Después de la tensa reunión, Brith se retiró a su oficina, sintiéndose como si hubiera sobrevivido a un campo de batalla. Cerró la puerta detrás de él y se dejó caer en su silla, soltando un largo suspiro."¿Por qué no me hice panadero?" murmuró para sí mismo, mientras masajeaba sus sienes. "Nadie se mete con los panaderos. Solo hacen pan y viven felices."Estaba a punto de darse un momento de paz cuando su teléfono comenzó a vibrar sobre el escritorio. Miró la pantalla y vio que era Sofía. Rodó los ojos y dejó que el teléfono sonara. No tenía energía para lidiar con ella en ese momento.Sin embargo, Sofía no era del tipo de persona que se rendía fácilmente. Cuando Brith no respondió, le envió un mensaje de texto. El teléfono vibró de nuevo, y esta vez, Brith no pudo resistir la curiosidad. Abrió el mensaje y leyó:"Brith, no tengo nada que ver con la foto. Alguien nos tomó esa foto en el hospital, pero no fui yo. Las personas están calumniándome. Por favor, créeme."El mensaje venía acomp
Mientras Tiffany y Amelia discutían, el teléfono de Tiffany vibró con una nueva notificación. Era un mensaje de una amiga en común, acompañado de un enlace a un video que se estaba volviendo viral en las redes sociales. Tiffany abrió el enlace sin pensarlo dos veces, y ambas comenzaron a ver el video.Era un clip de la conferencia de prensa, pero alguien lo había editado para incluir comentarios sarcásticos y memes. En una parte, aparecía Brith hablando con un tono serio, pero el editor había añadido subtítulos que decían: "No sé cómo llegué aquí, pero seguro que no fue mi culpa."En otra parte, Sofía aparecía con una sonrisa radiante, y los subtítulos decían: "La reina del drama ha llegado."Tiffany soltó una risa amarga."Mira esto" dijo, mostrando el video a Amelia. "Incluso los internautas se están burlando de ellos. ¡Y con razón! Esto es un circo." Amelia no pudo evitar sonreír ligeramente, aunque su sonrisa estaba teñida de tristeza. Sabía que las redes sociales podían ser crueles,
Brith avanzó unos pasos hacia ella, pero se detuvo al notar cómo Brihana se tensaba ligeramente. Era un gesto sutil, pero suficiente para que él entendiera que ya no tenía el derecho de acercarse a ella como antes."Quiero hablar contigo" dijo, tratando de sonar tranquilo, aunque su voz traicionaba su nerviosismo. "Sobre… todo esto. Sobre nosotros."Brihana soltó una risa amarga, una que no llegó a sus ojos."¿Ahora quieres hablar?" preguntó, inclinando ligeramente la cabeza. "¿Después de todo lo que has hecho? ¿Después de pedir el divorcio y humillarme públicamente? ¿Qué es lo que quieres, Brith? ¿Que te entienda? ¿Que te perdone?"Brith tragó saliva. Sabía que esto no sería fácil, pero escuchar esas palabras de ella era como un golpe directo al pecho."Sé que he cometido errores" comenzó, con un tono más bajo. "Pero estoy aquí porque quiero arreglar las cosas. Quiero que me escuches."Brihana lo miró fijamente, como si estuviera buscando algo en su rostro. Finalmente, se levantó del sof
Mientras tanto, Brith conducía sin rumbo fijo. Las luces de la ciudad pasaban a su alrededor, pero él apenas las veía. Su mente estaba llena de pensamientos caóticos, una maraña de emociones que no podía desenredar.Había salido de la casa pensando que podía arreglar las cosas, que podía convencer a Brihana de que lo perdonara, de que lo entendiera. Pero en lugar de eso, todo había terminado peor. Sus palabras no habían hecho más que abrir viejas heridas, y ahora se sentía más perdido que nunca.Apretó el volante con fuerza, sus nudillos blancos por la presión. Su mandíbula estaba tensa, y su rostro reflejaba una mezcla de frustración y desesperación. No sabía qué hacer, ni cómo arreglar el desastre que había creado.Finalmente, detuvo el auto frente a un bar. Era un lugar pequeño y discreto, con luces de neón parpadeantes y un letrero que decía "Abierto". Brith apagó el motor y salió del auto, sintiendo el aire fresco de la noche en su rostro.Pero el aire no hizo nada para calm
El apartamento estaba sumido en un silencio inquietante, roto solo por el leve zumbido del aire acondicionado. Brith estaba sentado en el borde de la cama, con los codos apoyados en las rodillas y las manos enterradas en su cabello desordenado. Había un ligero temblor en sus hombros, una señal de la lucha interna que lo consumía. Su camisa estaba desabotonada hasta la mitad, y el olor a alcohol aún se mezclaba con su perfume caro, creando un aroma que parecía gritar su desorden emocional.En la habitación, Sofía lo observaba desde la esquina, sus brazos cruzados sobre su pecho. Había algo en su postura, en la forma en que su pie golpeaba el suelo rítmicamente, que transmitía una mezcla de frustración y desesperación.Sus labios, pintados de un rojo intenso, estaban apretados en una fina línea, y sus ojos brillaban con una furia contenida. Caminaba de un lado a otro, como un animal enjaulado, incapaz de controlar la tormenta que se desataba dentro de ella."¿Por qué?" preguntó finalmente,
La mañana en la mansión de Brith comenzaba con una calma engañosa. Los rayos del sol se filtraban por las cortinas de las ventanas, iluminando el comedor principal con una calidez que contrastaba con la tensión invisible que comenzaba a formarse. Sofía ya estaba despierta, impecablemente vestida con un conjunto de seda color crema que resaltaba su figura. Su cabello estaba perfectamente peinado, y su maquillaje, aunque sutil, estaba diseñado para resaltar sus mejores rasgos. Había pasado horas frente al espejo, perfeccionando su imagen. Hoy no era un día cualquiera.Hoy, Sofía tenía un plan.Al bajar las escaleras, sus tacones resonaban en el mármol pulido, un sonido que parecía anunciar su presencia como una advertencia. Los sirvientes, acostumbrados a su actitud altiva, evitaban su mirada mientras ella caminaba hacia el comedor. Pero una joven criada, de no más de veinte años, estaba limpiando una mesa cercana cuando Sofía se detuvo frente a ella."Tú" dijo Sofía, señalándola con un ge
La mañana comenzó con un estallido en las redes sociales. Sofía había lanzado su bomba: una serie de fotos cuidadosamente seleccionadas, tomadas por la criada, que mostraban momentos íntimos entre ella y un hombre cuya identidad había sido estratégicamente ocultada.En una de las imágenes, se veía una mano masculina ajustando su corbata; en otra, la silueta de un beso robado, y finalmente, una foto que mostraba su incipiente panza de embarazo, acompañada de la leyenda: "El amor verdadero siempre encuentra su camino. 💕👶"Aunque el rostro del hombre estaba cubierto, los internautas no tardaron en desatarse como sabuesos en busca de pistas. Las redes sociales se llenaron de teorías, especulaciones y comparaciones. En cuestión de horas, el nombre de Brith Cartier estaba en boca de todos. En Twitter, I*******m y foros de chismes, la conversación era un caos absoluto. Los fanáticos de Brith y Brihana, conocidos por ser una de las parejas más admiradas del mundo empresarial, se enfrentaban
En el otro lado del mundo, Briana estaba preparando su viaje de negocios. Aunque mantenía una apariencia tranquila, sus ojos mostraban un cansancio que solo aquellos cercanos a ella podrían notar. Mientras revisaba documentos en su oficina, su asistente personal le mostró un artículo sobre el escándalo ."¿Quiere que haga algo al respecto, señora Cartier?" preguntó, con cautela.Briana levantó la vista, su expresión serena pero firme."No. Que hablen lo que quieran. No voy a rebajarme al nivel de Sofía. Mi enfoque está en mi trabajo y en mi vida, no en los chismes." La mansión Cartier, con sus altos pilares de mármol y su arquitectura imponente, parecía un castillo sacado de un cuento de hadas. Pero detrás de su fachada perfecta, se libraban guerras silenciosas. Amelia Cartier, la hermana de Brith, había decidido que ya era hora de involucrar a la única persona que podía poner fin al caos: Marguerite Cartier, la matriarca de la familia.Marguerite era una mujer de elegancia deslumbran