Lara se ruborizó desde las orejas hasta las puntas de los pies, pero su respuesta fue tranquila, más porque no tenía las condiciones físicas para armar un berrinche que porque no quisiera hacerlo.
_ Piensa lo que quieras. _ lo evadió _ ¿Y ahora me quieres decir por qué vinimos aquí? Ius conoce esta cabaña.
El sorian se tomó un minuto de condescendencia y negó con la cabeza, Lara sí que sabía cómo salir de una conversación incómoda.
_ Es el refugio más seguro que podemos tener, precisamente porque Ius lo conoce. No creerá que soy tan estúpido como para esconderme en un lugar que él mismo ha visitado, así que en apariencia este debe ser el último sitio al que yo volvería. A estas horas debe hacerme perdido contigo por cualquier bosque o montaña, estamos seguros aquí.
_ Eso supuse. _ ac
Los AlpesAustria_ ¡Evan!La niña se lanzó a sus brazos y el Tercer Descendiente la levantó para estrecharla. En aquel año que habían convivido, se había creado un lazo de especial confianza entre él y Evelett. No había sido difícil para una pequeña tan despierta y tan lista comprender que el mundo en que se desenvolvía ahora era muy diferente al mundo que había conocido, y para su suerte o su desgracia, ya poseía un muy claro entendimiento de lo que significaba huir, y de cuánto podía perder en un segundo.Sabía además que algo había salido mal en la misión en la que su hermana había participado, y ver regresar sólo a Evan y a tres stark la había asustado: no tenía en el mundo a nadie más que a Lara._ ¡Hey! _ la tranquiliz&
La casa sobre los fresnos.Sierra de Aitana_ ¿Sucede algo? _ la voz de Dominic la sacó de repente de sus pensamientos, devolviéndola a la realidad con un golpe seco y triste.Una inquietud constante y delicada se transparentaba en la actitud del sorian cuando se dirigía a ella, como si aquel lazo restablecido entre ellos tuviera la fragilidad del cristal. Sentada en la cama, con el costado derecho apoyado en los grandes almohadones, el ceño fruncido y la mirada perdida en algún lugar entre los pliegues de las mantas, la postura de Lara denotaba preocupación y miedo. Motivos de sobra para que, solo con verla, Dominic experimentara los mismos sentimientos._ No, todo está bien. _ le mintió al tiempo que deslizaba tras su espalda, con un movimiento casi imperceptible, uno de sus puños firmemente apretado _ Solo estoy preocupa
El rumbo de Dominic cambió en el acto. Sin argumentos. No los necesitaba. No los pedía. Una palabra suya bastaba para que cualquier cosa que Dominic tuviera en planes, incluso su propia supervivencia, se convirtiera en algo secundario. Ella era su prioridad, siempre lo sería.Retomó el camino a casa con renovada inquietud. La llamada de Lara podía ser una confirmación de que el vínculo entre ellos se hacía más fuerte cada hora que pasaba, o podía ser el motivo que la había tenido tan pensativa en la mañana. No sabía cómo ni por qué, pero saberla de nuevo parte de su vida ya no era suficiente.Le sorprendió la ausencia de los tigres en la pequeña habitación que fungía como antesala de la cabaña. Frente a la chimenea solo estaba Lara, arrebujada en una manta, tranquila y expectante como cuando la había llevado allí
Los Alpes.AustriaEl lobezno sacudió la cabeza con determinación y volvió a esconder la nariz entre las manos de la niña._ Sucederá pronto. _ aseguró._ ¿Cuán pronto?_ En algunos minutos.La expresión de Evelett varió entre la incredulidad, el asombro y la resolución definitiva. Le había hecho prometer a Scott que le avisaría de nuevo cuando percibiera aquel olor que desprendía cuando estaba próxima al intranquilo sueño con que transmitía los mensajes; y el cachorro comprendió al punto lo que ella iba a pedirle._ ¿A quién? _ se adelantó._ A Moyra. _ decidió la niña, y antes de que pudiera pestañear ya el lobezno travesaba el campamento con la presteza de un relámpago, esquivando aquí y allá ni&
La casa sobre los fresnosSierra de AitanaLara respiró hondo y se dejó caer hacia atrás en la cama, donde Dominic la esperaba para acunarla entre su torso y sus brazos desnudos. Por el abrupto despertar que había tenido, podía adivinar que el resultado de la conversación sostenida con Moyra a través de Evelett no era tranquilizador. Aun así Lara estaba viva, estaba con él y ya era suya, eso era todo lo que en aquel momento podía importarle.Lidiar con la disyuntiva personal de traicionar o no al hombre que lo había hecho quien era en el mundo de la noche, descubrir que no todo lo que le habían contado desde su nacimiento era cierto, ya había representado una lucha interna que jamás había esperado tener que librar. Sin embargo, y a pesar de toda su incursión en aquella contienda, la única razó
La Casa de la NocheMarsella_ ¿Cuánto, por otra hora de vida? _ La burla en el acento de Ius era tan marcada que solo arrancó una sonrisa de desprecio del torturado átero_ Te la daré a cambio de que me digas qué son esas marcas que les han salido en los rostros.Ahora, como antes, los rectores de las castas seguían manteniendo aquella superioridad innata que le hacía hervir la sangre en las venas. No importaba su sacrificio por las Razas, no importaba cuántas veces hubiera arriesgado su inmortalidad por ellas o que hubiera perdido sus colmillos en batalla. Al final, la veneración y el respeto que Ius esperaba del resto de las criaturas de la noche, no los había conseguido en quinientos años._ Nada, Craig. _ murmuró Lú _ Nuestra vida no vale nada en comparación con lo que nuestro silencio
Frontera de Mónaco con FranciaCerca del marLlegaron, uno tras otro, con los rostros marcados y confusos, a postrarse ante la Madre. En el improvisado nuevo campamento solo estaban Lara, los sorian, los primeros oficiales stark y la anciana regente, todos nerviosos y agobiados por el peso de la responsabilidad que había caído sobre sus hombros.Hasta hacía unos días, la confrontación no pasaba de ser el mismo conflicto entre craig y stark, extendido durante quinientos años; pero en sólo unas horas Ius había hecho de participación obligada al resto de las Razas, y ningún runier, átero, mantri o nihil permitiría los asesinatos de sus líderes sin hacer algo al respecto.El conflicto había trascendido ya a todas las castas, y tal vez era el momento de preguntarse si lo que tanto habían anhelado los star
La Casa de la NocheMarsella Cuando el camión de FedEx dejó el paquete fuera de la verja de entrada, casi a dos kilómetros de la casa, Ius pensó en cualquier tipo de arma, bomba o amenaza, pero jamás en una carta firmada de puño y letra de la Madre. Larga y en extremo liviana, la caja sólo contenía una hoja de papel y la mirilla de una de las armas modificadas de los sorian.“Nadie más tiene que pagar por nuestros errores. Terminemos esto hoy, solo tú y yo. Si logras matarme las Razas de la Noche no discutirán tu supremacía.”Lara SandersAl pie de la nota estaban escritas unas coordenadas hacia las que Ius dirigió la mira con actitud de particular incredulidad. A unos doce kilómetros, en medio de un claro de bosque, la inconfundible, altiva y pelirroja cabellera de la muchacha a la que por dos veces hab&iac