—Detente Spencer, es suficiente, te dije que dejaras ese tema no voy a ir contigo a ninguna parte, Izan es mi esposo, lo amo — dijo intentando convencerse a sí misma, si bien era cierto que Izan había cambiado mucho, que ahora se mostraba más abierto, más comprensivo, más atento, no era menos cierto que la mayoría del tiempo seguía siendo un hombre frío, cortante, distante y que en ocasiones la hacía dudar de si era feliz a su lado y si el matrimonio había sido la decisión correcta, pero evidentemente no admitiría eso frente a Spencer, no le daría un motivo para creer que tenía algún tipo de esperanza— Lo amo y no iré a ninguna parte contigo, estás mal Spencer, no puedes pensar que es normal el cariño que sientes hacia mí, ¡Soy tu cuñada entiéndelo!

—Lo único que entiendo es que me gustas, que te quiero, que puedo aceptar a ese hijo como mío y que quiero darte una oportunidad de vivir algo diferente Grace, no le cierres la puerta esto que siento, no me quites las esperanzas

—Esas espe