Días después.
Ignacio, y Laura, tomados de la mano llegaron a la elegante mansión Blake, al pararse frente a la entrada principal, quedaron impresionados por la imponente edificación. Los guardias de seguridad al saber que ella era hija del señor Blake, le permitieron el ingreso, y después le informaron a Damián.
—Señor Blake, buenas tardes —saludó el joven observando la lujosa casa—. Laurita me comento que necesita hablar conmigo.
Damián se acercó a abrazar a su hija con mucho cariño, a diferencia de cómo se comportaba con Kate.
—Mi niña, qué gusto tenerte en esta casa. ¿Cómo vas con tu tratamiento?
—Progresando papá —comentó la joven con mucha ilusión.
—Estoy segura de que te vas a sanar y vamos a recuperar el tiempo perdido.
—Si papá. —Sonrió Laurita, observando a su padre.
—Siéntate por
No olviden dejar sus comentarios.
El doctor Jones, logró reanimar a su compañera quien parpadeó un par de veces, y abrió los ojos, confundida, observó a su alrededor y fijó su mirada en la joven que permanecía abrazada a un muchacho.—Tienes que ser tú —exclamó la doctora, sin perder de vista a Laura.—¿De qué hablas Emilia? —averiguó el médico confundido.—De mi hija, la niña que he buscado durante tantos años —repuso ella.Laura arrugó el ceño, y miró a su esposo, confundida, según las investigaciones su madre estaba muerta, entonces se acercó a la mujer.—Señora, creo que aquí hay un error... mi mamá murió —aseveró.La doctora negó con la cabeza, mient
Al día siguiente Fernando, fue hasta la casa de su padre, necesitaba comunicarle a él y su hermano, sobre la enfermedad de Eugenia.Cuando llegó se sorprendió al ver a una señora de más de cuarenta años, de piel trigueña, ojos marrones, cabello castaño, quién servía el desayuno en ese momento.—Gabriela, deje eso —solicitó el señor García—, quiero presentarle a mi hijo mayor.La mujer dirigió su mirada al joven, le brindó una sincera sonrisa.—Mucho gusto —pronunció ella.—Fernando, la señora Gabriela, es quien nos ayuda con la limpieza y cocina de la casa, es de quién te he hablado —explicó Ángel.—Un gusto, señora —expresó con educaci&oacut
Fernando caminaba de un lado a otro afuera de la iglesia esperando a Katherine, también sentía un ligero nerviosismo recorrerle la columna.Eugenia ayudó a su hijo a acomodarse el corbatín, mientras Ángel, trataba de tranquilizarlo.Al señor García, semanas atrás que se lo veía muy contento, Mateo, decía que todo se lo debía a Gabriela.—Hijo estoy muy orgulloso de ti —pronunció el padre de Fernando—. Por fin hiciste las cosas correctas. Kate y tu niña se merecen tener una familia — indicó emocionado.—Gracias papá, yo estoy muy orgulloso de ser tu hijo, quiero agradecerte por todos tus consejos y lo que hiciste por nosotros, prometo no defraudarte.Al señor García, los ojos se le llenaron de lágrimas, abrazó a su h
—¿Gabriela? —preguntó balbuceando Kate—. Así se llamaba mi madre — murmuró en voz baja.Ángel llevó a la mujer al dispensario mientras la joven se quedó perturbada, aquel abrazo con la señora había sido muy conmovedor. Ella sintió una especie de corriente eléctrica inexplicable al momento que esa desconocida mujer se le acercó, quiso ir tras la señora, pero los invitados la interrumpieron:—Kate estoy tan contenta por ti, te mereces ser muy feliz —comentó Laura, ambas se abrazaron con fuerza, mientras Fernando recibía las felicitaciones de sus amigos.Tal como ellos quisieron la boda fue sencilla, se iba a realizar una pequeña celebración en el salón del centro comunitario, es así que todos se dirigieron hacia allá, sin embargo, Katherine seg
«Amarte es un placer by Luis Miguel» acompañaba el viaje de Kate, y Fernando. Aquel día había estado cargado de sorpresas, Katherine apenas tomaba conciencia de que su madre estaba viva. Había sido un regalo tan maravilloso que sin darse cuenta ella haya estado presente en su boda. Claro que le preocupaba mucho, que Damián la encontrara y quisiera volver a hacerle daño. En su camino apreciaron el Fuerte William Henry, y más adelante el Tincoderoga, mientras en la oscuridad de la noche podía contemplar los hermosos lagos, una de las principales atracciones era los paseos en crucero por aquel lugar. Bajaron del vehículo. Fernando llevó las cosas a la entrada de la cabaña. Kate, observaba por afuera el aspecto rústico del sitio. Al ingresar quedó sorprendida por la hermosa decoración y los finos acabados todo en madera, era como un sueño para ella. Las paredes estaban cubiertas de pequeños tronc
Gabriela, sostenía en sus brazos a su pequeña nieta, se había quedado dormida. Ángel se acercó.—Deme a la niña.—No, ella se queda conmigo.—Permítame ayudarleGabriela le entregó con cuidado a la niña, juntos fueron a la habitación de la señora, acostaron a la pequeña en la cama.La madre de Kate se pasó la mano por la cabeza, sentía un ligero dolor, aquel día había sido muy agitado para ella, estaba muy feliz de haber recuperado a su hija y sentía mucha dicha de saber que Katherine se casara con Fernando.—Nuestra nieta es muy linda —comentó el señor García.—Si Don Ángel, mírela parece un angelito. ¡Es tan hermosa! —exclamó orgul
En ese preciso momento Laurita, apareció hace días que se había mudado con su esposo a la casa de Damián. La jovencita estaba muy feliz de haber recuperado a sus padres, claro que Blake desconocía de la existencia de Emilia.El señor Blake con su hija Laura era muy distinto que, con Kate, realizaban ejercicios juntos, la acompañaba al doctor, estaba pendiente de la enfermedad de ella.Laurita, se inscribió en la universidad para poder hacer realidad su sueño y ser maestra, ella sentía que tenía mucho en común con su padre.«¡Estoy feliz de haberlo encontrado! ¡No es tan malo como Kate piensa! Tal vez ella no le ha dado la oportunidad de acercarse y conocerse mejor» pensó Laurita al momento que observó como su padre le sonreía.—Papá, vengo a despedi
El viaje a George Lake, para Kate, y Fernando fue una experiencia maravillosa. Realizaron un crucero por el lago, degustaron de la deliciosa comida del lugar, de buena música, contemplaron el atardecer desde la bahía, a ellos se les ocurrió realizar un próximo viaje con los muchachos. Fernando al notar que a Kate, le encantó la cabaña, se le metió la idea de construirle una, así que tomó fotos a cada una de las habitaciones con la promesa de regalarle una igual a su esposa, ella estaba segura de que así lo haría, pues Fernando García, siempre cumplía sus promesas. Llegaron a Long Island, desesperados por ver a su hija, sin embargo, Fernando, le tenía otra sorpresa a su esposa, quién llevaba una venda en los párpados. —Cierra los ojos Kate. ¡No hagas trampa! —ordenó Fernando. —Mi amor no puedo ver nada con esta venda ¿Cómo piensas que voy a hacer trampa? Dame la mano que me da miedo caerme.