Brith sintió como si sus palabras fueran bofetadas, una tras otra. Pero lo peor vino después. Cuando, sin pensarlo, dijo las palabras que sellarían su destino."Después de todo, sigues siendo mi esposa. Y no he firmado el divorcio. Aún eres mi esposa, y te toca obedecerme."El sonido de la bofetada resonó en la oficina, dejando a Brith atónito. Su mejilla ardía, pero lo que más le dolió fue la mirada de furia en los ojos de Brihana."¡Lárgate de aquí antes de que haga que este edificio se derrumbe contigo dentro!" rugió, su voz llena de una furia contenida durante demasiado tiempo.Brith la miró, sorprendido por la intensidad de su reacción. Finalmente, sin decir una palabra más, se dio la vuelta y salió de la oficina.Antes de irse, dijo en voz baja:"La abuela vuelve a casa. Te espero allá."El viento soplaba con fuerza aquella tarde, como si el clima reflejara la tensión que se respiraba en el ambiente. Brihana estaba sentada en el sofá de su sala, con una copa de vino en la mano, o
La cena fue un espectáculo incómodo para ambos. Brith y Brihana estaban sentados uno frente al otro, mientras Eleanor hablaba animadamente sobre sus viajes y anécdotas familiares. Ambos fingían sonrisas y asentían en los momentos adecuados, pero la tensión entre ellos era palpable.Brith no podía dejar de mirar a Brihana. Su rostro estaba sereno, pero sus ojos evitaban encontrarse con los suyos. Cada vez que ella levantaba la copa para beber, sus movimientos eran precisos, casi mecánicos, como si estuviera siguiendo un guion.Por su parte, Brihana sentía cómo la mirada de Brith la quemaba. Sabía que él la estaba observando, pero se negaba a mirarlo. No quería darle la satisfacción de pensar que aún le importaba.En un momento, Eleanor comentó algo que hizo que ambos se congelaran."Espero que pronto me den la noticia de un bisnieto. Ya es hora, ¿no creen?"Brith casi derramó el vino que estaba bebiendo, mientras que Brihana apretó los cubiertos con fuerza. Sus ojos se encontraron por
De repente, sintió un movimiento en la cama. Abrió los ojos de golpe y se giró justo a tiempo para ver a Brith intentando acostarse a su lado."¿Qué demonios crees que estás haciendo?" —exclamó, su voz baja pero cargada de furia."Esto es ridículo, Brihana" respondió Brith, su tono cansado. "No puedo dormir en ese sofá. Es incómodo, y además, si alguien entra, será obvio que no estamos durmiendo juntos."Antes de que pudiera decir algo más, sintió una patada en el costado que lo hizo caer de la cama. El impacto fue lo suficientemente fuerte como para hacerlo gruñir de dolor, y cuando levantó la vista, encontró a Brihana mirándolo con una mezcla de furia y satisfacción."¡Quédate en el sofá!" dijo ella, señalándolo con un dedo. "No tienes derecho a compartir esta cama conmigo. No después de todo lo que has hecho."Brith se levantó lentamente, frotándose el costado donde había recibido la patada. Su rostro estaba enrojecido, tanto por la furia como por la vergüenza. Sus ojos, normalment
"¡Suéltame, Brith!" exigió ella, girando la cabeza para mirarlo con furia. Sus ojos brillaban con una mezcla de enojo y algo más, algo que no quería admitir. "No tienes derecho a tocarme. No después de lo que hiciste."Brith la miró fijamente, sus ojos oscuros llenos de emociones que no podía expresar con palabras. Su mandíbula estaba apretada, y sus labios formaban una línea tensa, pero sus manos, que descansaban sobre su cintura, eran sorprendentemente suaves."Lo sé" dijo finalmente, su voz apenas un susurro. "Sé que no merezco esto. Pero... no puedo evitarlo. Te necesito, Brihana. Siempre te he necesitado."Las palabras de Brith la desarmaron por un momento, y su cuerpo dejó de resistirse. Pero su mente seguía luchando, recordándole todo el dolor que él le había causado. Cerró los ojos con fuerza, tratando de bloquear las emociones que comenzaban a aflorar."Esto no cambia nada" dijo ella finalmente, su voz temblando ligeramente. "No significa nada."Brith no respondió. Simplement
Brith la observó en silencio, sus ojos siguiendo cada uno de sus movimientos. Había algo en su postura, en la forma en que mantenía la barbilla en alto y los hombros rectos, que lo hacía admirarla aún más. Pero también sabía que había cruzado una línea, y aunque no lo admitiría en voz alta, se sentía culpable.Cuando bajaron al comedor, la abuela Eleanor ya estaba sentada a la mesa, bebiendo su té con una elegancia que parecía innata. Levantó la vista al verlos entrar, y una sonrisa leve se dibujó en sus labios.—Buenos días —dijo, observándolos con atención. —Espero que hayan dormido bien.Brihana, que estaba sirviéndose una taza de café, se tensó ligeramente al escuchar esas palabras. Brith, por su parte, mantuvo una expresión neutral, pero había una leve sombra de incomodidad en sus ojos.—Dormimos bien, gracias —respondió Brihana, esforzándose por sonar casual.—¿De verdad? —preguntó la abuela, arqueando una ceja con una expresión que dejaba claro que no se le escapaba nada. —Pare
Brith llegó al aeropuerto y estacionó el auto en silencio. Caminó hacia la terminal con pasos lentos, como si algo invisible lo estuviera reteniendo. Cuando finalmente vio a Sofía, su corazón dio un vuelco. Estaba tan hermosa como siempre, con su cabello perfectamente arreglado, su vestido ajustado que resaltaba sus curvas, y esa sonrisa que siempre lograba desarmarlo."Brith" dijo ella, acercándose con una mezcla de alivio y coquetería. "Sabía que vendrías."Él asintió, pero no dijo nada. Algo en su interior se sentía… diferente. Antes, la presencia de Sofía lo llenaba de emoción, de adrenalina, pero ahora, todo lo que sentía era una especie de vacío."¿Estás bien?" preguntó ella, ladeando la cabeza mientras lo miraba con curiosidad."Estoy bien" mintió. "¿Cómo fue tu vuelo?"Sofía comenzó a hablar, contándole sobre su viaje, sobre las cosas que había dejado atrás para venir a verlo, pero Brith apenas la escuchaba. Su mente estaba en otra parte, en otra persona. Podía ver el rostro d
En otro rincón de la ciudad, el teléfono de Brith vibraba insistentemente sobre la mesa de su oficina. Estaba revisando unos documentos importantes cuando el sonido lo sacó de su concentración. Al principio, ignoró las notificaciones, pero el zumbido constante lo obligó a mirar la pantalla. Lo que vio lo dejó helado.Un titular en letras mayúsculas acompañaba una serie de fotografías: “BRITH CARTIER Y SOFÍA: ¿RECONCILIACIÓN EN EL AEROPUERTO?”. Las imágenes eran claras, demasiado claras. Allí estaba él, de pie frente a Sofía, con una expresión seria mientras ella lo miraba con una sonrisa triunfante. Aunque no había ningún gesto comprometedor, la cercanía entre ambos y el contexto eran suficientes para encender las llamas del escándalo.Brith sintió cómo un nudo se formaba en su estómago. Su mandíbula se tensó, y sus ojos se oscurecieron mientras seguía desplazándose por las imágenes y leyendo los comentarios venenosos que ya comenzaban a circular en las redes sociales. La gente no tar
Brihana cruzó los brazos frente a su pecho, mirándolo fijamente."¿Entonces? "preguntó, su tono neutral pero con un filo que cortaba como un cuchillo. "¿Qué excusa tienes esta vez?"Brith respiró profundamente, pasando una mano por su cabello mientras trataba de encontrar las palabras adecuadas."No hay excusas" dijo finalmente. "Fui al aeropuerto porque pensé que era lo correcto, pero no debí hacerlo. Y ahora, todo esto…""Todo esto es exactamente lo que esperaba" lo interrumpió ella, su voz cargada de amargura. "Sabía que no podía confiar en ti, Brith. Y estas fotos solo lo confirman.""Brihana, por favor, escúchame" dijo él, dando un paso hacia ella. "Sé que he cometido errores, pero te juro que esta vez es diferente. No quiero estar con Sofía. No quiero nada con ella.""¿Y cómo se supone que debo creerte?" preguntó ella, sus ojos llenos de lágrimas que se negaba a dejar caer. "¿Cómo puedo confiar en alguien que siempre me ha dado razones para dudar?"Brith no supo qué responder. S