Cuando bajamos las escaleras, Mario me miró guiñandome un ojo, comprendiendo por ese gesto que nos volveríamos a ver y que me amaba, me acerque a la barra acercándose el camarero a mi muy sonriente— ¿Que te pongo preciosa? — me pregunto— Ponle a bella un cosmopolitan invita la casa — escuche la voz de Karla— Gracias karla por todo, ha sido maravilloso — le dije— Mario me dijo que cada vez que te vea en el club, que lo llame, que dejara todo por estar aunque sea un minuto contigo — me dijo— La verdad que lo vi en el restaurante pensando con su esposa y no se como ha podido llegar tan pronto, hay veces que me impresiona — le dije— Fueron por separado al restaurante el y esa pija, la ha dejado en la puerta del restaurante y ha venido hacia TENTACIONE en cuanto lo he llamado, eso es amor bella, que no te quede ninguna duda de cuánto te ama, no sabes la suerte que tienes con Mario — me dijo Karla— Buenos creo que hoy me tendré que ir sola, mis amigas no han terminado con sus hombres
Mi amiga y Claudia entraron en el salón, mientras Robert y yo estábamos hablando riendo él cuando vio a mi amiga ya que parecía un fantasma andante, con el pelo escudriñado y el camisón blanco, andando con su cabeza cabizbaja mirando al suelo— ¿Qué te pasa Sandra? te has adelantado a Halloween, vaya pinta que llevas — le dijo Robert haciéndonos reír a todas.— Robert, nadie te ha dicho que tienes las gracias en tu culo — le dijo Sandra, riendose despues—- Sofía qué te parece si te invito esta noche a cenar ¿qué me dices, te apetece? — me dijo Robert— Hoy no puedo lo siento, tengo que preparar el equipaje para mañana, salgo de mi casa a primera hora, quiero llegar a ese magnifico pueblo pronto, ya he quedado con mi amiga pronto en la estación — le dije— ¿A dónde te vas mañana?Perdona pero ahora mismo no estoy en mi mejor momento, ¿donde has dicho que te vas Sofia? — me preguntó mi amiga Sandra— Al pueblo donde me acogieron con cariño, me ha llamado mi amiga Carol invitandome a su
Cuando Lorei pudo se reunió con nosotras tres, marchandonos de la cafetería hacia la plaza mayor del pueblo donde habían ferias, música y varias zonas de ocio, donde los niños del pueblo se estaban divirtiendo mucho con sus padres. Nos sentamos en las mesas que había para tomarnos un helado ya que hacía bastante calor— Buenas noches señoritas, ¿Sofía puedo hablar contigo a solas, por favor? — escuche la voz de John, viéndolo de pronto enfrente de nosotras cuatro— Sofía no tiene porque hablar contigo a solas, si quieres algo, habla aquí delante de nosotras — le dijo Sandra muy enfadada— Sandra tranquila ahora vengo no te preocupes — le dije levantándome de la sillaJohn y yo nos fuimos lejos de donde estaba la gente dando un paseo, hasta que nos paramos entre los árboles que habían— ¿Qué quieres de mí, John? me encarcelaron por tu culpa, estuve varios meses presa y no diste la cara por mi, ahora que quieres y sé rápido que como ves me están esperando mis amigas — le dije — Sofía y
Al dia siguiente me levanté nerviosa de la cama, ya que la noche anterior le mande a Mario la ubicación de donde nos encontrábamos mi amiga Sandra y yo, entre en el cuarto de baño, me quite la ropa metiendome seguidamente en la ducha, dejando que el agua golpeara mi cuerpo para relajarme, sali de la ducha y con una toalla tapando mi cuerpo volví al dormitorio para vestirme, después baje hacia la cocina para tomarme mi taza de café sentada en una de las sillas de la cocina.— Buenos días, espero que hayas dormido bien — me dijo Carol— He dormido como los ángeles, gracias por vuestra ayuda, anoche no sé qué hubiera pasado si no viene Harry a ayudarme y vosotras a calmarme — le dije— Es la ley del pueblo, aquí todos ayudamos a quien nos necesita, así que no tienes que darnos las gracias — me dijo— Buenos dias, jamas he dormido como esta noche, Carol ¿me dejas quedarme en tu casa contigo?, me encanta la cama y me encanta el pueblo, aunque hayan algunos capullos viviendo por aquí como e
Robert no se movió de mi habitación, solamente se marchaba cuando venían mis amigas a verme, para que él pudiera visitar a sus pacientes, volviendo a la habitación donde yo estaba cuando terminaba sus visitas, una noche que estábamos los dos hablando, escuchamos como tocaban a la puerta de la habitación, viendo entrar a Mario con un precioso ramo de rojas rojas—¿Puedo pasar? — preguntó Mario— Si claro pasa, os dejo a solas — dijo Robert, dándome un beso en los labios, marchandose de la habitacion despues— ¿Cómo estás mi amor? fui a aquel pueblo como te dije y una mujer muy simpática me dijo que te había pasado, leí el mensaje que me escribistes, pero no te voy a dejar marchar de mi lado Sofía, eres todo en mi vida, cariño — me dijo Mario— No podemos seguir Mario, hasta que puedas divorciarte de Vanesa, hazme un favor, ya no me busques mas, no puedo esperarte quiero una vida, quiero salir con alguien sin tener que estar mirando hacia atrás por si, no puedo Mario, lo siento pero lo
Por la mañana, cuando me desperté me quedé mirando como dormía Robert a mi lado en la cama, dándome cuenta de sus perfectos pectorales, la pelusilla que tenía en su pecho, sus suaves y carnosos labios que esa noche me volvió loca de placer, baje mi mirada hasta donde pude viendo lo bien desarrollado que tenía todo, sonreí levantándome de la cama, entre en el cuarto de baño para ducharme, cuando termine, tape mi cuerpo con la toalla acercandome a la cocina para ponerme una taza de café, acercandome después al salón, sentándose en el sofa con mi taza de café en mi mano— Buenos días, creo que has pasado una buena noche ¿no? — me pregunto Sandra que en ese momento entraba en el salón con su gran taza de cereales, sentándose a mi lado— Buenos días a ti tambien y si he pasado una estupenda noche — le dije sonriendo— Me alegro Sofia, Robert es un buen hombre y se nota lo enamorado que está de ti —- me dijo Sandra— Pero eso no quita que aun ame a Mario, siempre será el amor de mi vida — l
Mario se levantó del sofá igual que yo sin dejar de mirarnos a los ojos, se acerco a mi, rozando sus labios con los míos susurrandome en mi boca cuanto me amaba, rodeo mi cuerpo con mis brazos, poniendo mis piernas en sus caderas, acercandonos hasta mi dormitorio, entre besos nos quitamos la ropa, tumbandonos en la cama poniendose Mario encima mía, acariciando mi pelo mientras nos mirábamos—- Te amo Sofi, en cuanto pueda me divorcio, no quiero perderte no lo soportaría, mi amor — me dijo Hicimos dos veces el amor, apasionadamente, como dos novios que hacía tiempo que no se veían, gritamos de placer, chillamos nuestro amor a los cuatro vientos, nos fundimos en un solo ser, mientras nuestro clímax se adueñaba de los dos, nos besamos con pasión, deseo y lujuria sintiendo cada uno que ese momento era un doloroso adiós, pero nos amamos y nos hicimos el amor sin pensar en el mañana, aunque teniamos muy claro que ese era un doloroso adiós o un hasta siempre. Cuando descansamos un poco y re
Aunque cruzamos nuestras miradas Mario y yo, no quise decirle a Robert quien estaba también en el Club, esperando a que Mario y su amigo se marcharan, pero en vez de marcharse, lo que hicieron los dos es acercarse hasta donde estábamos los cuatro sentados— Buenas noches, Robert ¿me permites que baile con Sofia? — preguntó MarioRobert y yo nos miramos, viendo el semblante de su cara muy serio— Lo siento Mario, pero prefiero estar con mi prometido — le dije— Pro, prometido ¿has dicho? — preguntó Mario tartamudeando— Si eso dicho, por cierto ¿donde has dejado a tu esposa esta noche?— pregunté, viendo cómo de pronto y sin esperarmelo Mario se giro marchandose de aquel lugar seguido por su amigo Leandro— Gracias por hacer lo que has hecho, te amo Sofia — me dijo Robert mientras mordisqueaba mi cuelloYa de madrugada y cansados nos marchamos del club, subimos al coche de Robert viendo que no cogía la dirección que nos llevaba a mi casa, pero no quise decirle nada, cuando aparco el coc