Acepté el beso de Duncan intentando ser algo optimista, aunque me hubiera gustado imaginarme un mundo donde los dos fuéramos libres, ya que nuestra realidad es demasiado cruel como para soportar. Estoy en la habitación de una amiga intentando liberarme de esas amargas ataduras, aunque se que el amor de mi vida lo perderé dentro de dos semanas, así que no, para mi ahora no es nada fácil ser optimista— Duncan vete por favor .--- le dije intentando no llorar en sus brazos— Esperame, no te vayas, no te alejes de mi — me dijo antes de darme el que suponía que seria nuestro ultimo beso—- ¿Cuánto tiempo tendré que esperarte? — le pregunté, teniendo un nudo en la garganta— No lo se, pero te juro que solucionare todo esto pronto — me contestó, con la voz entrecortada— Es tarde ya y Carlos te esta esperando — Estarás bien con Carla, te amo Alex — me dijo Duncan mientras miraba la hora en su relojDuncan se marchó de aquella habitación, aunque yo me quedé rota y sin saber cuándo volvería
Una vez en la puerta del club, el portero saludo muy cariñosamente a mi amiga Carla, entrando las dos en el local, acercándonos seguidamente a la barra— Jimmy, dos cosmopolitan bien cargados, tu ya me entiendes — le dijo Carla al camarero— Ahora mismo te lo pongo jefa — le contestó el camarero, enterandome en ese momento de que Carla era la dueña de aquel localUna vez que ya teníamos nuestras bebidas en nuestras manos, vi acercarse a nosotras a una mujer luciendo un vestido muy ajustado con encajes.— Me alegro de que la hayas convencido a venir al club, Alex veras como en el club no nos comemos a nadie, si tu no quieres claro — me dijo aquella mujer riendo— Hola Katia, me ha costado convencerla, pero si aqui esta, Alex ella es Katia y es mi pareja — me dijo Carla, sorprendiéndome por su comentario— Bueno yo os dejo, tengo que seguir atendiendo a los clientes — nos dijo Katia, dándome un beso en la mejilla como despedidaMe puse a mirar a toda la gente que había en aquel club, c
—- Sabía que te encontrabas aquí, no tenía que haber tardado tanto en buscarte ya que por lo que veo estás demasiado caliente— escuche la voz de Duncan susurrandome en el oídoEche hacia detras la cabeza, para disfrutar de los besos que me esta dando Duncan en mis mejillas y en mi cuello, mientras una de sus manos se esta introduciendo dentro de mi bragas acariciando mi sexo— No te puedes dar una idea de lo que te deseo en este momento, te tumbaría en la alfombra para follarte hasta que me pidas que pare o hasta que pierdas la razón — me comentó— No te atreverias, aunque, por mi hazlo — le dije abriendo mas mis piernas para darle mejor acceso a mi sexo— ¿Qué? sabes que soy capaz — me respondió— ¿A qué esperas, entonces? — pregunte—- Alex, no estoy jugando cariño y si lo hago no creo que pueda controlarme — me dijo— Tranquilo mi amor, sabes que confio en ti — respondí provocandoSiento su agitada respiración en mi cuello, demostrando que está tan desesperado como yo, Nuestros cue
Al escuchar hablar a Duncan y a esa mujer, supuse que era la prometida de mi amor, quedandome inerte donde estaba mientras los escuchaba discutir, cuando de pronto esa mujer se acercó a donde yo estaba enseñando sus blancos dientes, pero de pronto la vi levantar su brazo sin que me diera tiempo a reaccionar, pero Duncan enseguida le cogió su brazo evitando así, la tremenda bofetada que yo iba a recibir de ella—Anays, ni se te ocurra tocarle un pelo a ella, o no respondo de mis actos — le escuche decir a Duncan— Soy tu prometida ¿y defiendes a esta puta? — pregunto ella muy cabreada— Siempre la defenderé de ti y de todos los que son como tu — le respòndio él entre dientesAquella mujer se acerco aun mas a la barra del bar muy enfada tiro con su brazo todo lo que había encima en un ataque de rabia. Cuando ya vacío la barra de copas y de botellas, intente acercarme a esa mujer para enfrentarla pero Duncan se interpuso en mi camino, no permitiendo melo, viendo como esa mujer que estaba
Caricias, besos y muchas mas caricias que me están llevando a un éxtasis delirante ya que creo que soy incapaz de retener mis gemidos porque estoy gritando sin control—- Por favor Duncan, quiero más — le suplique abriendo mis piernas lo mas que podía ya que lo necesito, lo necesito tener al completo y sentir como su cuerpo envuelve el mio.—- Eres mia, mi amor y tu lo sabes bien Alex — me dice mientras su lengua me esta volviendo loca de placerSé que estoy a punto de perderme en un mar de sensaciones, cuando Duncan se retira de mi cuerpo hundiéndose seguidamente entre mis piernas. Los gemidos se me escapan sin pensar, mientras el placer se apodera de mí con cada una de sus embestidas. Duncan me llena, es cariñoso pero también es muy posesivo, marcando cada centímetro de mi cuerpo y lo peor de todo, de mi corazón— Duncan, mi amor, te quiero — le dije mientras me encontraba en una nube de placer— Yo también te quiero Alex, aunque no me lo creo, eres la primera mujer que me tiene loc
Después de marcharse Duncan de la casa de Denise, recogí algo de ropa para marcharme de la casa de Denise como le acababa de decir a él, aunque tenía la esperanza que Duncan recapacitara y volviera otra vez a mi. Ya que deseo escuchar su promesa de estar los dos siempre juntos, necesito saber y escucharle que soy lo más importante de su vida, pero se que solo son ilusiones por mi parte. Ya en la calle, vi cómo se iba acercando un taxi a donde yo estaba, así que levanté la mano para parar el vehículo. Cuando entré en el vehículo le di al conductor la dirección de mi amiga Carla, ya que no tenía otro lugar donde ir y estar segura de que Duncan no me buscaría. Cuando llegamos y le pagué al hombre, subí las escaleras hasta llegar a la planta donde Carla tenía su piso, cuando toque al timbre y me abrió, me miró por un momento algo sorprendida por verme en su casa y con una bolsa donde tenía mi equipaje— ¿Puedo pasar? — le pregunté mientras las lágrimas caían por mis mejillas— Claro que s
La noche siguiente de la visita de Duncan a la casa de mi amiga Carla, nos fuimos ella y yo a su club, nos sentamos las dos en unos sillones que habían libres para tomarnos una copa antes de que mi amiga se fuera a atender a sus clientes— Otra copa para estas dos preciosidades – nos dijo el camarero cuando nos trajo nuestra bebida— ¿Nos llamas preciosssidades? –nos reíamos Carla y yo, por el piropo que el camarero nos hizo, ya que estabamos bastante bebidasLevantamos nuestras copas mientras le sonreímos al camarero, sentándose después el muchacho a nuestro lado.—- De verdad que eres guapisimo — le dije, sabiendo que quien hablaba era el alcohol que ya tenía en mi cuerpo— Guapisssimo shhhhhh Alex, que te va a oír —- me susurro Carla al oído sin dejar de reir—- ¿Carla sabes una cosa? estoy tan mareada que parece que este en un barco en vez en tu club – le dije riendo las dos seguidamente— Creo que vas a necesitar ir al cuarto de baño nena, ademas no mires a donde esta la barra, c
Cruzamos los dos juntos la puerta de una de las salas quedando por un momento inmovil para admirar toda la habitacion donde habia un sillon en el centro y donde apenas podia ver nada, ya que estaba muy poco iluminada con focos tenues de color rojo. En un lateral estaba una cama muy bien hecha y tapada con sábanas suave de seda, pero me acerque al lugar donde había una mesita que me llamo mucho la atencion, ya que habia condones, velas de todos los colores y varias clases de aceites, todo para dar placer. Cuando Duncan se acercó a donde yo estaba y mi cuerpo empezó a temblar mientras mi corazón palpitaba a demasiada velocidad. Me gire rodeando su cuello con mis brazos para besarlo, cuando de pronto la puerta se abrió sorprendiendome por un momento, al ver entrar a dos hombres vestidos solamente con un antifaz, cerrando la puerta de la habitación una vez que estaban dentro, teniendo que aferrarme al cuerpo de Duncan algo asustada, ya que no me esperaba la intrusión de esos dos hombres—