Mientras Brihana disfrutaba de la noche, Brith estaba en el salón lateral, intentando concentrarse en la reunión con el director y los inversionistas. Pero su mente estaba en otra parte. Estaba molesto, no solo por el comportamiento de Sofía, sino también por cómo todos parecían asumir que él estaba disfrutando de la noche. La verdad era que lo estaba pasando mal. Muy mal."¿Todo bien, Brith?" preguntó el director, notando su expresión seria.Brith forzó una sonrisa y asintió, aunque su mandíbula seguía tensa. No podía dejar de pensar en cómo su relación con Sofía, que se suponía que era estrictamente profesional, ahora estaba siendo malinterpretada por todos. Y lo peor de todo era que Sofía, con sus caídas y sus excusas ridículas, no hacía más que empeorar las cosas.Cuando el sol salió al día siguiente, el mundo ya estaba hablando de lo sucedido en la fiesta. Los titulares de los periódicos y las redes sociales estaban llenos de fotos y comentarios sobre los eventos de la noche. Per
Amelia se sentó en la silla frente a él, cruzando las piernas con elegancia."Al parecer, Sofía creó una página falsa en las redes sociales y publicó un mensaje diciendo que ella fue tu primer amor." dijo, mientras Tiffany asentía frenéticamente."Y no solo eso." añadió Tiffany, levantando su teléfono como si fuera una prueba incriminatoria. "Terminó el mensaje con un sticker de una mujer embarazada. ¡Un sticker, Brith! ¿Puedes creerlo?"Brihana, miro a Brith, a los ojos para ver, cuál sería su reacción. hace unas semanas Sofía, le había enviado un mensaje como este, con una prueba. ¿acaso era cierto que Brith, la había dejado embarazada? Brith, no sabía si debía decirle a la tierra que lo tragara y lo escupiera en Júpiter, estaba molesto, su rabia se hizo evidente.En ese mismo momento, en un lujoso hotel del centro, Sofía estaba sentada en el borde de la cama, con su teléfono en la mano y el rostro rojo de furia. Su cabello estaba desordenado, y sus ojos, rodeados de ojeras, refleja
Brith estaba sentado en su oficina, rodeado de papeles desordenados y un ambiente que reflejaba su estado mental. Su mente era un torbellino de pensamientos confusos y emociones contradictorias. Miraba por la ventana, observando cómo el sol se filtraba entre los edificios, pero no podía disfrutar de la vista. En su interior, había una tormenta que no parecía calmarse.Brihana había sido su ancla en el pasado, pero ahora su mirada cortante lo atravesaba como si fuera un cuchillo. Recordaba cada vez que ella lo miraba con odio, cada vez que él tomaba decisiones que la lastimaban. Había prometido cambiar, darle una oportunidad, pero todo parecía más complicado ahora. Se negaba a firmar el divorcio, pero no podía entender por qué las cosas se habían vuelto tan difíciles.—¿Por qué no puedo hacer las cosas bien? —se murmuró a sí mismo, pasando una mano por su cabello desordenado. Se sentía atrapado en un laberinto del que no podía escapar. Antes hacía lo que le placía, sin preocuparse por
Brith asintió, pero en su mente solo había espacio para una cosa: Sofía. Cuando el ascensor finalmente llegó al vestíbulo, salió disparado hacia la salida, ignorando las miradas curiosas de los empleados.Al salir del edificio, su mente estaba en blanco. Todo lo que podía pensar era en Sofía y en cómo había llegado a este punto. Mientras corría hacia su auto, sintió que su corazón latía con fuerza."¿Qué demonios estoy haciendo?" se preguntó, sintiendo que el miedo lo invadía.Mientras conducía, las luces de la ciudad se convertían en un borrón. La realidad de su situación lo golpeó como un tren. ¿Cómo había permitido que las cosas llegaran tan lejos? ¿Por qué no había visto las señales antes?Cuando finalmente llegó al hotel, Brith se detuvo frente a la entrada, sintiendo que el mundo se detuvo por un segundo. Tomó una respiración profunda y entró, sintiendo que cada paso lo acercaba más a su destino.Al entrar en la habitación de Sofía, la encontró sentada en la cama, con lágrimas c
Cuando Brith llegó a casa, todo estaba en silencio. Entró con cuidado, tratando de no hacer ruido, y se dirigió al salón. Allí encontró a Brihana, Amelia y Tiffany acurrucadas en el sofá, dormidas bajo una montaña de mantas. La película aún seguía reproduciéndose, pero nadie le prestaba atención.Brith se quedó en la entrada, mirándolas. Había algo tan pacífico en esa escena que le dolía el pecho. Se acercó lentamente y ajustó las mantas para que estuvieran más cómodas.—Eres un idiota, Brith. —murmuró para sí mismo, mientras miraba a Brihana. Ella dormía profundamente, con su rostro relajado, pero incluso en sueños, parecía distante, inaccesible.Amelia abrió un ojo justo cuando Brith se inclinaba para arreglar las mantas. Lo miró con una expresión seria, pero no dijo nada. Cerró los ojos de nuevo, dejando claro que hablarían al día siguiente.Brith suspiró, sintiéndose más impotente que nunca. Había fallado. Había fallado como esposo, como hombre, como todo. Se retiró en silencio, d
Brith sintió que las palabras de Amelia lo golpeaban como un balde de agua fría. Quiso responder, pero no encontró las palabras. Amelia, al ver su expresión, suspiró y le dio una palmada en el hombro."Piénsalo, hermanito. Porque estás a punto de perder a la mejor persona que ha pasado por tu vida." dijo, antes de alejarse trotando.Brith se quedó allí, mirando cómo su hermana se alejaba, con las palabras resonando en su cabeza. Sabía que tenía razón. Siempre la tenía.Más tarde ese día, Brith se enfrentó a otro desafío: una conferencia de prensa convocada por su padre y los inversionistas de la empresa. La presión era inmensa. Las fotos y los rumores sobre él y Sofía habían llegado a los medios, y su reputación estaba en juego.Cuando subió al podio, vestido con un traje impecable, las cámaras y los micrófonos lo apuntaron como si fueran armas. Respiró hondo y comenzó a hablar."Gracias a todos por venir." dijo, con una voz firme. "Sé que ha habido muchos rumores últimamente, y quier
Después de la tensa reunión, Brith se retiró a su oficina, sintiéndose como si hubiera sobrevivido a un campo de batalla. Cerró la puerta detrás de él y se dejó caer en su silla, soltando un largo suspiro."¿Por qué no me hice panadero?" murmuró para sí mismo, mientras masajeaba sus sienes. "Nadie se mete con los panaderos. Solo hacen pan y viven felices."Estaba a punto de darse un momento de paz cuando su teléfono comenzó a vibrar sobre el escritorio. Miró la pantalla y vio que era Sofía. Rodó los ojos y dejó que el teléfono sonara. No tenía energía para lidiar con ella en ese momento.Sin embargo, Sofía no era del tipo de persona que se rendía fácilmente. Cuando Brith no respondió, le envió un mensaje de texto. El teléfono vibró de nuevo, y esta vez, Brith no pudo resistir la curiosidad. Abrió el mensaje y leyó:"Brith, no tengo nada que ver con la foto. Alguien nos tomó esa foto en el hospital, pero no fui yo. Las personas están calumniándome. Por favor, créeme."El mensaje venía acomp
Mientras Tiffany y Amelia discutían, el teléfono de Tiffany vibró con una nueva notificación. Era un mensaje de una amiga en común, acompañado de un enlace a un video que se estaba volviendo viral en las redes sociales. Tiffany abrió el enlace sin pensarlo dos veces, y ambas comenzaron a ver el video.Era un clip de la conferencia de prensa, pero alguien lo había editado para incluir comentarios sarcásticos y memes. En una parte, aparecía Brith hablando con un tono serio, pero el editor había añadido subtítulos que decían: "No sé cómo llegué aquí, pero seguro que no fue mi culpa." En otra parte, Sofía aparecía con una sonrisa radiante, y los subtítulos decían: "La reina del drama ha llegado."Tiffany soltó una risa amarga."Mira esto" dijo, mostrando el video a Amelia. "Incluso los internautas se están burlando de ellos. ¡Y con razón! Esto es un circo." Amelia no pudo evitar sonreír ligeramente, aunque su sonrisa estaba teñida de tristeza. Sabía que las redes sociales podían ser crueles,