Aunque proyectaba autoridad y control, su cuerpo traicionaba sus verdaderos sentimientos. La rigidez de sus movimientos y la tensión en sus manos y mandíbula revelaban su frustración y su lucha interna. Su mirada fija en Brihana era una mezcla de deseo, enojo y una necesidad desesperada de conexión."¿Soy tan repugnante frente a sus ojos?"preguntó Brith, con un tono bajo y áspero, como si las palabras le costaran salirLiam observó a su amigo con una mezcla de incredulidad y frustración, su mandíbula apretada y los ojos llenos de una furia contenida que parecía a punto de desbordarse. Sus manos se cerraron en puños, temblando ligeramente, mientras trataba de mantener la calma ante las palabras que acababa de escuchar. Brith, por otro lado, lo miraba con una expresión endurecida, sus labios apretados en una línea tensa, como si estuviera luchando por justificar sus acciones. Pero en el fondo de sus ojos se podía percibir algo más: un rastro de dolor, de arrepentimiento mal disimulado.
El imponente edificio de cristal y acero reflejaba la luz del sol de la mañana, proyectando un aire de poder y sofisticación que solo una de las empresas más prominentes de la ciudad podía emitir. El distintivo sonido del motor de un Rolls-Royce resonó en la entrada principal, atrayendo la atención de los empleados que pasaban cerca. Cuando la puerta del auto se abrió, Brihana, con su porte elegante y su caminar seguro, descendió del vehículo.Brihana llegó a la empresa de su padre con la elegancia que siempre la había caracterizado. Bajó del Rolls Royce con una calma que ocultaba el torbellino de emociones que llevaba dentro. Caminó con paso firme hacia la entrada, y aunque hacía tiempo que no visitaba la compañía, su presencia iluminó el ambiente. Los empleados, acostumbrados a la problemática Klara, la hija menor, se sorprendieron al ver a Brihana, siempre tan sofisticada, comprensiva y amable. Las miradas de admiración y los saludos cálidos no tardaron en aparecer, aunque todos sa
El ascensor subía lentamente, emitiendo un leve zumbido que llenaba el silencio. Brihana estaba sola en el interior, apoyada contra la pared de acero inoxidable, con los brazos cruzados y la mirada perdida en la pantalla digital que marcaba los pisos. Había tenido una mañana particularmente agotadora, llena de reuniones y decisiones estratégicas que parecían no tener fin. Aunque su rostro permanecía sereno, un leve fruncimiento en su ceño delataba la tensión acumulada.Cuando el ascensor llegó al piso 12, el sonido de voces alteradas rompió el silencio. Las puertas se abrieron y, al instante, Brihana captó el eco de una discusión acalorada que provenía del pasillo. Con el ceño aún más marcado, salió del ascensor y caminó hacia el origen del conflicto. Cada paso que daba la acercaba a una escena que parecía sacada de un drama caótico.Frente a la sala de conferencias, una mujer de cabello castaño, desordenado por la furia, gesticulaba de forma exagerada mientras gritaba a una empleada
"No sé quién te crees que eres para venir aquí a insultarme en mi propia empresa. Pero te voy a decir algo: no tienes idea de lo que he pasado, ni de lo que soy capaz de hacer. Así que te sugiero que bajes el tono y pienses muy bien tus próximas palabras."La mujer tragó saliva, pero no retrocedió. Aunque su cuerpo temblaba ligeramente, su orgullo no le permitía ceder."No me importa quién seas "dijo, aunque su voz ahora tenía un leve temblor. "Nadie se mete con mi familia."El aire en el pasillo del piso 12 estaba cargado de tensión. La mujer celosa, con su rostro encendido de furia y su cuerpo temblando de indignación, seguía plantada frente a Brihana, quien se mantenía firme, con la espalda recta y una expresión de absoluta calma. La empleada, aún visiblemente afectada, se había apartado unos pasos, incapaz de contener las lágrimas que rodaban por sus mejillas.La mujer, con los ojos chispeando rabia, abrió la boca para lanzar otro insulto, pero Brihana la interrumpió antes de que
Los murmullos comenzaron a llenar el auditorio nuevamente, esta vez con entusiasmo. Los empleados parecían emocionados por la idea."Quiero que armen sus equipos,para este proyecto "añadió Brihana, con una leve sonrisa, "quiero que todos participen. Quiero que presenten sus ideas más innovadoras, sus propuestas más audaces. Y para motivarlos aún más, habrá un premio para el mejor proyecto: unas vacaciones pagadas a Maldivas, un destino turístico de ensueño, y un bono de un millón de dólares."El auditorio estalló en aplausos y vítores. La emoción era palpable, y algunos empleados incluso comenzaron a hablar entre ellos, compartiendo ideas y planes.Brihana levantó una mano, indicando que quería continuar."Sé que todos ustedes tienen un talento increíble. Y estoy segura de que, juntos, podemos crear algo extraordinario. Así que les pido que den lo mejor de sí mismos. Este es el momento de demostrar lo que pueden hacer."Con esas palabras, Brihana terminó su discurso. Los empleados la
El sonido de su nombre en su voz la golpeó como una ola. Sintió una mezcla de emociones: sorpresa, nostalgia, y una punzada de dolor. Pero también sintió enojo, un enojo que había estado enterrado durante semanas y que ahora comenzaba a salir a la superficie. Antes de que pudiera decir algo, sus dedos se movieron por instinto. Colgó la llamada.En la oficina de Brith, el silencio que siguió a la llamada fue ensordecedor. El asistente, que había sostenido el teléfono en altavoz, levantó la mirada hacia su jefe, claramente nervioso. Brith, por su parte, estaba inmóvil, con los ojos fijos en el teléfono como si no pudiera creer lo que acababa de pasar."¿Colgó? "preguntó, su voz baja y peligrosa.El asistente asintió lentamente, sin atreverse a decir nada. Brith cerró los ojos por un momento, intentando controlar la ira que hervía dentro de él. Pero cuando los abrió, su expresión era la de un hombre al borde de perder el control."¡Maldita sea! "exclamó, golpeando su escritorio con tal f
"No lamento nada "dijo, con un tono cortante que no convenció a nadie, ni siquiera a él mismo.Liam lo miró fijamente, cruzando los brazos sobre el pecho."Deja de engañarte, Brith. Sabes que estoy diciendo la verdad."Por un momento, Brith no dijo nada. Sus ojos estaban fijos en el suelo, y su respiración seguía siendo pesada. Finalmente, levantó la mirada, y su expresión cambió ligeramente. La rabia seguía ahí, pero ahora había algo más: una sombra de vulnerabilidad, una grieta en la armadura que había construido alrededor de sí mismo."Solo quiero terminar las cosas claras"dijo, su voz más baja, casi un susurro.Liam suspiró, sintiendo que finalmente estaba llegando a algún lugar."¿Y crees que ella te va a escuchar?", preguntó, con un tono suave pero directo.Brith levantó la cabeza, y su mandíbula se tensó de nuevo."No importa si me escucha o no. Tengo que intentarlo."Antes de que Liam pudiera responder, un lujoso auto negro pasó junto a ellos y se estacionó frente a la entrada d
Mientras tanto, en la majestuosa empresa Kazcanov, la llegada del hombre con apellido Rothschild. Estevan Rothschild no pasó desapercibida. Desde el momento en que su lujoso auto negro se estacionó frente al edificio, todos los empleados comenzaron a murmurar entre ellos. Su presencia era imponente, casi magnética, y no solo por su apellido, sino por la manera en que caminaba, como si el mundo entero le perteneciera.El hombre era alto, con una figura esbelta pero poderosa. Su cabello oscuro estaba perfectamente peinado hacia atrás, y su rostro, con facciones cinceladas que parecían obra de un escultor divino, irradiaba confianza y elegancia. Vestía un traje negro impecable que se ajustaba perfectamente a su cuerpo, y su reloj de lujo brillaba discretamente en su muñeca. Cada paso que daba resonaba con autoridad, y sus ojos, de un azul profundo, parecían analizar cada detalle a su alrededor.Su asistente, un hombre más joven pero igualmente elegante, lo seguía de cerca, sosteniendo un