Marina se alejó de Daniel y respiro hondo. “Está bien, pero necesito hablar primero con David, todo dependerá de si él quiere tratarte”. Erick sonrió al escuchar que Marina había aceptado, pensó que sería más difícil. Marina levantó la vista y le dijo. “Espera aquí”. Ella subió las escaleras, tardó algunos segundos y al bajar se paró frente a Daniel, lo miró a los ojos y le entregó el cheque… Erick observó lo que Marina le entregó, era el cheque que le había dado esa noche, estaba algo maltratado y amarillento, tenía gotas de lágrimas… la miró con algo de vergüenza, pero había un sentimiento más… era ¿Dolor? Marina le dijo seriamente. “No lo necesité en aquel tiempo y no lo necesito hoy, sabía que algún día nos volveríamos a encontrar… pero no es lo que me imagine que pasaría”. Ella sonrió tristemente y una lágrima cayó por su mejilla. Erick se acercó limpiando la lágrima, era algo instintivo, le dolía verla así, pero ¿Por qué? Apenas la conocía, fue solo una noche, -Porque me d
Marina respiró hondo, tocó la puerta de David, él le pidió que entrara. David estaba sentado leyendo en la cama, ya llevaba su pijama, Marina se acercó a arroparlo. “¿Quieres saber más de él?”. David la miró. “Yo… ¿No puedo decirle la verdad? ¿Podríamos usar las fotos?”. Marina negó. “No podemos, eso le afectaría a su cerebro ¿Entiendes? El doctor dijo que él recuperara la memoria con el tiempo”. David frunció los labios. “Pero…Ya han pasado cinco años y no ha recordado nada”. Marina acarició su cabello. “Lo sé, a veces las cosas no salen como uno quiere y no podemos hacer mucho al respecto, ahora tienes la oportunidad de conocerlo y pasar tiempo con él”. David asintió, Marina lo besó en la frente. “Buenas noches”. Salió de la habitación para entra a la de ella, escuchó la ducha, Dinora estaba en el baño, se acercó a la ventana y la careta de mujer fuerte se derrumbó, su llanto salía incontrolable, se cubrió la boca para no hacer sonidos y trataba de tranquilizarme, pero no pod
Erick levantó la vista buscando a Marina, llevaba un vestido de gasa blanco y sandalias, su cabello era largo y lo llevaba suelto. Dinora por su parte como siempre con su ropa llamativa y extravagante pero esta vez llevaba zapatos de piso. Alonso al verla sonrió y se acercó besando sus labios, giró para ver a Miranda. “Dinora ella es Miranda, Miranda ella es mi novia Dinora”. Dinora se acercó a la chica. “Hola, un gusto, siento lo de la última vez”. Miranda frunció el ceño, no la recordaba para nada, solo afirmo y sonrió. Marina se acercó lentamente. Alonso miró a Erick. Erick se acercó a su hermana. “Ella es Miranda, mi hermana”. Miró a su hermana. “Ella es Marina es la madre de David”. Miranda sonrió asintiendo. Marina hizo lo mismo, Dinora ya le había contado sobre su situación. También que se verían en el festival así que Marina se preparó de antemano, para estar tranquila con la presencia de Erick, tenía que hacerlo, se verían muy seguido por David, ella ya estaba con Ca
Marina sonrió y besó su cabeza, giró para ver a Carlos quien la abrazó besando sus labios. “Ánimo tú puedes”. Erick los miraba desde el otro lado de la mesa, apretó su vaso, no entendía porque su pecho dolía. Dinora y Marina caminaron hacia el escenario. El presentador explicó el concurso. “El próximo y último concurso es el de canto, démosle la bienvenida con un gran aplauso a los participantes de este año”. Presentaron a cada cantante, se hizo un sorteo de lugares Dinora quedó en el cuarto y Marina en el octavo, también se sorteó cada canción al azar de un repertorio que ya tenían preparado. Dinora sonrió al leer su canción. “Estoy aquí de Shakira”. Ella giró para ver a su amiga. “¿Cuál te tocó?”. Marina le mostró su tarjeta. “No me queda más de Selena”. Dinora ánimo a su amiga. “Es muy buena canción y tienes la voz perfecta, tú puedes”. Marina sonrió un poco nerviosa. Los participantes empezaron uno por uno fueron cantando la canción que les tocó, llegó el turno de Dinora,
Marina caminaba por la playa necesitaba despejar su mente, dejar ir ese amor tan profundo, era muy difícil, más teniendo a Daniel cerca, ahora tendría que verlo seguido por David. Erick no muy lejos de ahí observaba desde lejos, quería acercarse hablar con ella sobre David, un pequeño recuerdo pasó por su mente, giró para ver las olas del mar… Recuerdo… Daniel observaba una pareja con dos niños caminando. Escuchó en su mente su propia voz… “Me gustaría tener hijos… podrían ser cuatro o cinco”. Escucho una voz de mujer… “¿Cinco? ¿No crees que son muchos?”. “Una familia grande está bien, me los imagino a algunos corriendo a nuestro alrededor y ambos cargando a otros, sé que es difícil, pero sería genial tener cinco”. Fue un lapso de memoria, pero no podía ver a la mujer y no reconocía la voz, así como llegó el recuerdo se fue en un instante, su cabeza dolió y gimió. Se apretó la cabeza con sus manos. Retrocedió saliendo de la playa. Marina regresó a la casa, Carlos estaba en l
Él sonrió mirando a Tamara desde donde estaba en el suelo. “Anda ve y dile a tu padre que te acuestas conmigo y con mi hijo, ¿Qué crees que sentirá por tener una hija golfa como tú?”.Se levantó observando la hora en su reloj. “Recuerda que solo eres una más de mis herramientas, si no sirves, vas a la basura”.Él se acomodó la ropa. “Además tengo a tu padre en mis manos, si quiero destruyó todo lo que tu familia tiene”.Tamara negó. “No te atreverías”.Él le sonrió astutamente. “¿Quieres probarme niña?”.Ella negó mirándolo con miedo. Estaba en silencio, Tamara recordaba su vida en el extranjero, estaba feliz disfrutando del dinero de su padre, pero todo acabó cuando Erick regresó a USA, recortaron sus fondos completamente y la obligaron a volver.Su padre y el hombre frente a ella prometieron darle a manos llenas mientras se casará y viviera con Erick, solo tenía que dar un heredero, el legado de la familia era lo más importante para el señor Raúl.Su padre por su parte nunca la cuid
Los guardaespaldas los siguieron, pero se quedaron de pie afuera cuidando a su jefe, Raúl se quedó tomando y fumando en la mesa de la habitación en silencio, mientras que las otras mujeres que quedaban se acercaban a él. Tiempo después la mujer asustada salió de una de la habitación. “¡Ayúdenme!”. Los guardaespaldas entraron a la habitación donde estaba su jefe. al mirar la escena se asombraron. El hombre estaba desmayado desnudo en la cama, ambas mujeres estaban medio vestidas, lloraban histéricas, el guardaespaldas se acercó a cubrirlo, examinarlo y tomar sus signos vitales, el otro las interrogó. Una de ellas muy nerviosa les dijo. “Empezó a toser y parecía que se asfixiaba yo salí a pedir ayuda”. La otra siguió la historia de su compañera. “No podía respirar, trate de despertarlo, pero él no reaccionaba”. Los guardaespaldas llamaron una ambulancia, pero ya no fue necesario, Paul estaba muerto. El señor Raúl seguía en el bar tomando su trago, la mujer que estaba en su regazo
Tiempo después… Miranda terminaba su tarea, se levantó para ir a la cocina a buscar un refrigerio, al bajar observó la puerta del despacho de su padre entreabierta. Camino para ver quien estaba adentro. Su padre y el señor Humberto padre de Tamara, tomando unos tragos, discutían asuntos del trabajo. “Y bien, resolviste el problema de la empacadora en México”. Su padre preguntaba. El hombre resopló. “La estúpida de Grace quiere pelear por la empresa, pero no voy a permitir que me quite nada”. El señor Raúl le advirtió. “Espero no tener problemas con esa mujer en las próximas juntas de accionistas, tu familia se ha estado metiendo mucho, Grace y su hijo Dante son de cuidado. El hombre frunció el ceño y suspiró tomando su trago. “Te envidio, solo tuviste que engañar a Laura y aguantar a tu suegro por un tiempo para poder quedarte con todo lo de los Montoya”. El señor Raúl sonrió. “Laura fue suficientemente estúpida para dejarme todo”. El señor Humberto suspiró. “Era una mujer he