POV DANTE— Señor Ridchet, el señor Blossom acaba de llegar — anunció mi asistente.Miré mi reloj extrañado, faltaba poco más de media hora para la reunión.— Puedes pasarlo a la sala de presentaciones — respondí.— Me ha pedido hablar ahora mismo con usted, señor — informó.Eso era aún más extraño, llegué a preguntarme si sería sobre Elle.— Pásalo por favor — indiqué.Un segundo después el padre de Elle entraba a mi oficina.— Señor, Blossom, ¡buen día! — me puse de pie para recibirlo.— Buen día, señor Ridchet, — respondió con formalidad — disculpe que me anticipe a nuestra reunión, pero me gustaría tocar un tema un poco delicado con usted — externó con seriedad.— Por supuesto, tome asiento… — le indiqué.Jamás me había puesto así de nervioso cuando se trataba de reuniones de negocios, sin embargo esta vez, al ser el padre de la mujer que me tenía loco por completo, los nervios y la curiosidad me carcomían.— Primero que nada, Dante, — dejó de lado el trato formal — quiero asegura
CAPÍTULO 28DEJEMOS QUE LA VIDA NOS SORPRENDA ¡Su novia!, ¡me pidió que fuera su novia!, apenas y me cabía la emoción en el pecho. A mis treinta años, divorciada, con un fatídico matrimonio a cuestas y tras jurar en repetidas ocasiones que no volvería a enamorarme nunca más, ahí estaba, emocionada cual adolescente, porque Dante me pidió que fuera su novia.— ¡Sí!, ¡sí quiero ser tu novia! — repetí con entusiasmo. Me alzó en brazos apretándome muy fuerte.— ¡Me haces el hombre más feliz del universo!. De haber sabido que se sentía así, te lo habría pedido desde niños — confesó.— ¿En la secundaria? — inquirí con curiosidad.— Me gustabas mucho entonces — me colocó de nuevo sobre el suelo y aflojó su agarre, pero sin llegar a soltarme, — me llamaba mucho la atención tu cabello — tomó un mechón entre sus dedos.— ¿Por qué nunca me lo dijiste? — quise saber.— No olvides que era un chico tímido — bromeó.— ¡Claro!, — me mofé — nos habríamos ahorrado muchos dolores de cabeza.— Tal vez… —
Dante permaneció callado durante todo el trayecto a su casa, quise indagar sobre lo que Martin había dicho, no obstante él evadió el tema. No solo en esa ocasión, sino en las otras tantas que lo intenté.Segura de que él no hablaría del eso, acudí a la única persona que lo conocía mejor, Axel, pero cuál fue mi sorpresa que se portó incluso más hermético que Dante.Eso ya no me gustó nada, así que, para problemas desesperados, medidas desesperadas… no vi otra solución que no fuera hablar con Martin y preguntarle por qué fue que dijo aquellas cosas.— ¡Vaya!, ¡qué sorpresa!, — exclamó Roger al abrir la puerta — llegué a pensar que no volvería a verte.— ¿Por qué no? —inquirí mientras entrábamos al departamento.— Ridchet es muy aprensivo contigo — señaló.Negué con la cabeza — Un conflicto entre los machos alfa — solté con sarcasmo.Roger sonrió dándome la razón, todo se debía a que Dante y Martin no se caen, para nada, bien.— Vine a ver a Martin, dijo que quería hablar conmigo.— Sali
CAPÍTULO 30TU TIEMPO SE ACABÓDespués de nuestra acalorada discusión, las cosas entre Dante y yo regresaron a la normalidad. No volvimos a tocar el tema del compromiso, sin embargo, lo notaba algo extraño, sumido en sus pensamientos… distante, preocupado.— ¿Qué haces ahí? —pregunté adormilada, Dante me miraba en la oscuridad de su habitación, desde uno de los pequeños sofás que había en ella.Llevaba puesto solo un pantalón de chándal y el torso descubierto, recargaba su cabeza sobre una de sus manos, las luces tenues que se colaban por la ventana le iluminaban la mirada del rostro, se veía cansado.— Lo siento, no quise despertarte — su voz sonó seria y profunda.— ¿Estás bien?, ¿por qué estás despierto a esta hora?— Te ves preciosa cuando duermes — respondió sonriendo levemente — me gusta verte dormir —aseguró.Hice a un lado las finas sábanas que me cubrían, recorrí el espacio que había entre los dos y me senté en su regazo, él me recibió con gusto.— ¿Qué tanto hay en esta cabe
CAPÍTULO 31CÁSATE CONMIGOPOV DANTE— ¿Qué haces aquí? — más que una pregunta era un reproche.— ¡Ay!, pero qué agresividad la tuya… — se quejó.— No me vengas con estupideces, Ciara, ¡tú y yo teníamos un acuerdo! — dije furioso.— No sé de qué me hablas — la muy maldita ahora fingía demencia. Era igual de traicionera que su padre.Di un paso amenazante hacia ella, si no fuera porque Axel me llamó apresurado, no sé qué había hecho contra Ciara.— No logré alcanzarla — anunció apenado.— Ya arreglaremos cuentas tú y yo — advertí, antes de salir, como alma que lleva el diablo, tras Elle. El pánico se apoderaba de mí. De tan solo pensar en perderla, moriría. La necesitaba conmigo, ella era toda mi vida… el destino, el universo, ¡lo que fuera!, no podía arrebatármela así.Despotriqué contra a Ciara mientras corría para la casa de Elle, me maldije a mí mismo otras tantas veces… rogué para que me escuchara. Me hacía una idea de lo que ella podía estar suponiendo y seguramente sería
Mi corazón no soportaba tanto dolor muy a mi pesar, deje ir a Dante.Él tenía razón, lo amaba con locura, sin embargo, la situación con Ciara me superaba. Si de verdad el compromiso ya no existía, ni nada lo ataba a Ciara, entonces todo se habría de solucionar.No podía mantenerme a su lado sin tener la seguridad de que no lo estaba compartiendo con alguien más… ese papel no era para mí. Me destrozaba el alma poner distancia, sin embargo, era necesario.Una semana sin saber nada de él, fue como caminar descalza sobre brasas al rojo vivo, una tortura.Intenté distraerme, iba a la oficina, salía con Lea, juntas íbamos a comprar cositas para mi sobrino o sobrina, no obstante, me sentía entumecida, nada me reconfortaba, era como un zombi.Sin Dante, estaba muerta en vida.— ¿Por qué no lo llamas tú?, arreglen las cosas — me dijo Lea, en una salida de compras.— No hay nada que arreglar, por lo menos no de mi parte. Sé que parece injusto para él, pero ¿cómo puede prometerme seguridad de es
POV DANTE— ¡Estaremos juntos! — prometí mientras Elle caminaba a grandes zancadas hacia la salida.Me descolocó verla ahí.Cuando Benji me dijo que tenía un plan perfecto para exhibir a Ciara delante de su padre, lo último que me imaginé fue que involucrara a Elle.¿Cómo carajos la habrá convencido?Estoy seguro de que la engañó, porque ella se vio muy sorprendida y molesta al saber que era la fiesta de compromiso entre Ciara y yo.De haber sabido que Elle se daría cuenta, no habría llevado las cosas tan lejos.«Ahora será más difícil que me crea, piensa lo peor de mí… que la engañé y le mentí descaradamente. No puedo culparla, yo también lo creería así», pensé.— Lucius, te está buscando como loco, ¡furioso! — me informó Axel apareciendo junto a mí.— No es para menos, su adorada hija lo acaba de dejar en ridículo, — dije burlón, pero sin cantar victoria — prosigue con lo que te pedí, termino aquí y nos vemos en mi casa.— Ten cuidado — advirtió antes de irse.Caminé, a paso relajad
No me sentía nada bien.El dolor en mi corazón por alejarme de Dante, se manifestaba también físicamente. Vivía sin probar bocado, con un malestar constante de estómago, mareada y débil.Esto se había vuelto evidente para todos los que me rodeaban. Mi familia estaba seriamente preocupada, aunque yo me la pasara augurándoles que estaba bien.Si no fuera por Lea, Troy ya habría ido a buscar a Dante para partirle la cara.— Señorita, la buscan — anunció mi secretaria.— ¿Quién? — pregunté.— La señorita Weber —.Aquello me sorprendió, ¿por qué me buscaría Ciara?, seguramente para nada bueno… — Dice que es urgente — agregó mi asistente.—Que pase —respondí.Ciara entró contoneándose y observando cada detalle de mi oficina. — ¡Vaya!, este lugar es tan… tú — señaló de mala gana.— ¿Qué quieres?, no tengo todo el día.— Se te pegó lo amargado de Dante — me dijo.Escuchar su nombre, en boca de ella, me causó una punzada de dolor.— Si viniste a hablar de él, te puedes ir por donde llegaste.