Brihana salió del hospital con pasos decididos, aunque por dentro sentía un torbellino de emociones. Estevan y Tiffany caminaban junto a ella, hablando sobre el itinerario del día, pero su mente estaba en otra parte. Ver a Amelia en ese estado la había destrozado, y enfrentarse a Brith después de tanto tiempo solo había empeorado las cosas. Sin embargo, no iba a permitirse flaquear. Había llenado su agenda hasta el tope precisamente para no pensar en su dolor, en su tristeza, en lo que había perdido."Brihana, ¿estás bien? "—preguntó Tiffany, mirándola de reojo mientras subían al auto de lujo que los esperaba afuera."Sí, estoy bien" —respondió ella, con una sonrisa débil—. "Solo quiero enfocarme en lo que tenemos que hacer hoy."Esteban, sentado al otro lado del auto, sonrió ligeramente."Eso es lo que me gusta de ti, Brihana. Siempre profesional, siempre enfocada. Hoy será un gran día, ya lo verás."Brihana asintió, aunque no compartía su entusiasmo. Sabía que tenía que mantener las
La noche había caído sobre Rotor, y las luces de la ciudad brillaban como estrellas en el horizonte. Brihana y Tiffany estaban sentadas en la sala de la suite del hotel, con una copa de vino en la mano. La sesión de fotos había sido agotadora, pero Tiffany aún tenía algo pendiente que contarle a su amiga."Bueno, ¿me vas a decir de una vez ese "chisme" que tanto te emociona?" —preguntó Brihana, arqueando una ceja mientras se recostaba en el sofá.Tiffany sonrió, disfrutando del momento."Te prometo que vale la pena, Bri." —Se inclinó un poco hacia adelante, como si fuera a compartir un secreto de estado—. "Brith estuvo en Éclat hoy."Brihana no mostró sorpresa alguna. En lugar de eso, tomó un sorbo de su vino y respondió con calma:"Tiene sentido. Creo que también es uno de los inversionistas de la marca. No es raro que esté ahí."Tiffany negó con la cabeza, frustrada por la indiferencia de Brihana."No, no, no. No estuvo ahí por ninguna reunión. Estuvo en el backstage. Te estuvo mira
Brith estaba sentado en su auto, con las luces del estacionamiento iluminando tenuemente el interior. El motor estaba apagado, y el silencio era casi absoluto. Había pasado un día largo y agotador, lleno de enfrentamientos que lo habían dejado con la mente enredada en pensamientos. Mientras se masajeaba las sienes, tratando de aliviar la tensión, alguien golpeó suavemente la ventana de su auto.Frunció el ceño y giró la cabeza hacia la ventanilla. Un hombre de mediana edad, vestido con ropa oscura y una gorra que ocultaba parcialmente su rostro, lo miraba con seriedad."¿Qué quiere?" —preguntó Brith, bajando la ventana lo suficiente como para escuchar al hombre."Necesito hablar con usted, pero no aquí "—dijo el hombre, mirando nerviosamente a su alrededor—. "Su auto está siendo seguido. No es seguro."Brith arqueó una ceja, desconfiado. Miró rápidamente por el retrovisor, buscando algún auto sospechoso."¿Y quién demonios es usted?" —preguntó, con un tono cortante.El hombre no respo
La mañana era tranquila en la casa de los padres de Brihana. El aroma del café recién hecho llenaba el aire, mientras los primeros rayos del sol iluminaban las paredes de la cocina. Brihana estaba sentada frente a su padre, quien parecía preocupado. Él sostenía un periódico en la mano, pero su atención estaba completamente en su hija."Brihana, hay algo de lo que necesito hablar contigo" —dijo su padre, con un tono serio.Ella dejó su taza de café sobre la mesa y lo miró con curiosidad."¿Qué sucede, papá? ¿Es algo relacionado con la empresa?"Él asintió lentamente, dejando el periódico a un lado."Sí, y es algo grave. Cartier está enfrentando un problema fundamental con uno de sus productos. Algunas personas han reportado reacciones alérgicas al usar una de sus nuevas líneas de joyería, y eso está afectando no solo a su reputación, sino también a nuestro negocio."Brihana frunció el ceño, intentando procesar la información."¿Cómo afecta eso a nuestra empresa? Nosotros no tenemos relaci
Brihana Kazcanov se encontraba en el centro médico más prestigioso de la ciudad, un lugar donde las paredes blancas y el aroma a desinfectante parecían absorber cualquier rastro de humanidad. Había llegado temprano, con su característico porte elegante, pero con un rostro que denotaba preocupación. Sabía que su nombre y reputación le abrirían puertas, pero esta vez no se trataba de una simple visita social o de un evento de caridad. Había vidas en juego, y ella estaba decidida a encontrar respuestas.Los médicos la recibieron con respeto, incluso con un leve nerviosismo. Después de todo, Brihana era una figura pública, una embajadora de marcas de lujo, y una mujer que no aceptaba un "no" como respuesta."Señorita Kazcanov, es un honor tenerla aquí" —dijo uno de los doctores, un hombre mayor con cabello canoso y gafas gruesas—. "¿En qué podemos ayudarla?"Ella respiró hondo, dejando de lado cualquier formalidad."Doctor, necesito hablar con los pacientes que han reportado reacciones alé
El salón de conferencias estaba impregnado de una tensión palpable. Brihana Kazcanov, con un porte imponente y una mirada que podía atravesar el acero, se encontraba frente a un grupo de personas que habían intentado manipular la situación de las reacciones alérgicas para su beneficio personal. A su lado, dos abogados de renombre acomodaban cuidadosamente los documentos que contenían pruebas irrefutables de los crímenes de los presentes.La sala estaba en completo silencio, excepto por el leve crujido de las sillas cuando uno de los hombres intentó moverse incómodamente."Ustedes pensaron que podían jugar con la salud de las personas y con mi reputación" —comenzó Brihana, su voz clara y firme—." Creyeron que podían manipular los informes médicos y exagerar los síntomas de las reacciones alérgicas para desacreditar a Cartier. Pero lo que no calcularon fue que yo no soy una mujer que se quede de brazos cruzados."Uno de los hombres, visiblemente nervioso, intentó interrumpir."Señorita
Brith sintió que la sangre le hervía. La idea de casarse por conveniencia lo repugnaba, pero sabía que estaba en una posición desesperada.—Lo pensaré —respondió finalmente, con un tono frío.Eduardo asintió, como si ya hubiera ganado.—Tómese su tiempo. Pero recuerde, esta es una oportunidad que no se presenta dos veces.Brith Cartier salió del imponente despacho de Eduardo Montenegro con la mandíbula tensa y las emociones en conflicto. Había mantenido la compostura frente al empresario, pero por dentro estaba hirviendo. No podía creer que, apenas unos meses después de haberse liberado de un matrimonio que lo había dejado emocionalmente destrozado, lo primero que Eduardo le ofreciera fuera otro matrimonio… esta vez con su hija, Sienna."¿Acaso piensan que soy una pieza de ajedrez que pueden mover a su antojo?", pensó mientras caminaba hacia su auto, su mente girando en círculos. Había amado profundamente a su exesposa, pero esa relación había sido un desastre, marcada por mentiras, m
Brith respiró hondo, sintiendo el peso de la situación. Todo lo que Jean Luc había dicho tenía sentido, pero también lo colocaba en una posición peligrosa. Si Andrei era capaz de manipular a tantas personas y de causar tanto daño, enfrentarlo directamente no era una opción."Jean Luc, si realmente tienes pruebas que puedan involucrar a Andrei, las necesito. Pero no puedo actuar sin un plan. Si vamos a hacer esto, tienes que ser mi aliado. Necesito que me ayudes a construir un caso sólido."Jean Luc asintió."Lo haré, Brith. Pero tenemos que ser cuidadosos. Andrei tiene ojos en todas partes. Si sospecha algo, no dudará en eliminarme… o a ti."Brith apretó los puños, sintiendo una mezcla de rabia y determinación."No voy a dejar que Andrei siga destruyendo vidas. Si realmente tiene a los inversionistas bajo amenaza, hablaré con ellos. Si logro ganármelos, podríamos quitarle el poder que tiene sobre la empresa. Pero primero, necesito esas pruebas."Jean Luc asintió de nuevo."Las tengo e