Freya estaba tan sorprendida que su corazón dio un vuelco. Entrecerró los ojos hacia la puerta del dormitorio. Sólo cuando se dio cuenta de que la puerta estaba medio cerrada suspiró con alivio.

Sin embargo, ella no estaba completamente tranquila. Todavía estaba bastante nerviosa.

¿Qué pasaría si la sirvienta subiera de repente?

¿Que pasaría…?

“Por favor, mantente enfocado en mí”.

La voz profunda y reprimida de Ryan sonó desde sus delgados labios.

Freya se quedó sin palabras. ¿Cómo podría mantenerse enfocada?

Estaban a escondidas y eso la hacía sentir como criminales.

"Vamos. Te he extrañado". Ryan le dio un largo y profundo beso mientras sostenía su rostro. En medio del beso apasionado, la voz del hombre sonaba ronca, como si una ola de corriente eléctrica lo hubiera atravesado. Todo su cuerpo estaba entumecido. "¿Me extrañaste?".

"...Date prisa".

Le instó Freya de forma inquieta.

"Te estoy preguntando si me extrañaste". Ryan le mordisqueó los labios. “Si no eres honesta co