Dos días después de hacerme la cesarea y la muerte de mi pequeña, la doctora me dio el alta, entre en el cuarto de baño acompañada de Claudia que me ayudó a vestirme ya que la cicatriz que tenia aun me dolia y no podía ponerme de pie muy bien, volviendo a entrar en la habitación una vez vestida, viendo a Robert sentado en la cama donde estaba, vestido con pantalones vaqueros ajustados y un polo que le marcaba su perfecto abdomen— Que guapo estas, siempre te he visto con la bata y me he quedado sorprendida al verte con ropa informal — le dijo Claudia— Gracias por el piropo Claudia, Sofía cielo ¿estás lista para marcharnos? — me preguntó Robert— Puedes pedir una ambulancia para que me lleve a mi casa — le respondí— No, os llevo yo en mi coche a vuestra casa, además tengo aquí la silla de ruedas para hacer carreras contigo por los pasillos — me dijo sonriendo, pero yo no tenía ganas de bromas en ese momentoMe senté en la silla de ruedas llevándome Robert hasta el ascensor, cuando ya
Pasaron los dias y ya no supe nada de Mario, aunque lo llamaba a diario por telefono, nunca respondio a mis llamadas, haciendome sentir mal, ya que necesitaba hablar con el para saber por su estado de salud y para decirle lo de mi aborto, pero no habia manera de acercarse a él ya que los guardaespaldas que le puso el padre de su esposa, no nos dejaba a mis amigas y a mi verlo. Un día cansada de no saber nada de Mario, tuve la peor idea que jamás pude tener, acercarme al hotel cuando ya sabía que estaba trabajando. Entre en el hotel dirigiendome hacia su despacho viendo a un guardaespaldas en su puerta, me acerque al hombre como si fuera una clienta del hotel— Señorita no se puede pasar si no tiene cita con el director — me dijo el guardaespaldas— Soy una cliente y quiero darle una queja al director, así que si no sale él, entró yo, usted decide cómo quiere que lo haga — le respondí— Esta bien hablare con el, digame como se llama usted — me dijo— Me llamo Sofia, y estoy en la habit
Después de cenar en el restaurante, las cuatro amigas pagamos levantandonos de nuestras sillas, pasando por delante de la mesa donde estaban Mario y su pija esposa, cruzando mi mirada con la de Mario, ya en la calle paramos un taxi, que nos llevó hasta el club TENTACIONE, por que mi amiga Alicia se lo dijo al conductor, bajamos del vehículo después de pagar, saludamos al portero entrando las cuatro dentro donde la chica que había en la puerta nos cedió las correspondiente máscaras, entramos al fin en el club, pidiendo las cuatro para empezar la noche un tequila, sentandonos en los asientos que vimos que estaban libres, viendo a Karla la encargada del local acercarse a donde estabamos nosotras.— Que alegría volver a veros chicas por mi Club, hola bella a ti hacía tiempo que no te veia por aqui — me dijo— ¿Qué tal Karla? cada dia estas mas guapa, — le dijo mi amiga Alicia, mientras nos reíamos las cuatro— Gracias por el piropo, a vosotras también os veo esta noche preciosas — nos dij
Cuando bajamos las escaleras, Mario me miró guiñandome un ojo, comprendiendo por ese gesto que nos volveríamos a ver y que me amaba, me acerque a la barra acercándose el camarero a mi muy sonriente— ¿Que te pongo preciosa? — me pregunto— Ponle a bella un cosmopolitan invita la casa — escuche la voz de Karla— Gracias karla por todo, ha sido maravilloso — le dije— Mario me dijo que cada vez que te vea en el club, que lo llame, que dejara todo por estar aunque sea un minuto contigo — me dijo— La verdad que lo vi en el restaurante pensando con su esposa y no se como ha podido llegar tan pronto, hay veces que me impresiona — le dije— Fueron por separado al restaurante el y esa pija, la ha dejado en la puerta del restaurante y ha venido hacia TENTACIONE en cuanto lo he llamado, eso es amor bella, que no te quede ninguna duda de cuánto te ama, no sabes la suerte que tienes con Mario — me dijo Karla— Buenos creo que hoy me tendré que ir sola, mis amigas no han terminado con sus hombres
Mi amiga y Claudia entraron en el salón, mientras Robert y yo estábamos hablando riendo él cuando vio a mi amiga ya que parecía un fantasma andante, con el pelo escudriñado y el camisón blanco, andando con su cabeza cabizbaja mirando al suelo— ¿Qué te pasa Sandra? te has adelantado a Halloween, vaya pinta que llevas — le dijo Robert haciéndonos reír a todas.— Robert, nadie te ha dicho que tienes las gracias en tu culo — le dijo Sandra, riendose despues—- Sofía qué te parece si te invito esta noche a cenar ¿qué me dices, te apetece? — me dijo Robert— Hoy no puedo lo siento, tengo que preparar el equipaje para mañana, salgo de mi casa a primera hora, quiero llegar a ese magnifico pueblo pronto, ya he quedado con mi amiga pronto en la estación — le dije— ¿A dónde te vas mañana?Perdona pero ahora mismo no estoy en mi mejor momento, ¿donde has dicho que te vas Sofia? — me preguntó mi amiga Sandra— Al pueblo donde me acogieron con cariño, me ha llamado mi amiga Carol invitandome a su
Cuando Lorei pudo se reunió con nosotras tres, marchandonos de la cafetería hacia la plaza mayor del pueblo donde habían ferias, música y varias zonas de ocio, donde los niños del pueblo se estaban divirtiendo mucho con sus padres. Nos sentamos en las mesas que había para tomarnos un helado ya que hacía bastante calor— Buenas noches señoritas, ¿Sofía puedo hablar contigo a solas, por favor? — escuche la voz de John, viéndolo de pronto enfrente de nosotras cuatro— Sofía no tiene porque hablar contigo a solas, si quieres algo, habla aquí delante de nosotras — le dijo Sandra muy enfadada— Sandra tranquila ahora vengo no te preocupes — le dije levantándome de la sillaJohn y yo nos fuimos lejos de donde estaba la gente dando un paseo, hasta que nos paramos entre los árboles que habían— ¿Qué quieres de mí, John? me encarcelaron por tu culpa, estuve varios meses presa y no diste la cara por mi, ahora que quieres y sé rápido que como ves me están esperando mis amigas — le dije — Sofía y
Al dia siguiente me levanté nerviosa de la cama, ya que la noche anterior le mande a Mario la ubicación de donde nos encontrábamos mi amiga Sandra y yo, entre en el cuarto de baño, me quite la ropa metiendome seguidamente en la ducha, dejando que el agua golpeara mi cuerpo para relajarme, sali de la ducha y con una toalla tapando mi cuerpo volví al dormitorio para vestirme, después baje hacia la cocina para tomarme mi taza de café sentada en una de las sillas de la cocina.— Buenos días, espero que hayas dormido bien — me dijo Carol— He dormido como los ángeles, gracias por vuestra ayuda, anoche no sé qué hubiera pasado si no viene Harry a ayudarme y vosotras a calmarme — le dije— Es la ley del pueblo, aquí todos ayudamos a quien nos necesita, así que no tienes que darnos las gracias — me dijo— Buenos dias, jamas he dormido como esta noche, Carol ¿me dejas quedarme en tu casa contigo?, me encanta la cama y me encanta el pueblo, aunque hayan algunos capullos viviendo por aquí como e
Robert no se movió de mi habitación, solamente se marchaba cuando venían mis amigas a verme, para que él pudiera visitar a sus pacientes, volviendo a la habitación donde yo estaba cuando terminaba sus visitas, una noche que estábamos los dos hablando, escuchamos como tocaban a la puerta de la habitación, viendo entrar a Mario con un precioso ramo de rojas rojas—¿Puedo pasar? — preguntó Mario— Si claro pasa, os dejo a solas — dijo Robert, dándome un beso en los labios, marchandose de la habitacion despues— ¿Cómo estás mi amor? fui a aquel pueblo como te dije y una mujer muy simpática me dijo que te había pasado, leí el mensaje que me escribistes, pero no te voy a dejar marchar de mi lado Sofía, eres todo en mi vida, cariño — me dijo Mario— No podemos seguir Mario, hasta que puedas divorciarte de Vanesa, hazme un favor, ya no me busques mas, no puedo esperarte quiero una vida, quiero salir con alguien sin tener que estar mirando hacia atrás por si, no puedo Mario, lo siento pero lo