Me desperté muy temprano, quedándome por un momento mirando como dormía Duncan, formándose en mis labios una leve sonrisa, ya que para mi gusto es demasiado guapo. Me marché al cuarto de baño para asearme antes de que él despertase, echándome encima de su perfecto cuerpo cuando volví al dormitorio, besando su rostro para despertarle. — ¿Quieres matarme? — me preguntó riendo— Tenemos tiempo de eso.Venga, Despierta y levanta que nos tenemos que marchar.---- Le respondí. Me quedé inmóvil sobre su cuerpo que estaba cubierto con la sábana, mientras sonreia, ya que él pensaba que quería sexo. —Venga, deja de refunfuñar y abre los ojos, Duncan nos tenemos que ir.--- le volví a repetir.Duncan se revolvió en la cama haciendo que cayeran las sábanas hacia un lado.Dejando que lo mirara, tal cual vino al mundo.Estiró los brazos con lentitud y no ignorando mi súplica.—Vale, si tanto insistes en que me levante, ya me levanto — me dijo mirándome lujuriosamenteCuando fui a levantarme para deja
— No quiero hablar más, Duncanl es quien tiene que pelear por ser libre y por estar conmigo, si no lo hace es porque a lo mejor no está tan interesado en conseguir su libertad para que estemos juntos los dos---Le dije algo aturdida.— Eso no te lo crees ni aunque estés borracha.--- Me contestó sonriendo Carlos. Estaba demasiado derrotada.Esta situación me estaba llevando ya al límite de mis fuerzas.Yo solo busqué un poco de cariño, algo del sexo pasional y un toque de aventura.Pero me pregunto, ¿en qué momento perdí el control de mi vida?—-Alexa.¿Estás bien?¿Necesitas algo?---me pregunto, Carlos.—No, Carlos la verdad es que no estoy bien.Me siento.Como una mierda.que nadie quiere --le conteste–Me he involucrado sentimentalmente con un hombre que no debía y estoy viviendo algo que nunca me imaginé que viviría.solo buscaba un poco de felicidad, pero con Duncan solo vivo una constante amargura.Carlos he caído en un precipicio sin fondo todos me habéis visto andar hacia él, pero nadie
Después de lo que pasó en aquella cafetería entre Carlos y Duncan decidí desaparecer y quedarme unos días en la casa de Carla, necesitaba pensar que quería hacer y estar tranquila, pero para mi mala suerte no sería así, ya que pase dos días en la cama, con unos fuertes dolores y muchas nauseas. Carla me ayudó muchísimo en cuestión de quedarse alguna noche que otra conmigo y traer alimentos de los que podía comer y mi cuerpo no los rechazaba, ya que cualquier alimento que tomaba, enseguida me hacía saltar de la cama corriendo para ir al cuarto de baño a vomitarlo. Un dia sin esperarlo ya que mi amiga tenía bastante trabajo, entró sonriente en aquel dormitorio con una taza de té, sentándose a mi lado en la cama.— Tomate este té, te sentará bien y después nos marcharemos ya que te he pedido cita en mi médico, no es normal esas náuseas que tienes y me temo que creó el porque estas de esa manera — me dijo— No lo digas ni en broma, seria lo ultimo que me faltara, como están las cosas con
Deje mi bolso en el perchero dirigiendome después hacia donde estaba mi mesa del despacho, Cuando me senté, me quedé mirando fijamente al vacío, ya que Denise era la alegría personificada, Encendí mi ordenador dispuesta a trabajar, pero me fije en que por un momento el día estaba nublado y gris igual como yo tenía mis pensamientos y mi corazón. El silencio que había y la soledad me parecía una mala broma del destino, Me puse mis manos en mi frente ya que tenía muchas ganas de llorar, pero pensé en lo que mi amiga Carla me dijo, tenía que seguir viviendo pensando siempre en que habían mejores días. Sabía que mi amiga Denise, vivía sin tener miedo a nada enojandome a veces con ella por sus pensamientos fríos y liberales, me hizo cuestionando, porque ahora yo también quería parecerme a mi amiga, ya que tenía un contrato firmado por Duncan y por mi, que decía que nos casariamos y yo sería la madre de su bebe, aunque por los vómitos y las náuseas mañaneras que tenía, estaba casi segura de
Estábamos Alice y yo tranquilamente hablando en mi despacho, cuando de pronto la puerta se abrió irrumpiendo Duncan dentro.Se acercó a donde estaba la mujer sentada, dándole dos besos ella mientras le sonreía. a Duncan y el le echaba sus brazos por sus hombros—- No te esperaba tan pronto en la empresa Alice, creo que ya había quedado contigo esta tarde para tomar un café---le dijo. Duncan.—- Oh, ya ves, cariño, he venido antes para conocer a la mujer de la que mi hombre está tan enamorado, ya que me has hablado mucho de ella pero no nos conocíamos.--- Le dijo aquella mujer mirándome sonriendo. - – Me alegro de que ya os conozcáis, ahora por favor Ali, si no te importa, me gustaría hablar a solas con Alex.— Sí, Claro que sí, hijo bueno Alexa.Me alegra mucho haberte conocido, además, te puedo decir que pronto nos veremos.--- Alice se marchó de mi despacho quedándonos solos Duncan y yo acercándose él hasta el sillón donde yo estaba sentada.Me cogió las manos levantándome para apret
Abro mis piernas ansiosa por sentir el miembro de Duncan dentro de mi cuerpo, ya que estoy tan húmeda y mojada que no le será difícil penetrarme con una embestida sin hacerme daño. Duncan se posiciona en mi centro rozando con su miembro mis labios exteriores, rozandome y haciendo que deseara ser suya en ese momento.— Cariño, ¿me esperas ansiosa? !! si ¡¡, se que si, te voy a dar lo que te mereces —- me dijo sonriendo— Entra ya, quiero sentir tu cuerpo por completo —- respondíEstoy tan mojada que Duncan, me penetra sin esfuerzo hasta el fondo de mi ser, haciendo que gritara de placer, sintiendo a sus testículos en la entrada de mi vagina haciendo que desee que se mueva y se mueva una y otra vez dentro de mi cuerpo necesitado, pero no lo hace. Los dos estamos sudando, dándome cuenta de cómo le brilla a Duncan por su frente, aunque aún no se mueve mientras nos miramos los dos fijamente a los ojos.Rodee su cuello con mis brazos para atraerlo a mi boca y sus carnosos y suaves labios se
Después de lo que pasó en mi despacho Duncan y yo nos fuimos de mi despacho hacia el garaje que estaba fuera del edificio donde tenía aparcado su coche. Abrió amablemente la puerta para que yo me sentara primero dentro del vehículo sentándose él en el asiento del conductor después— ¿A dónde vamos?¿A dónde me llevas?----Pregunté, a ver que no cogía el camino hacia nuestra.En casa. Me di cuenta de que tenía una sonrisa pícara en sus labios y un brillo muy especial en sus preciosos ojos.aunque sé que no me iba a decir ni a responder a ninguna de mis preguntas. Cuando aparcó el coche abrió la puerta para que me bajara.Cogiéndome de la mano llevándome hasta las misma entrada de una gran casa con amplios ventanales.Duncan toco el timbre abriéndonos una señora con una dulce sonrisa.El hall de la entrada parecía un lugar apacible y tranquilo ya que estaba decorado con varios cuadros y adornos que le daban un toque de calma.—- Hola Duncan me alegro de verte de nuevo, pero por favor, pasar e
Después de hacer el amor y ducharnos, nos marchamos al salón ya vestidos, sentandonos en el sofá para tomarnos la copa de vino, aunque Duncan tuvo que sacar otra botella del frigorífico ya que la que sacó cuando llegamos estaba el líquido demasiado caliente.Duncan se recosto sobre mi cuerpo besándonos los dos con mucha pasión, su boca muerde mi labio inferior haciéndome gemir deseosa de él, Aunque no puedo engañarme ya que deseaba y necesitaba una explicación, también necesito cualquier excusa para perdonarlo ya que sus razones no me parecen para nada razonables. La mano de Duncan empezó a acariciar mi espalda, alcanzando mi cintura mientras me recuesto en el sofá por el peso de su cuerpo. Su mano viaja por cada centímetro de mi cuerpo y yo cierro los ojos extasiada escuchando su voz varonil.— Quiero tenerte a todas horas, te necesito y quiero saber si soy el único hombre que ocupa tu mente, ya que me enloqueces con tu cuerpo — me dijoSu mano recorre mi pierna subiendo por mi entrep