Alejandro se sienta en su cama luego de darse una ducha y comienza a revisar su celular, esperando el mensaje de su hija que nunca llega. Él está preocupado, ha estado pensando en esa situación desde el día que se enteró de todo el lío mediático.
Trató de ser el mejor padre que pudo. Desde que no está Florencia, la madre de Camila, todo fue el doble para él. Tuvo que hacerse cargo de la empresa, de su hija adolescente y de todo el peso que ya traía encima. Nada de eso fue fácil, pero al menos Camila le dio una tregua de unos cuantos años, porque el lío de su desobediencia comenzó hace unos pocos meses atrás.
Necesitaba a su esposa, la extrañaba y le hacía falta sus consejos para saber si todo esto estaba bien. Y aunque lo deseaba, ella ya no estaba y solo podía seguir amándola como hasta ahora, pero en c
—¿Tu no piensas decir nada? ¿Como puedes permitir algo así?—Amelia le dijo a Alex—¿Que cosas no tengo que permitir?—Arrugó sus cejas—. Deja de hacer ese tipo de comentarios, porque al fin y al cabo soy como ella.—¿Que diablos dices, Alex?—Que soy gay y siempre lo he sido—dijo mirándola a la cara—. Esa fue la razón principal de nuestro matrimonio y no queremos ocultar más lo que sentimos.—¡Alexander!—su padre habló por primera vez—¿Que tantas explicaciones tenemos que darles?—dijo Lena— ¡Hemos sido los mejores hijos que puedan pedir, no estamos en nada extraño, tenemos nuestras carreras y trabajos, siempre hicimos las cosas bien!—Tú er
Bella traga saliva y decide tomar las riendas de la situación, por más de que dentro de su cabeza tenga mil preguntas. El hombre tiene sus ojos fijos en ella, sin embargo, no hace ni una sola mueca hasta que está cerca del mostrador.—Buenos días, ¿Qué se le ofrece? —la sonrisa fingida de Bella no es captada por el hombre—¿Usted es la dueña del lugar? —pregunta con su rostro serio—Sí, señor.—¿Es la única dueña? —Bella frunce el ceño—Disculpe, ¿Por qué necesita esa información?—En realidad estoy buscando a una vieja amiga, y por lo que me informaron era la dueña de este lugar. Verá, no la encuentro hace mucho tiempo y por un momento pensé que podría tener información sobre ella, ¿La conoce?—No, no a conozco, lo siento. He comprado este lugar hace poco tiempo, pero no tengo información sobre ella.—¿Tampoco sabe dónde puedo encontrarla? —el hombre hace una mueca—. No se da una idea lo mucho que me ayudaría, es muy importante saber su paradero.—Siento mucho no poder ayudarlo, seño
—¿Qué diablos haces aquí? —responde Michelle con furia—. Voy a llamar a la policía, Robert.—Espera, espera. Tengo algo para ti, es una noticia importante.—Me importa un carajo. Vete de aquí o todo va a terminar realmente mal.—¿No entiendes lo que está pasando? ¡Estás en peligro! —la mira con su mejor cara de preocupación—. Hay alguien buscándote en el barrio y no sé por qué es, pero estoy preocupado.—¿Piensas que puedo creer algo sobre lo que me dices? —lo mira—. No necesito tu ayuda, Robert. De ti es de quien tengo que cuidarme, estás comportándote como un psicótico. ¿Qué mierda haces siguiéndome?—Solo quería asegurarme de que llegaras a casa —Michelle golpea con su mano abierta la puerta del auto—. No quiero volver a verte, tengo muy en claro que tienes pedido de captura, solo intenta salvar tu trasero y persiguiéndome no conseguirás nada.—Estás siendo injusta.—¿Si? —se ríe— ¿Quieres que sea justa? ¿Realmente quieres que te b baje de ese auto y rompa tus piernas? —lo mira des
La prensa, el FBI y la mafia misma estaba con los ojos en aquel hotel de lujo dónde la famosa y aclamada pareja estaba anunciando su compromiso.Ellos eran famosos por exponer todo al público, les encantaba posar a la cámara, contar sobre su vida, hacer público cualquier cosa que los hiciera ver cómo la familia perfecta.(esposo) era el más conocido fuera de la farándula, pero no necesariamente por cosas buenas.—Querida familia, queremos anunciarles que ya tenemos fecha de casamiento —él sonríe mientras todos comienzan a festejar—. ¡El próximo 17 de junio hay boda!—¡Oh, dios mío! ¿Dónde se festejará?—En los (nombre del hotel?, por supuesto. La boda será en Dubai.Ese fue el principio del fin. Si Madelaine creía que su vida era perfecta y no podía ser más feliz de ahoira en adelante, estaba completamente equivocada.Motivo número uno: No sabía un carajo sobre su esposoMotivo número dos: Las cosas se pondrían feas apenas pongan un pie fuera de aquel hotel.Por supuesto que la famili
—¿Señorita? ¿Está bien?Michelle pestañea varias veces y le asiente al conserje, regalándole una sonrisa fingida mientras se despide de él con la mano. No se había esperado que el asunto de Eliot volviera a su vida, pero sabía que debía resolverlo cuanto antes.—¿Mich? —Nick vuelve a insistir a través de la línea—Uhm, si. Dame unos minutos, tengo que llevar algunas cosas a la tienda y luego iré a tu casa, ¿Está bien—Si, de acuerdo. Te espero aquí.Michelle sabía que tenía que calmar sus nervios si iba a conducir, por lo que tomó una larga respiración y encendió el motor, rumbo a la tienda.Al llegar se encuentra con la nueva chica, quien la saluda animadamente mientras que ella está con las cajas. Bella la mira de forma extraña y la alcanza en cuanto el cliente se va, ayudándola a acomodar todo sobre la mesada.—Hola, Franco. Lo siento por el desorden, ahora guardo todo —le dice Michelle al pastelero— ¿Está todo bien?—Sí, señorita. No se preocupe —sonríe el muchacho—¿Puedo ayudar
La camioneta para Michelle pasó en cámara lenta, y aunque su corazón estaba enloquecido, se había mantenido firme con el auto allí y continuó su camino, dirigiéndose hacia el lado contrario. Podía escuchar su pulso, se sentía tan nerviosa y desprotegida que apenas se dio cuenta de sus movimientos. La camioneta desapareció y Eliot nunca miró en su dirección, por lo que se mantuvo en eje mientras pensaba en la posibilidad de que tanto Eliot como Robert hayan visitado el club, por lo que tenía que tener más cuidado con su ex novio a partir de ahor La camioneta para Michelle pasó en cámara lenta, y aunque su corazón estaba enloquecido, se había mantenido firme con el auto allí y continuó su camino, dirigiéndose hacia el lado contrario. Podía escuchar su pulso, se sentía tan nerviosa y desprotegida que apenas se dio cuenta de sus movimientos. La camioneta desapareció y Eliot nunca miró en su dirección, por lo que se mantuvo en eje mientras pensaba en la posibilidad de que tanto Eliot com
Un mes desde que todo había ocurrido, Octavia aún no sabe cómo es que ha llevado la situación frente a sus amigos, fingiendo que todo estaba bien cuando en realidad su corazón se encontraba roto.Desde que Charlotte había desaparecido de su vida, intentó hacer como si nada pasara, pidiéndoles que no hablaran sobre el asunto y que era mejor irse al día siguiente a Argentina para continuar con su aventura.Cuando recibió aquel llamado de Charlotte tuvo suerte de encontrarse sola para que nadie la escuchara derrumbarse, aún no tiene idea de cómo reunió fuerzas para decirle que se olvidara de ella.Hoy todavía seguía doliendo, sin embargo, volvía a casa y quería que comenzara a sanar aquel amor tan repentino y arrasador.Al caminar por el aeropuerto ajena a la conversación que estaban teniendo sus amigos, Octavia mira al frente, donde sus dos padres están esperándolas con una sonrisa.Sin pensarlo dos veces corre hacia ellos y los primeros brazos en atraparla son los de Wells, quien está
No había salido de casa durante toda la semana. Michelle intentó pensar en las posibilidades a cerca del viaje que Olivia le había propuesto, ella quería que su amiga se distrajera un poco de todo lo que le venía pasando desde que ese tipo volvió a aparecer.Con la excusa de estar enferma, se quedó en la cama y aquel jueves solo se levantó con la intensión de salir del departamento por dos motivos. El primero fue porque tenía que hacer su última presentación en el club, sabía que esa noche cerraría con su trabajo nocturno y esperaba que fuera para siempre, pero también después de eso se iría a Manhattan con su mejor amiga.—Espero que tengas las maletas listas, Michelle —escucha que su amiga dice desde la sala, asumiendo que acababa de entrar a su departamento usando su llave otra vez.—¿Será que pueda tener privacidad en mi propia casa? —responde poniendo los ojos en blanco mientras termina de peinar su cabello—Te has mantenido aquí por una semana completa y no dije nada sobre eso,