus era arrogante y lo expresado por él claramente había generado disconformidad en el General - Usted maneja las tropas Nacionales, yo llev
Habían llegado al perímetro de la Base, cuando la mirada de Maximus analizan todo a su alrededor - Detén el vehículo - el chófer lo había obedecido de manera inmediata— ¿Por qué me traes nuevamente aquí Alessio? ya me dejaste en claro que yo no tenía asuntos aquí. — Maximus, la Base tuya ha sido atacada y destruida por una explosión en Milán entonces yo he tomado la decisión de fusionar lo mínimo que quedaba con la Base en Vittorio Veneto, entonces mientras no decidas atacar esta base, es tan tuya como mía. — Dime quién fue el atacante - Maximus tenía el rostro impregnado de la maldad - ¿El ejército no cumplió su palabra de proteger la Base que ellos mismos habían levantado como una misión? - Alessio y el chófer habían sudado frío ante el cuestionario de Maximus. — Hablemos de ello en la casa - Alessio no quería hablar de más, era Julieta quien tenía la última palabra, era ella la madre Reina de la Mafia, es ella quien amamanta a los herederos del hombre. — Acelera, que quiero lle