holis mis preciosos fanseses n.n/ vi un par de comentarios extraños que me gustaría aclarar: Yo no soy una autora con millones de escenas se xuales. Mis libros tienen más contenido que solo una pareja queriendo imitar a los conejos. Si buscan algo así, hay otros libros y autoras que se centran solo en eso. Yo busco darles una historia de calidad, no el libro vaquero XD los amoooo, nunca cambien, valen mil <3 <3 <3
El ruido de la puerta de mi habitación al ser aporreada me sacó de mi sueño semi profundo. -¿Hija? ¿Chico humano? ¿Se encuentran bien? Sentí una ligera sábana cubrir mi cuerpo, pero no tenía ni la voluntad ni las ganas de moverme ni un milímetro. -Muerta. - Gemí sin abrir los ojos. A mi lado, Duncan se rió un poco y luego sentí una tierna caricia en mi frente. -Eres hermosa. Medio sonreí. -Eso me parece estupendo, ahora... ¿Podrían abrir la puerta? Necesitan comida y agua. No en ese orden. - Dijo burlonamente papá. Sentí los labios de Duncan en uno de mis hombros desnudos antes de escuchar el susurro de ropa y sus pasos dirigiéndose hacia la puerta. En cuanto la abrió, papá se dirigió directamente a la cama y dejó caer algo sobre mis pies. -Arriba, pequeña. Necesitas un baño en la tina y comer un poco. Yo gruñí. Papá suspiró. -¿Disculpen? - Preguntó Duncan llamando nuestra atención. - ¿Creen que pueda...? -¡No! -Dije saltando de la cama irracionalmente. -
Yo fruncí el ceño. Era poco probable que al reproducirnos con los humanos nuestras crías sean parte de la especie... si es que acaso nos reproducíamos exitosamente. Duncan continuó. - La más pequeña de la manada sintió una atracción irresistible hacia el extraño en su época de apareamiento. El ardor del celo fue tan intenso que quiso marcar al humano como propio; fue entonces cuando descubrió que su sangre estaba llena de vida... Duncan dejó de leer y me dió una mirada rápida antes de preguntar. -Quisiera preguntar, ¿Son vampiros? -No. - Dijo mi hermano divertido. - Entiendo que mi hermana te diera esa impresión debido a las marcas en tu cuello. Duncan solo asintió y continuó leyendo. No me sonrojaría porque su cuello era la cosa más deliciosa del mundo y no estaba para nada arrepentida. Lo haría de nuevo. Muchas veces. - ... su sangre estaba llena de vida. Lo mordió sin parar hasta que el celo fue tan intenso que ambos se aparearon repetidamente. Luego, el humano
-¿Qué es? - Preguntó Duncan con los ojos fijos en la carretera.Enseguida aparté la mirada.Era lo que había estado haciendo desde que salimos del granero más temprano. No podía evitar mirar su perfil.Con mis hormonas en control (o algo así) y siendo de día, podía fijarme bien en el rostro del hombre con el que estuve toda la noche. O noches. Era bastante bien parecido, me gustaba su cuerpo y olía increíble; sin embargo eso no era lo que hacía que no pudiera evitar mirarlo mientras conducía de forma... muy varonil.Él disminuyó la velocidad y me miró por fin con una media sonrisa.-Oye, yo no muerdo. Puedes hablar, se ve que hay algo en tu mente.Suspiré y volví a mirarlo.-Yo tenía una fantasía. - Dije por fin.-¿Oh? - Dijo completando su sonrisa a una maliciosa. - ¿Acaso no te complací por completo?-No ese tipo de fantasía. - DIje dándole una mala mirada. - Y mira hacia el frente, no quiero morir hoy.Él se rió pero me hizo caso obedientemente.-Entonces ilústrame, gatita.-Cuand
-Oh, eso. Volví a acomodar mis pies y me senté recta. Era un humano decente, hasta donde yo sabía, así que supongo que merecía saber por qué no lo marqué durante mi celo. -No es una regla marcar a un compañero durante nuestro celo, pero pasa durante uno de nuestros primeros. Quizá papá te dijo algo al respecto. -Solo dijo que era una lástima que no lo huberas hecho, pero que tenemos muchos celos por delante. - Dijo encogiéndose de hombros. Si, sonaba como a algo que diría papá. -Mira, no digo que esté esperándolo ni nada de eso, solo tengo curiosidad de saber por qué si prácticamente masticaste mi cuello, no hay una marca. Yo le sonreí. -La marca quizá en otras especies es sencilla de realizar debido a que no importa a quién elijan, si planean o no tener cachorros, o si siquiera les importa si lo hacen o no. Para nosotros, que nos enfrentamos a la extinción, nuestro principal instinto es el de solo marcar a los mejores genes. Al ser humano, mi instinto me dijo que no lo hiciera
Duncan.Por fuera podría parecer que me estaba tomando éstos últimos días con calma, pero por dentro... no era así.Paternidad.¿Qué m****a sabía yo de eso?No por nada era un tipo soltero. Mi madre y mi trabajo consumían la mayor parte de mi tiempo, el resto lo utilizaba para comer, dormir y ver alguna serie de televisión de la cual no recordaría nada al día siguiente.Era mi rutina al menos hasta que el departamento que rentaba se inundó y mi televisor junto al resto de mis pertenencias, que no eran muchas para el caso, se perdieron.Ahora mi "nueva normalidad" consistía en vampiros, lobos, osos y un montón de confusión entre el trabajo y dormir en el cuarto de huéspedes de mi segunda mejor amiga.Aquí estaba yo, un tipo promedio filosofando sobre las ventajas de una nueva responsabilidad. O dos. O cinco.M****a, ¿Y si eran ocho de una sola vez? Adiós a mis días tranquilos.Casi me rio cuando aparqué el auto frente al salón de eventos del que había salido pitando hace... no sé cuánto
Lilian.El cuello de Duncan era un asco para cuando me tranquilicé lo suficiente como para dejar de moquear. -¿Te encuentras mejor? - Preguntó él y yo me sentí culpable.Duncan solo había sido amable desde que lo conocí y ahora estaba yo aquí, sin importarme que me cargara y viera mi berrinche monumental de ¡¿Por qué a mí?! -Si. - Dije en voz baja cerrando los ojos.Se sentía extraño que otro macho que no fuera de mi familia me consolara, pero no era una sensación desagradable.-Eso es bueno. Ahora, ¿Quieres hablar sobre una manada de pumas llevándote? - Preguntó él acariciando mi espalda. Yo me incliné hacia sus caricias y quise ronronear ya que se sentía increíble. - No sé qué tiene que ver con tus sillas rotas y el par de autos quemados de allá afuera, pero quizá te sirva desahogarte.-Es un problema de mi especie. - Dije lentamente. - No quisiera cargarte con mis lloriqueos. Prefiero encargarme de esto yo sola.-Serías la primer chica que no quiere usarme como pañuelo de lágrima
Aparcamos justo a un lado de la carretera y luego tuvimos que caminar un rato. Era fácil saber hacia dónde ir ya que el bosque apestaba a oso; y ya que Duncan se veía un poco perdido respecto a la dirección, me encargué de llevarlo directo a la entrada de una cueva en donde dos enormes osos en forma humana nos miraron sin pestañear.-Buenas tardes. Mi nombre es Duncan y yo...-Amigo de Stella. - Dijo uno de ellos y luego lo miró con curiosidad. - ¿Qué haces en nuestro territorio y por qué traes contigo a una were gato?-Quisiéramos hablar con tu líder... uh... Alfa. -¿Qué asunto? - Preguntó el otro con un gruñido en la voz.-Vinimos a devolver algo y a preguntar educadamente sobre los destrozos a mi salón de eventos. - Respondí dando un paso al frente. - Si conocen a Stella, entonces sabrán que hace unos días festejó su boda humana en mis instalaciones.Ellos se miraron antes de hablar.-Me temo que no podrá recibirlos en este momento. Y eso fue todo. Miraron al frente como si ya h
Lilian.La puerta se abrió justo cuando estábamos por llegar y de ahí una chica nos miró de arriba a abajo antes de hacernos una seña para que entráramos rápidamente.Eso hicimos y nos sentamos frente a un escritorio mientras ella se sentaba y nos miraba fijamente. Comenzó a ser incómodo después de un minuto, así que me aclaré la garganta.-Hola. Mi nombre es Lilian y él es Duncan, estamos aquí por dos asuntos. El primero es... uh... debido a una emergencia tuvimos que tomar el auto de uno de ustedes en un evento hace un par de noches y hemos venido a devolverlo. No ha sufrido ningún daño y el tanque de gasolina ha sido repuesto.Me interrumpí porque ella cerró los ojos y comenzó a maldecir furiosamente...Duncan me miró y yo solo me encogí de hombros.-¿Se refieren a la boda de Stella con el Alfa lobo? - Preguntó cuando terminó de mandar a un montón de especies al diablo.-Si. -Entonces, ¿Me están diciendo que el dueño del auto no viene con ustedes? - Preguntó con cuidado.-No. Des