Villa de los Santos
Marsella
_ Lo has hecho bien. Lo has hecho muy bien, Max, tranquilo. _ intentó animarlo Lara _ Dominic pronto estará aquí. No nos abandonará, lo sabes.
El sorian no respondió. Apenas si habían tenido fuerzas para pronunciar las palabras que la muchacha le había mandado decir, y habían salido de su boca con tal abatimiento que ni siquiera Siena las había escuchado en su constante tránsito por la casa.
La muchacha intentó mirar alrededor mientras la Primera Oficial levantaba y colgaba sus encadenadas manos de un extraño gancho que pendía de la viga principal. Al parecer no eran ellos los primeros cautivos que serían torturados en aquel mohoso cuchitril, y a juzgar por el ambiente, la craig debía haberlo disfrutado sobremanera.
La vivienda era oscura y vieja, no debía t
Villa de los SantosMarsellaLa madrugada le llegó con un silencio fuera de lo común, mientras afinaba el oído para percibir la más mínima conversación que pudieran estar sosteniendo los craig en el exterior de la estancia, pero la paz era tan absoluta que sólo podía presagiar amenazas. Nadie hacía un solo murmullo en la habitación, y en los alrededores los soldados tampoco emitían sonido alguno.La noche se había cerrado sobre ellos con tal oscuridad como solo podían tener aquellas horas cercanas al amanecer; y aunque estaba segura de que cualquier intento de rescate iría dirigido hacia la mansión de la noche -donde Ius lo estaría aguardando con todas las fuerzas de que disponía-, era imposible no sospechar de aquella inesperada paz.La expectativa estaba desesperándola hasta que el primer golpe sec
La Casa de la NocheMarsella _ ¡Te juro que pagarán por esto! _ fueron las primeras palabras que Ius dedicó a su Primera Oficial cuando por fin se decidió a visitarla en sus habitaciones.La nueva del regreso de Siena malherida había sacado al regente de su centro de equilibrio hasta tal punto que prefirió mantenerse alejado por un tiempo prudencial para evitar cometer una atrocidad de la que luego pudiera arrepentirse, como rebanarle a Siena otra parte del cuerpo más importante que la que había perdido. Las pésimas noticias sólo podían significar una cosa: la Madre todavía estaba viva y nuevamente lejos de su poder. Había tenido una magnífica ocasión para matarla y la había perdido.El ataque a la Casa de la Noche durante la madrugada anterior no lo había molestado en lo absoluto, porque era
La casa sobre los fresnos.Sierra de Aitana. España “Estoy viva… creo.” - Fue el primer pensamiento que la asaltó.Abrir los ojos no fue difícil, pero el entorno era familiar, tan incomprensiblemente conocido que la duda resultaba válida. Sin embargo, estaba viva. Medio millón de ardientes punzadas en su espalda se lo recordaron. Intentó mirar alrededor pero la semi penumbra no la ayudó en su propósito. Entonces levantó la nariz en un movimiento casi involuntario y sus fosas nasales se expandieron con diligencia.El olor también era conocido. No le tomó demasiado tiempo comprender su origen: chocolate… hecho en marmita… Su cuerpo dio un respingo en el momento que tuvo plena percepción del lugar en que se encontraba. Otra vez allí, donde el mundo de la noche se había abierto para e
Lara se ruborizó desde las orejas hasta las puntas de los pies, pero su respuesta fue tranquila, más porque no tenía las condiciones físicas para armar un berrinche que porque no quisiera hacerlo._ Piensa lo que quieras. _ lo evadió _ ¿Y ahora me quieres decir por qué vinimos aquí? Ius conoce esta cabaña.El sorian se tomó un minuto de condescendencia y negó con la cabeza, Lara sí que sabía cómo salir de una conversación incómoda._ Es el refugio más seguro que podemos tener, precisamente porque Ius lo conoce. No creerá que soy tan estúpido como para esconderme en un lugar que él mismo ha visitado, así que en apariencia este debe ser el último sitio al que yo volvería. A estas horas debe hacerme perdido contigo por cualquier bosque o montaña, estamos seguros aquí._ Eso supuse. _ ac
Los AlpesAustria_ ¡Evan!La niña se lanzó a sus brazos y el Tercer Descendiente la levantó para estrecharla. En aquel año que habían convivido, se había creado un lazo de especial confianza entre él y Evelett. No había sido difícil para una pequeña tan despierta y tan lista comprender que el mundo en que se desenvolvía ahora era muy diferente al mundo que había conocido, y para su suerte o su desgracia, ya poseía un muy claro entendimiento de lo que significaba huir, y de cuánto podía perder en un segundo.Sabía además que algo había salido mal en la misión en la que su hermana había participado, y ver regresar sólo a Evan y a tres stark la había asustado: no tenía en el mundo a nadie más que a Lara._ ¡Hey! _ la tranquiliz&
La casa sobre los fresnos.Sierra de Aitana_ ¿Sucede algo? _ la voz de Dominic la sacó de repente de sus pensamientos, devolviéndola a la realidad con un golpe seco y triste.Una inquietud constante y delicada se transparentaba en la actitud del sorian cuando se dirigía a ella, como si aquel lazo restablecido entre ellos tuviera la fragilidad del cristal. Sentada en la cama, con el costado derecho apoyado en los grandes almohadones, el ceño fruncido y la mirada perdida en algún lugar entre los pliegues de las mantas, la postura de Lara denotaba preocupación y miedo. Motivos de sobra para que, solo con verla, Dominic experimentara los mismos sentimientos._ No, todo está bien. _ le mintió al tiempo que deslizaba tras su espalda, con un movimiento casi imperceptible, uno de sus puños firmemente apretado _ Solo estoy preocupa
El rumbo de Dominic cambió en el acto. Sin argumentos. No los necesitaba. No los pedía. Una palabra suya bastaba para que cualquier cosa que Dominic tuviera en planes, incluso su propia supervivencia, se convirtiera en algo secundario. Ella era su prioridad, siempre lo sería.Retomó el camino a casa con renovada inquietud. La llamada de Lara podía ser una confirmación de que el vínculo entre ellos se hacía más fuerte cada hora que pasaba, o podía ser el motivo que la había tenido tan pensativa en la mañana. No sabía cómo ni por qué, pero saberla de nuevo parte de su vida ya no era suficiente.Le sorprendió la ausencia de los tigres en la pequeña habitación que fungía como antesala de la cabaña. Frente a la chimenea solo estaba Lara, arrebujada en una manta, tranquila y expectante como cuando la había llevado allí
Los Alpes.AustriaEl lobezno sacudió la cabeza con determinación y volvió a esconder la nariz entre las manos de la niña._ Sucederá pronto. _ aseguró._ ¿Cuán pronto?_ En algunos minutos.La expresión de Evelett varió entre la incredulidad, el asombro y la resolución definitiva. Le había hecho prometer a Scott que le avisaría de nuevo cuando percibiera aquel olor que desprendía cuando estaba próxima al intranquilo sueño con que transmitía los mensajes; y el cachorro comprendió al punto lo que ella iba a pedirle._ ¿A quién? _ se adelantó._ A Moyra. _ decidió la niña, y antes de que pudiera pestañear ya el lobezno travesaba el campamento con la presteza de un relámpago, esquivando aquí y allá ni&