Cuando Lorei pudo se reunió con nosotras tres, marchandonos de la cafetería hacia la plaza mayor del pueblo donde habían ferias, música y varias zonas de ocio, donde los niños del pueblo se estaban divirtiendo mucho con sus padres. Nos sentamos en las mesas que había para tomarnos un helado ya que hacía bastante calor— Buenas noches señoritas, ¿Sofía puedo hablar contigo a solas, por favor? — escuche la voz de John, viéndolo de pronto enfrente de nosotras cuatro— Sofía no tiene porque hablar contigo a solas, si quieres algo, habla aquí delante de nosotras — le dijo Sandra muy enfadada— Sandra tranquila ahora vengo no te preocupes — le dije levantándome de la sillaJohn y yo nos fuimos lejos de donde estaba la gente dando un paseo, hasta que nos paramos entre los árboles que habían— ¿Qué quieres de mí, John? me encarcelaron por tu culpa, estuve varios meses presa y no diste la cara por mi, ahora que quieres y sé rápido que como ves me están esperando mis amigas — le dije — Sofía y
Al dia siguiente me levanté nerviosa de la cama, ya que la noche anterior le mande a Mario la ubicación de donde nos encontrábamos mi amiga Sandra y yo, entre en el cuarto de baño, me quite la ropa metiendome seguidamente en la ducha, dejando que el agua golpeara mi cuerpo para relajarme, sali de la ducha y con una toalla tapando mi cuerpo volví al dormitorio para vestirme, después baje hacia la cocina para tomarme mi taza de café sentada en una de las sillas de la cocina.— Buenos días, espero que hayas dormido bien — me dijo Carol— He dormido como los ángeles, gracias por vuestra ayuda, anoche no sé qué hubiera pasado si no viene Harry a ayudarme y vosotras a calmarme — le dije— Es la ley del pueblo, aquí todos ayudamos a quien nos necesita, así que no tienes que darnos las gracias — me dijo— Buenos dias, jamas he dormido como esta noche, Carol ¿me dejas quedarme en tu casa contigo?, me encanta la cama y me encanta el pueblo, aunque hayan algunos capullos viviendo por aquí como e
Robert no se movió de mi habitación, solamente se marchaba cuando venían mis amigas a verme, para que él pudiera visitar a sus pacientes, volviendo a la habitación donde yo estaba cuando terminaba sus visitas, una noche que estábamos los dos hablando, escuchamos como tocaban a la puerta de la habitación, viendo entrar a Mario con un precioso ramo de rojas rojas—¿Puedo pasar? — preguntó Mario— Si claro pasa, os dejo a solas — dijo Robert, dándome un beso en los labios, marchandose de la habitacion despues— ¿Cómo estás mi amor? fui a aquel pueblo como te dije y una mujer muy simpática me dijo que te había pasado, leí el mensaje que me escribistes, pero no te voy a dejar marchar de mi lado Sofía, eres todo en mi vida, cariño — me dijo Mario— No podemos seguir Mario, hasta que puedas divorciarte de Vanesa, hazme un favor, ya no me busques mas, no puedo esperarte quiero una vida, quiero salir con alguien sin tener que estar mirando hacia atrás por si, no puedo Mario, lo siento pero lo
Por la mañana, cuando me desperté me quedé mirando como dormía Robert a mi lado en la cama, dándome cuenta de sus perfectos pectorales, la pelusilla que tenía en su pecho, sus suaves y carnosos labios que esa noche me volvió loca de placer, baje mi mirada hasta donde pude viendo lo bien desarrollado que tenía todo, sonreí levantándome de la cama, entre en el cuarto de baño para ducharme, cuando termine, tape mi cuerpo con la toalla acercandome a la cocina para ponerme una taza de café, acercandome después al salón, sentándose en el sofa con mi taza de café en mi mano— Buenos días, creo que has pasado una buena noche ¿no? — me pregunto Sandra que en ese momento entraba en el salón con su gran taza de cereales, sentándose a mi lado— Buenos días a ti tambien y si he pasado una estupenda noche — le dije sonriendo— Me alegro Sofia, Robert es un buen hombre y se nota lo enamorado que está de ti —- me dijo Sandra— Pero eso no quita que aun ame a Mario, siempre será el amor de mi vida — l
Mario se levantó del sofá igual que yo sin dejar de mirarnos a los ojos, se acerco a mi, rozando sus labios con los míos susurrandome en mi boca cuanto me amaba, rodeo mi cuerpo con mis brazos, poniendo mis piernas en sus caderas, acercandonos hasta mi dormitorio, entre besos nos quitamos la ropa, tumbandonos en la cama poniendose Mario encima mía, acariciando mi pelo mientras nos mirábamos—- Te amo Sofi, en cuanto pueda me divorcio, no quiero perderte no lo soportaría, mi amor — me dijo Hicimos dos veces el amor, apasionadamente, como dos novios que hacía tiempo que no se veían, gritamos de placer, chillamos nuestro amor a los cuatro vientos, nos fundimos en un solo ser, mientras nuestro clímax se adueñaba de los dos, nos besamos con pasión, deseo y lujuria sintiendo cada uno que ese momento era un doloroso adiós, pero nos amamos y nos hicimos el amor sin pensar en el mañana, aunque teniamos muy claro que ese era un doloroso adiós o un hasta siempre. Cuando descansamos un poco y re
Aunque cruzamos nuestras miradas Mario y yo, no quise decirle a Robert quien estaba también en el Club, esperando a que Mario y su amigo se marcharan, pero en vez de marcharse, lo que hicieron los dos es acercarse hasta donde estábamos los cuatro sentados— Buenas noches, Robert ¿me permites que baile con Sofia? — preguntó MarioRobert y yo nos miramos, viendo el semblante de su cara muy serio— Lo siento Mario, pero prefiero estar con mi prometido — le dije— Pro, prometido ¿has dicho? — preguntó Mario tartamudeando— Si eso dicho, por cierto ¿donde has dejado a tu esposa esta noche?— pregunté, viendo cómo de pronto y sin esperarmelo Mario se giro marchandose de aquel lugar seguido por su amigo Leandro— Gracias por hacer lo que has hecho, te amo Sofia — me dijo Robert mientras mordisqueaba mi cuelloYa de madrugada y cansados nos marchamos del club, subimos al coche de Robert viendo que no cogía la dirección que nos llevaba a mi casa, pero no quise decirle nada, cuando aparco el coc
Estuve llamando a Mario sin cesar, pero no me cogia la llamada, asi que decidida me fui a mi dormitorio, me quité el pijama poniendome seguidamente un vestido y los zapatos, cogi mi movil y mi bolso marchandome del dormitorio hacia la entrada de la casa— Espera un momento señorita ¿dónde vas Sofia? — me pregunto Claudia— Al hospital Mario debe estar mal y yo quiero estar con él — le dije— Espero que sepas lo que haces, después de lo que has pasado con Mario — me dijo Claudia— Tranquila, voy como amiga, para estar con un amigo que lo está pasando mal en estos momentos— le dije, despidiendome seguidamente de ClaudiaSalí a la calle y pare el primer taxi que vi, subiendo a el, diciéndole al conductor dónde quería que me llevara, una vez que paro en la puerta del hospital, le pagué al hombre bajándome del vehículo, entrando enseguida dentro del hospital acercandome a recepción, para que me dijera la señorita que estaba atendiendo a los pacientes que allí había, donde estaban Vanesa y
Los días siguientes, fue la pregunta más nombrada en la casa, ¿que haría Mario ahora ya que era libre?, Robert y yo seguimos saliendo como una pareja comprometida, pero a la semana siguiente del accidente donde murió el suegro de Mario, la melodía de mi movil empezo a sonar en la madrugada, encendí la luz de la lamparilla, cogi el telefono de encima de la mesita viendo que era Mario el que me llamaba,— ¿Qué te pasa? ¿estás bien? — pregunté— Estoy en la puerta de tu casa, te espero no tardes — me dijo—- Por favor Mario, marchate a tu casa, no son horas — le dije— Sofia si no vienes, tocaré y tocaré el timbre de tu casa hasta que me abras la puerta – me dijo— Mario por favor, estás borracho vete a casa — le dije terminando la llamadaDeje mi móvil encima de la mesilla, quedandome con los ojos abiertos pensativa, pero de pronto escuche tocar el timbre de la casa sin cesar, teniendo que levantarme de la cama corriendo para que no despertara a mis amigas, me acerque hasta la puerta y