Después de la discusión que tuvimos John y yo en su casa, nos marchamos, subiendo a su coche para llevarme hasta mi casa, cuando aparco enfrente del edificio, me fui a bajar del auto, pero rodeo mis hombros acercandome a él, pegando su boca a la mía, bailando su lengua dentro de mi boca, separándose de mí cuando ya nos faltaba el oxígeno— Te recogeré mañana por la mañana, aquí en tu casa para ir juntos al hotel, espero no tener que llevarte a mi casa y encerrarte, haz lo que te he dicho, ¿entendido? — me dijo— De acuerdo lo haré, ahora me marcho — le dije bajando de aquel auto dirigiendome hacia la entrada del edificioSubí las escaleras deprisa, abri la puerta de mi casa viendo a Claudia salir de la cocina con el semblante de su cara muy serio— Cariño ¿qué te ha pasado esta mañana? las vecinas me han comentado que te ha llevado la policía esposada de tu casa — me dijo— Si es verdad, pero todo ha sido un error tranquila, ya está todo aclarado ¿y mi hermana? ¿como esta? — pregunte
Volvi a entrar en la habitación, dandome cuenta de que mi hermana estaba dormida, cogi mi bolso y despacio me marché de allí, para irme a la calle, donde seguramente pensé que ya me estaba esperando John. Cuando salí del hospital, me fije en un coche que se acercó hasta donde yo estaba viendo a John dentro, entre en el coche, marchandonos de aquel lugar— Por favor, no quiero que mi hermana se despierte y se de cuenta de que no estoy con ella — le dije— Serán unos minutos, tampoco voy a ir tan lejos — me dijo, parando el coche en una zona de descanso que estaba oscura y solitaria— Baja del coche — me dijo, abriendo John su puerta y bajandoBaje del coche, dirigiendome hacia la parte delantera del coche, John cogió mi mano, abriendo las puertas traseras de su automóvil— Quítate el vestido y ponte en el asiento como la perra que eres, vas a probar algo que seguro que ese espagueti no te ha dado a probar — me dijo— ¿Qué me vas a hacer? tengo que volver al hospital, por favor — le res
Me levanté de aquella cama, marchandonos Claudia y yo hacia la calle, viendo en la misma entrada el coche de Mario, estando él dentro de su automóvil mirándonos— ¿Quieres que nos vayamos con él? — me pregunto Claudia— No vete tú con él, yo prefiero caminar un rato, debo de pensar estoy muy nerviosa, vete con Mario ya nos veremos en mi casa — le dije marchandome yo en el sentido contrario de donde estaba aparcado Mario con su cocheApenas había andado unos metros cuando un coche se paró a mi lado viendo a John dentro— Sube ahora mismo al coche — me dijo — No quiero, prefiero andar un poco — le dije— Te he dicho que subas y no te conviene que me veas enfadado Sofia — me dijoSubí a su coche, sentandome en el asiento del copiloto, mirándonos John y yo a los ojos— ¿Que ha venido el espagueti a por ti? ¿Qué te dije ayer? — me preguntó— Yo no lo he llamado, no puedes culparme a mí de lo que él haga — respondí— Asi me gustas, que seas respondona,pero yo se como dominarte, vamonos a m
Cuando Mario y yo cruzamos nuestras miradas, los latidos de mi corazón iban a más de mil por hora, quedando inmovil al lado de la puerta de su despacho, viendo sentado en una silla a su lado a su amigo, que nos miraba a Mario y a mi como si estuviera viendo un partidos de tenis en directo— Leandro por favor, marchate y déjanos a solas — le dijo Mario, levantandose su amigo de la silla, marchandose seguidamente de aquel despacho— ¿Qué puedo hacer por ti? o mejor dicho – dijo levantandose del sillón– quiero que te pongas de rodillas y me des placer, ¿no es eso lo que le hacías a John cuando venías a su despacho? — me dijo mientras se acercaba a donde yo estaba— Mañana te entregaré mi dimisión, ha sido un error venir — le dijeMario me cogió de los brazos con sus manos empotrandome entre la puerta y su cuerpo, quedando nuestras bocas a milímetros— No lo admitiré, seguirás trabajando en este hotel para mi hasta que me digas quien es el padre del bebe que tienes en tu vientre, ¿entend
Nos marchamos de aquel restaurante, parando John su vehículo después, a unos metros donde estaba mi casa. Me fui dando un paseo hasta el edificio, entre y subiendo las escaleras, llegue a mi casa, me senté en el sofá poniendo la cabeza en el respaldo, mientras las lágrimas caían por mis mejillas solas, ya que la casa estaba muy silenciosa, me levanté del sofá cogi mi movil de mi bolso para llamar al Club TENTACIONE, cuando contestaron a mi llamada, pregunté por Karla la encargada de aquel Club— ¿Dígame? — la escuche preguntar— Karla soy bella, no se si te acordaras de mi — le dije— Claro que me acuerdo de ti ¿como estas bella? — me pregunto— Bien, pero necesito pasarme por tu club, ¿puedo ir ahora? — pregunte— Claro que si, vente ya para el club, yo te espero con los brazos abiertos, te espero entonces — me dijo, terminando las dos la llamadaMe marché a la calle, y pare un taxi, subí a el dándole al conductor la dirección donde estaba el club, cuando llegamos le pagué al conduct
Al entrar en el salón de mi casa con mi equipaje ya preparado en la mano, se me callo al ver a Mario dentro, mirándonos los dos fijamente a los ojos, hipnotizandome sus preciosos ojos verdes.— ¿Qué haces aquí? ya te puedes ir marchando de mi casa, nadie te ha invitado a venir — le dije— Sofia por favor hablemos, creo que estas muy confusa por todo lo que te esta pasando — me dijo Mario—- Creo te equivocas, no estoy confusa, solamente quiero que desaparezcas de mi vida para siempre, por favor — le dijePero Mario se acercó hasta donde yo estaba, rodeo mi cintura con su brazo, puso su mano en mi nuca, pegando su boca a mi boca, besandome con deseo, pasion y lujuria mientras su lengua bailaba dentro de mi boca, apartandonos cuando ya nos faltaba el oxígeno, mirándonos los dos a los ojos— Casate conmigo — me dijo, escuchando de mi amiga Sandra un “oh”, y a mí dejándome estupefacta por su petición— ¿Qué has dicho? — pregunte— Que te cases conmigo, no tengo anillo para ponerte, pero p
Mario me soltó mis brazos poniendo una de sus rodillas en el suelo, sacando del bolsillo de su chaqueta una cajita envuelta en raso, abriendola, mientras los dos nos mirabamos fijamente a los ojos— Sofia, sabes que te amo como nunca ame a ninguna mujer, ¿aceptas ser la señora Angeletti? — me pregunto mientras una lágrima rodaba por mis mejillas— Mario, por favor ponte de pie — le dije sintiendo mis mejilla sonrojadas— No voy a levantarme hasta que me digas que sí que te casaras conmigo — me dijoPero en vez de contestarle y con los nervios a flor de pie, me fui hacia la puerta, abri el cerrojo y abriendo la puerta me marché del despacho corriendo, entre en el cuarto donde nos cambiábamos de ropa, cogi mi bolso y corrí hacia las escaleras, marchando seguidamente del hotel, Ya en la calle, ande pensativa tropezando con la gente que iba en dirección contraria a donde yo andaba, hasta que sin darme cuenta llegué al hospital agotada, ya que las nauseas volvieron a hacer acto de presenci
Estuve despierta hasta que me asegure de que Mario ya estaba durmiendo, me levanté de la cama y como si fuera una ladrona, me marché del dormitorio hacia el salón. Como ya estaba vestida, cogi mi bolso, marchandome de aquella preciosa casa, cerrando la puerta despacio para no despertar a Mario. Una vez en la calle, me fui dando un paseo aunque no había nadie en la calle y estaba ciertas zonas muy oscuras, cuando ya me canse de andar, me senté en un banco que había en la calle, saqué el móvil de mi bolso y llame a un taxi, que tardó en llegar bastante tiempo, subí en él dándole al conductor la dirección de mi casa, al llegar, le pagué al hombre, baje del coche dirigiendome a la entrada del edificio para subir hasta la planta de mi casa. Abri la puerta, pero cuando la iba a cerrar, me di cuenta de que alguien puso un pie impidiendo cerrar, encendí la luz del pasillo viendo enfrente mía a John, que empujándome entró en la casa— ¿Qué quieres? Lárgate de mi casa ahora — le grite, recibien