Me gire para no mirarlo, mientras mi cuerpo aún sigue temblando ya que por fin he sido capaz de decirle todo lo que sentía y pensaba sintiendo que necesito una caricia suya, pero no llega.— En breve salimos — me dijo Duncan sin mirarme antes de marcharse de aquella habitación, la misma que durante dos noches había sido testigo del amor de dos personas que aún se aman pero no pueden estar juntos..Desde que salimos de aquel hotel Duncan no se ha dignado ni a hablarme ni a mirarme a los ojos, solamente me ha dado órdenes como es lo que suele hacer, cosa que me hace enfadarme cada vez más. Nos marchamos de Roma en un avión que estaba muy bien, ya que íbamos en primera categoría como no. Me levanté de mi asiento cuando el avión ya despego, ya que necesitaba tomarme algo en el pequeño bar que había, por que necesitaba un buen chute de cafeína para aguantar la trayectoria que me esperaba y además al lado de un hombre que ni me mira ni me habla.Cuando llegue a donde estaba el bar, me senté
Ya en la ciudad y en casa de mi amiga, decidí acercarme yo sola al club donde conocí aquella noche a Duncan, y queria ver si podía averiguar algo más de donde se encontraba mi amiga y quien la secuestro, ya que aunque la policía de Roma sabía que seguían buscándola, yo no podía quedarme en casa esperando noticias. Así que decidida a conseguir averiguar algo, me marché de la casa y en un taxi que previamente llamé me fui hacia aquel local. Al llegar le pagué al conductor y baje del taxi acercándome hacia la puerta del club, saludando al portero logre entrar, dándome cuenta de que el local estaba lleno de gente, aunque no me importo nada. Me fui hacia la barra sorteando a la gente hasta que por fin llegue, acercándose el camarero cuando me vio, a donde yo estaba esperando a que me sirviera mi bebida. Una vez con mi vaso en mi mano, intenté adentrarme aún más viendo que esa noche iban a hacer un espectáculo erotico y que yo deseaba ver. De pronto unas manos anchas cogieron mi cintura, mi
— !!! Pero tú eres gilipollas ¡¡ Eres un bestia Duncan Moretti, Liam no iba a meterme nada por que yo no lo quería, ¿te enteras animal? — le grite muy enfadada— ¿No? y que se supone que esperabas de un hombre que te estaba manoseando como si fueras su puta, venga dime Alex — me dijo, poniendome aun mas nerviosa— !! PERO SERÁS ANIMAL ¡¡ ¿quién te crees que eres para llamarme a mi puta? — — Yo no te llame puta, ese cerdo de Liam te estaba tratando como una ________—- Por favor chicos, ya vale — nos dijo Carla— Carla, este es un tema entre Alex y yo, no te metas por favor – le dijo Duncan, dándome cuenta de que nuestra disputa le estaba haciendo a ella sonreír con diversiónSabia que la discusión que estabamos manteniendo Duncan y yo me iba a liberar de la rabia que llevaba por dentro desde hacía mucho tiempo—Tu no eres quien para decirme con quien puedo follar, a ti no te importa y yo soy la que tiene que decidir quien me toca o no me toca — le grite— Tu, no vas a follar con nad
Siento como estira su brazo y frota furiosamente mi clítoris, haciéndome gemir y gritar una y otra vez mientras me hace retorcerme en la cama, buscando más de ese delicioso contacto.— Alex.¿Quieres correrte?Noto como aprietas mi polla dentro de ti.¿Me quieres así de duro? Te gusta sentirme loco por ti, dime.¿Quieres esto, quieres más?--- Me dice mientras me está embistiendo una y otra vez con más fuerza mientras sus manos se afianzan en mis caderas.— Sí, sí, por favor Duncan.--Le digo mientras sus dedos me aprietan mis caderas y me hace gritar necesitada.buscando mi liberación.Su mano, en mi cintura me mantiene en alto frente a cada una de las fuertes embestidas, la sensación que me está dando.Duncan, entrando y saliendo de mi cuerpo con tanta fuerza y necesidad, me hace sentir mujer, me hace sentirme femenina, me hace sentir deseada y maravillosamente.Sus embestidas comenzaron a ser tan duras y tan rápidas que se soy capaz de gemir descontrolada En el cuarto el sonido, nuestros cu
Que bien que sienta el baño, cuando estas con el hombre al que amas y cierras los ojos mientras siento sus suaves manos acariciando mi cuerpo, soñando con que el mundo es solo nuestro, mientras estamos en nuestra casita, con nuestros hijos, siendo solamente un ser, solamente marido y mujer, pero hay sueños que se rompen como una pompa de jabón, cuando de pronto y aun sintiendo esas caricias, abres los ojos.— Dime que estoy soñando con que el mundo es nuestro solo mientras somos felices —- le comente a Duncan, — ¿Con quién quieres soñar?¿dónde quieres que estemos? — me pregunto el, mientras sus mágicos dedos seguían masajeando, mi cuerpo y mi deseo por que nunca acabara lo feliz que me siento en estos momentos —- Estamos los dos en una gran casa en el campo, rodeados de naturaleza, mientras nuestros hijos corretean a nuestro alrededor riendo — conteste, relajandome con sus masajesEstoy disfrutando de su suave masaje en mi cuerpo, olvidándome de todos los problemas y crucigramas que
Duncan puso sus manos en mi pelo, entrelazando mi cabello con sus dedos.Mientras que yo aprovecho que mi cabeza se encuentra la altura perfecta para devorarlo sin necesidad de permiso.Envuelvo con mi mano su duro miembro que salta anticipándose a lo que viene.Lo aprieto firmemente con mis manos y dejo que mi boca lo envuelva con su calor escuchando como gime que retumba el sonido por toda la habitación sus gemidos.Pero yo disfruto de mi triunfo, me siento poderosa y terriblemente sexy. Duncan empuja las caderas hacia adelante, ofreciéndome el control completo de su deseo, lo que aprovechó para utilizar todas las armas que yo tengo Quiero verlo derrumbarse ante mi pasión, quiero que recuerde cada una de mis caricias y que sepa que soy la única mujer capaz de quemarlo con mi contacto.Mi corazón se encuentra en sus pies y deseo el suyo en mi poder, lo quiero perdidamente enamorado de mi y sediento solamente de mí.Dejo que mi boca lo envuelva, mientras mi lengua rodea su glande una y otr
Me desperté muy temprano, quedándome por un momento mirando como dormía Duncan, formándose en mis labios una leve sonrisa, ya que para mi gusto es demasiado guapo. Me marché al cuarto de baño para asearme antes de que él despertase, echándome encima de su perfecto cuerpo cuando volví al dormitorio, besando su rostro para despertarle. — ¿Quieres matarme? — me preguntó riendo— Tenemos tiempo de eso.Venga, Despierta y levanta que nos tenemos que marchar.---- Le respondí. Me quedé inmóvil sobre su cuerpo que estaba cubierto con la sábana, mientras sonreia, ya que él pensaba que quería sexo. —Venga, deja de refunfuñar y abre los ojos, Duncan nos tenemos que ir.--- le volví a repetir.Duncan se revolvió en la cama haciendo que cayeran las sábanas hacia un lado.Dejando que lo mirara, tal cual vino al mundo.Estiró los brazos con lentitud y no ignorando mi súplica.—Vale, si tanto insistes en que me levante, ya me levanto — me dijo mirándome lujuriosamenteCuando fui a levantarme para deja
— No quiero hablar más, Duncanl es quien tiene que pelear por ser libre y por estar conmigo, si no lo hace es porque a lo mejor no está tan interesado en conseguir su libertad para que estemos juntos los dos---Le dije algo aturdida.— Eso no te lo crees ni aunque estés borracha.--- Me contestó sonriendo Carlos. Estaba demasiado derrotada.Esta situación me estaba llevando ya al límite de mis fuerzas.Yo solo busqué un poco de cariño, algo del sexo pasional y un toque de aventura.Pero me pregunto, ¿en qué momento perdí el control de mi vida?—-Alexa.¿Estás bien?¿Necesitas algo?---me pregunto, Carlos.—No, Carlos la verdad es que no estoy bien.Me siento.Como una mierda.que nadie quiere --le conteste–Me he involucrado sentimentalmente con un hombre que no debía y estoy viviendo algo que nunca me imaginé que viviría.solo buscaba un poco de felicidad, pero con Duncan solo vivo una constante amargura.Carlos he caído en un precipicio sin fondo todos me habéis visto andar hacia él, pero nadie