Faltaban menos de 10 minutos para que el señor Neo llegara a la reunión. Me pasé todo el día organizando la mejor cena, verifiqué cada platillo, las bebidas y hasta la decoración, no era como si la casa de Dante no fuera ya perfecta, solo unos pequeños toques de seriedad y listo.

— Me parece algo exagerado — se quejó Dante mientras nos alistamos para la cena — Es una reunión de negocios— señaló.

— Para este tipo de negocios nunca es demasiado, debemos ser buenos anfitriones — rebatí, mientras revisaba mi atuendo frente al espejo; decidí ponerme un vestido color vino de manga larga y cuello v ceñido al cuerpo y que me llegaba casi a mitad de la pantorrilla.

Recogí mi cabello en una coleta sobria y elegante que dejaba lucir las líneas de mi cuello.

Mientras tanto Dante optó por un traje gris oscuro combinado con una camisa blanca, le resto formalidad al no usar corbata, sin embargo, Lucía magnánimo, poderoso e imponente.

— Luces muy hermosa — dijo abrazándome por la espalda.

— Tu tambié