Julieta realizó el intento de zafarse del agarre del hombre, pero no lo logró - ¿Estás celosa? - Maximus realizó aquella pregunta ya con la respuesta en su corazón. — No estoy Celosa, simplemente son cosas de mujeres, además ¿por qué yo debería de estar celosa? Puede hacer el favor de llevarme. Maximus ya no la molesto, pero puso en marcha el vehículo con su encantadora sonrisa que hizo remover algo en el interior de la mujer, pero volvió a mirar por el cristal, el interior del vehículo cayó en completo silencio, pero para nada incómodo. — ¿No piensas hablarme? - Maximusya no estaba contento con la indiferencia de la mujer. — No quiero hablar con nadie, además usted y yo no tenemos nada de que hablar - Antes de que el hombre emitiera su respuesta el teléfono de Maximus había sonado aquello lo obligo a estacionar el vehículo y salir a contestar, una acción más que llamó la atención de la mujer, pero aquello no tenía absolutamente nada que ver con ella. — Diga - las líneas faciale
— Hugo - Expresó Julieta, pero ella no estaba asustada aunque si estaba bastante sorprendida. — ¿No te da gusto verme querida esposa? - Hugo hablaba con frialdad, para el hombre después de leer el mensaje de la mujer llegó a la conclusión de que no era una opción fingir, hacerle daño y convertir todos sus días en sufrimiento era el camino después de todo a su jefe tampoco le importaba que la mujer no fuera tratada bien excepto por delante de Maximus — ¿Qué quieres Hugo, ¿no has leído mi mensaje? Te he dejado en claro que quiero ecabar con esto, y más te vale que accedas a firmar sin crear inconvenientes. — ¿Ya no puedes esperar para estar con Maximus Ferran? ¿Es por eso que quieres firmar tanto y de manera rápida los papeles de la desvinculación, para revolcarte sin compromiso con él?. — No necesito estar divorciada para estar con el Hugo- Fue la respuesta de la mujer - ¿Lo entiendes verdad? Unos documentos que para mí dejaron de tener validez no van a detenerme para intimar con é
La pequeña mujer se había sonrojado, pero ya el hombre estaba por delante de ella, el cuerpo de Julieta quedó atrapado entre la encimera de la cocina y el cuerpo de Maximus, ella quiso hablar, pero el hombre la silencio con un beso desenfrenado, la mujer había arqueado su cuerpo aún más, aquella acción sacó un gemido satisfactorio de Maximus. - ¿Sabes lo que estas haciendo? - El hombre mordió el lobulo de la oreja de la mujer - Me estás provocando y yo no se detenerme, tampoco lo voy a hacer, te voy a comer caperucita. - Se perfectamente lo que estoy haciendo - Murmuró la pequeña mujer en una mezcla con su timidez. Maximus unió sus labios con fuerza con los de ella nuevamente posicionó sus manos en el cuello de Julieta siendo Maximus el que tomaba el control absoluto, el beso era apasionante, la pequeña mujer había temblado, segundos después el hombre la tomó de la cintura, Julieta enrollo sus brazos alrededor del cuello y de manera atrevida sus piernas envolvió en la cintura del h
— Dime en donde esta en el imbécil de Hugo - Diego Petrucci estaba furioso al perder contacto con su servidor Hugo Martín, lo último que supo de él es que había estado en la casa en donde estaba Julieta Cerroni, pero después ni siquiera sus hombres que estaban cerca supieron algo del hombre. — Hemos perdido todo contacto con el mi señor, pero hubo movimiento de varios vehículos cerca de la casa, es como si la seguridad de Maximus Ferran estuviera por las zonas, quizás Hugo no corrió con suerte y se ha equivocado al elegir el día en acercarse a su esposa - Fue él informé del hombre, por supuesto un informe que no le agrado en lo absoluto al hombre que apretó la pistola que sostenía en la mano, Diego Petrucci estaba enfurecido esto no estaba en sus planes. — Retírate - Fue su orden y el subordinado obedeció, Diego giro su silla observando el campo que rodeada su Base secreta - Muy bien, muy bien me deja en claro que por ahora quizás no pueda contigo, pero llegará el día en que voy a d
La noche había llegado la Ciudad estaba cubierta por lluvia, la Base del Inframundo liderada por Maximus Ferran estaba fuertemente custodiada, triplicando las guardias 3 camionetas habían salido del Predio custodiando a Mariana Ferran, desde la ventana un par de ojos verdes observaba la salida de su madre bajo la tenue luz el hombre se veía más encantador, el otoño había llegado y combinada con la lluvia la sensación de frescura era gratificante, Maximus bebía una copa de whisky, parecía que nada podía perturbar su existencia, sin importar que estar vinculada a él, es estar vinculada a una muerte segura. Cuándo salió de su despacho se había dirigido a su habitación la misma en donde el pequeño cuerpo de una mujer descansaba, por el poco tiempo que tenía y las conversaciones con los que lideran sus negocios en distingos puntos del Continente Europeo izó que Maximus se mantuviera ocupado toda la tarde, pero había ordenado de que Julieta fuera trasladada hasta su habitación, no obstant
3 vehículos por delante del Rolls-Royce, 3 vehículos por detrás, al momento que llegaron a las Oficinas del Palacio Civil los guardaespaldas cubrieron el sitio, Julieta no estaba acostumbrada a aquello, pero debía de soportarlo. — Te espero aquí con el certificado de divorcio en mano y la desvinculación al costo que sea- Maximus tenía las facciones del rostro endurecidas, recordar que la mujercita estaba casada provocada un malestar en él. — Bien, iré - Julieta estuvo cerca de abrir la puerta, pero su brazo fue sostenido por el hombre logrando que la mujer diera la vuelta el rostro, segundos después sintió los labios cálidos del hombre pasándose por encima de las de ella, se unen en un beso demandante, los besos de Maximus eran como si tuviera sed de ella, era insaciable, mientras más la besa, más cerca la quiere, las manos de la mujer descienden hasta el abdomen de ella y un poco más, sintiendo la pistola, una pequeña mordida fue provocada por Maximus antes de soltarla además de pr
— No estoy acostumbrada a que alguien sea lastimado por mi culpa, y le has. — ¿Por qué razón sigues hablando de otro hombre estando en mi presencia? - Maximus ya se había puesto de peor mal humor. — Quieras o no tendrás que escucharme, no quiero vivir con la culpa de saber que ha perdido sus manos por culpa mía, te repito que no estoy. — Basta, con esas mismas manos él estaba dispuesto a acariciar todo tu cuerpo a la fuerza, iba a violarte, por si no te has dado cuenta, es el hombre que te rechazó, que. — Ya no hace falta que sigas - Julieta supo de inmediato que había perdido ante el hombre, ante Maximus Ferran nadie tenía las agallas de continuar una discusión - Ya ha pasado, nos hemos divorciado, Hugo y yo, ya no tenemos ningún asunto que resolver, ya no tenemos absolutamente nada en común, ni siquiera recuerdos que valgan la pena - Julieta encontró la fuerza para expresar aquellas palabras. — ¿Hay sentimientos? - Y aquella pregunta hizo que Julieta quedará en silencio provoca
— Llevo 3 meses intentando de localizar a mi hijo - Mariana estaba bastante enfadada mientras sus tacones resuenan por la gran Villa. — El Señor se encuentra fuera de la Ciudad, y no tiene una fecha prevista de retorno - Informó uno de los encargados de la supervisión de la Base de Maximus. — Te exijo que me digas en dónde está Maximus, si es que no quieres que un disparo traspase tu cráneo - Mariana era una mujer que conoce de Mafia, por ende siempre portaba consigo un arma de Fuego. — Maximus ha dado órdenes de que la Base sea protegida, él solamente está cumpliendo las órdenes del jefe, no pensarás que va a traicionar a Maximus nada más para decirle a usted en donde se encuentra - Leticia que estaba vestida completamente de negro, había llegado a intervenir en la situación - Puedes retirarte - Le ordenó al hombre. — ¿Desde cuándo te atreves a llevarme la contra a mí ? - Mariana se acercó a la mujer. — No, se está equivocando los de la Mafia Italiana, seguimos órdenes de Maximu