Erick negó con su cabeza, acababa de ver a su madre en la mañana, ella estaba enferma y casi siempre estaba en cama, había días que su salud mejoraba y podía salir al jardín con ellos pero eso cada vez era menos. Miranda lloro en los brazos de su padre, el señor Raúl apretó el hombro de su hijo que seguía sin comprender Alonso se acercó y reconfortó a su amigo, también estaba en shock, la madre de Erick siempre fue muy amable con él. El velorio fue muy rápido y solo algunos conocidos de su padre estuvieron presentes, Erick cargaba las cenizas de su madre, abrazaba fuerte la urna llorando, mientras Alonso consolaba a Miranda. El señor Raúl estaba en silencio escuchando la misa, su semblante era tranquilo y no mostraba nada de dolor. En aquellos años Erick era muy joven y nunca puso atención a cómo su padre se comportaba. ……………… Al llegar a la habitación del hospital, encontraron a un hombre de tez oscura, con vendajes en la cabeza y golpes, llevaba un brazo enyesado. Luana se a
Erick estaba tan confundido y desilusionado, su propio padre era un hombre despiadado, acostarse con su esposa, obligar a Miranda a casarse con un monstruo y decirles que su madre estaba muerta internándola en un sanatorio, toda esa información hacía que su padre cayera del gran pedestal de donde lo tenía. Al llegar a la planta baja, salió junto a la secretaria y se acercaron a la recepcionista el les advirtió diciendo. “No quiero que digan que estuve aquí”. Ellas asintieron al ver la mirada furiosa de Erick. El salió y subió a su auto, se quedó en el asiento pensativo, después de unos minutos Tamara salió retocándose el labial en la puerta mirándose en un espejo, Erick sacó su teléfono y marcó su número. Ella sintió la vibración y tomó el teléfono leyendo el número, hizo una mueca y sonrió al contestar. “¿Amor? ¿Ese milagro que me llamas?”. Erick hizo una mueca al escuchar la voz cariñosa de Tamara. “Quería que comiéramos juntos, donde estas te recogeré”. Ella miró a todos lad
Marina frunció los labios, “Si David es muy listo”. Hablaron un poco más sobre Alonso y Erick, al final Dinora se fue a su departamento. Marina tocó la puerta del estudio de pintura, al abrirla encontró a David dibujando en un nuevo cuadro, Marina se acercó y vio el dibujo... Era ella de frente mirando hacia abajo, sus manos estaban en su pecho y sostenían un corazón blanco resplandeciente, su cabello parecía que estaba en movimiento como si el viento estuviera presente, llevaba un vestido blanco y a su alrededor estaba lleno de flores de diferentes tipos. Marina se acercó y se sentó en la silla a un lado de la mesa donde trabajaba David. “¿Quiere hablar de algo?”. Sin mirarla seguía dibujando y trazando líneas de una forma magnífica, estaba completamente concentrado para mirarla, después de unos segundos él detuvo su lápiz por unos segundos para contestarle solo pronunciando. “No”. Marina hizo una pequeña mueca y trató de convencerlo. “Si necesitas hablar de algo yo estaré feli
“El día que me llamaste me asombré, cuando me dijiste del accidente y me pediste que volviera, no lo iba a hacer, fui un mal amigo, no podría volver, pero Tamara y tu padre me visitaron en España, me convencieron de volver diciendo que esta era una segunda oportunidad para todos… Erick negaba. “¿Qué hice esos tres años?”. El movía su cabeza a los lados frustrado. Alonso le dijo. “No lo sé, después de eso, tú padre me despidió y tuve una oportunidad de trabajo en España decidí irme, Miranda estaba muy preocupada por ti pero tampoco sabía nada, el único que debe saberlo es tu padre, pero no creo que te lo diga”. Alonso susurró. “Lo siento Erick… de verdad estoy muy arrepentido, cuando me dijeron sobre tu pérdida de memoria y sobre la segunda oportunidad de tenerte como amigo, quería enmendar mis errores contigo, estaba decidido y te ayudaría en todo lo que necesitarás”. Alonso hizo una pausa y dijo. “Además, Tamara juro que todavía te amaba y prometió no volver a engañarte… yo le cr
Dinora nerviosa se mordía las uñas, esperaba que David vendiera a buen precio su pintura. Su teléfono sonó. “Hola, Alonso… Si, es la pintura de David… sí, ¿Qué? Tus amigos están a la espera de la subasta…” Ella conversaba con su novio. Marina también estaba algo inquieta y nerviosa, Carlos apretó su mano regalándole una sonrisa para tranquilizarla. Ella sonrió y se recargó en su pecho respirando profundo. La puja empezaba a las ocho de la noche y en la página, las visitas para ver la pintura, junto con su descripción estaba subiendo rápidamente. Dinora no podía creerlo. Actualizaba la página cada minuto y el número subía. "¡Es increíble!". …………………… En USA…… Erick terminaba todos sus pendientes en la oficina, se había refugiado en el trabajo para no volverse loco con todo lo que pasaba. Su teléfono sonó y como otras veces se negó a contestar era Alonso, le llamaba todo el tiempo, pero era con el último que quería hablar en ese momento, todavía no digiere toda la información
Tamara se acomodó la gabardina en silencio, una vez más Erick la había rechazado. Su padre y su suegro le habían advertido sobre embarazarse, era lo primordial, tener un heredero para ambas familias. “Tamara regresa a la casa, tengo un compromiso”. Erick le dijo observando su reloj. Tamara frunció el ceño. “¿A esta hora?”. Ella molesta lo interrogó. “¿Tienes otra mujer?”. Erick se apretó los ojos. “No, solo tengo un compromiso, será mejor que vuelvas, no me esperes llegaré tarde a la casa”. Tamara se puso histérica. “¡No me mientas! ¡Tienes a otra! ¡Por eso no quieres estar conmigo!”. Ella trataba de golpearlo mientras le gritaba. Erick solo se cubría, la mujer explotó de repente. “¡Cálmate Tamara!”. “¡No!, ¡No!, ¡No!, ¡Tú tienes a otra!, ¡La voy a matar, ¡Dime, dime quien es!”. Mientras se golpeaba la cabeza fuertemente con la otra mano. Ellos forcejeaban, mientras ella estaba irrazonable, gritaba y peleaba, trataba de rasguñar y morder a Erick. “¡Tamara!”. Erick la alejó con
Días después… México… Dinora corría por el patio de la casa de Marina colocando adornos de cumpleaños y globos, David sentado en una mesa leyendo un libro que quería terminar antes de que empezara la fiesta, a él no le interesan este tipo de eventos, pero su madre se emocionaba mucho festejando sus cumpleaños que no se negaba, todo lo haría siempre por su madre. Marina se acercó a David y acarició su cabello. “Tu tía Dinora está muy emocionada hoy”. David la miró y le contestó. “Es porque viene su novio, quiere quedar bien con él”. Marina sonrió. “¿Lo conociste? ¿Qué te pareció?”. David hizo una pausa para pensar en Alonso. “En realidad… no le puse mucha atención”. Toda su atención la tenía en el que era su padre y todos los sentimientos que cargaba en su pecho en ese momento. Marina observó al chico, no quería presionarlo con el asunto del viaje y de conocer a Daniel. “Ve a cambiarte, la señora Laura vendrá en un rato con sus nietos”. David asintió recordando a la mujer, la
Alonso se acercó a Erick susurrando. “Ese debe ser el novio, Dinora me dijo que llevan poco saliendo”. Carlos llevó a Marina a su pecho acariciando su cabello, ella repetía estar bien, pero estaba temblando. Erick se levantó al instante, no podía más con la imagen de la pareja, Alonso lo siguió tratando de detenerlo, pero fue imposible. "¡Erick espera!". “Buenas tardes”. Marina escuchó su voz, ella tenía sus ojos cerrados en el pecho de Carlos. Carlos miró al hombre, hizo una pequeña risa sarcástica, el parecido con David era increíble. “Buenas tardes”. Carlos lo saludo. Marina respiró hondo, se alejó de Carlos despacio, giró su cabeza y miró el rostro de Daniel. “Buenas tardes”. Salió como un susurro. Erick observaba Marina, era una bella mujer. Odiaba a Carlos y no entendía de dónde salía esa furia contra el hombre, pero no quería verlo tocar a Marina. “Mi nombre es Erick Daniel Estrada, soy amigo de Alonso”. Él le dio la mano a Carlos presentándose. Alonso se acercó y le d