holis mis preciosos fanseses n.n/ para todos aquellos que son nuevos en mis historias... bienvenidos!!! espero que disfruten de esta historia <3 <3 a todos los que ya me siguen de otros libros... los amooooo!! ya lo saben XD si les está gustando por fis dejen sus bonitos comentarios en la portada del libro para que más personas se interesen en la historia <3 <3 son los mejores fanseses que una esclava blanca puede tener <3 <3 <3
Llegué exhausta a casa de la abuela al terminar mi turno. Un montón de personas había ido al Were café para admirar mi ramo o para preguntarme con quién diablos estaba saliendo.Ni siquiera yo lo sabía, así que solo sonreí y les dije que tenía un novio viviendo fuera del pueblo.No me creyeron. Fue así como una hora después supe que se habían extendido las apuestas sobre mi supuesto novio.Megan, siempre una visionaria, se encargó de sacar la vieja pizarra que poníamos en el café para las apuestas de tonterías locales. El último había sido hace un mes cuando todo el pueblo había venido para apostar por si la gata de la señora White había sido embarazada por el gato de su vecino, el señor Black. Años de enemistad, no solo por sus apellidos, habían hecho del nacimiento de esa camada un evento en el que las palomitas y el alcohol circularon y dejaron muy buenas ganancias y propinas.Incluso los gatitos salieron en primera plana del periódico local.El pueblo necesitaba emoción y, al par
Dormí feliz como un bebé y me di un baño mientras cantaba en la bañera.Me había levantado más temprano porque quería decorar mis muestras de pastel antes de ir al trabajo. La abuela no había regresado a casa cuando me fui a dormir, pero eso no me preocupaba. De vez en cuando le gustaba quedarse a dormir en casa de sus amigas de la iglesia después de horas de repasar los chismes más recientes del pueblo. Y ya que mi novio y sus flores eran algo digno de mencionar... si, no creía que regresara a casa hasta la tarde de hoy.Bajé las escaleras envuelta en una nube de felicidad. Al menos hasta que llegué a la cocina.Corrí hasta el teléfono en medio del pánico total. Los segundos que se tardaron en responder fueron eternos.-Departamento de policía del condado, el sheriff al habla. - Dijo la voz varonil al otro lado.No solo era el sheriff, también era algo así como nuestro alcalde. Nadie quería el puesto y alguien tenía que tenerlo.-¡Señor George! Soy Stella. - Dije comenzando a hiperv
Jeremiah.Si seguía dentro de esta oficina iba a romper algo. O quizá solo se rompería mi cordura.Me cansé de esperar que mi dulce y nueva abuelita política me llamará de regreso. Tampoco nadie contestó el teléfono cuando por fin la cosa dejaba de sonar "ocupado".A la mierda el papeleo. Yo necesitaba oír la dulce voz de mi pareja. O al menos pedirle su número personal para que no estuviera en mi oficina golpeando mi cabeza contra el escritorio.-Deja de hacer eso. - Dijo Oscar, mi Beta, entrando en la oficina. - Ya se han reunido todos los lobos con excepción de los que están de guardia. Te esperan en la sala de conferencias.-Bien. Vamos.Me levanté y puse una sonrisa siniestra en mi cara. Mis lobos no intentarían una rebelión con mis nuevas noticias. Y todos aquellos que pensaban en abandonar el barco se lo pensarían dos veces porque yo tendría un heredero para el domingo, estaba seguro.La Sala de conferencias estaba ubicada debajo de la Casa de la Manada. Construida por mis ance
Al viejo auto del señor George solo le habían pintado algunas palabras a los costados: Sheriff por un lado y Alcalde del otro.Suponía que se estacionaba en un sentido o en otro dependiendo de si venía a arrestar a alguien o a inaugurar una nueva calle. En mi caso, lo vi estacionar frente al pórtico de mi abuela con las palabras "Sheriff" en ese costado.-¿Dónde está tu abuela? - Preguntó con seriedad.-Dijo que iba a comprar algo en el pueblo vecino, no ha llegado a casa desde ayer. - Dije con voz temblorosa. Llevaba solo cinco minutos fuera escaneando los alrededores en busca del perro mutante. El motero no me daba miedo, para eso tenía mi gas pimienta en el bolsillo pero ¿Un perro mutante? No podría correr antes de que me mordiera y me pasara sus virus mutantes.Entonces me transformaría en un perro mutante y luego me pondría un disfraz para ir a salvar a los pueblos vecinos de...-¿Stella?-¿Si? - Pregunté saliendo de mi fantasía en donde escogía unas mallas y un tutú cómo disfra
-¿Te gusta más el rancho Thompson o ese lugar a dos pueblos que tiene un lago artificial? Los dos tienen patos. - Preguntó mi abuela medio distraída al otro lado del teléfono.Yo miré la pared de la sala de estar de Megan con incredulidad.Mi amiga pensaba que lo mejor era esperar a que la abuela me llamará en algún momento de la tarde a quedarme escondida en su auto estacionado al otro lado de la acera en donde podía vigilar mi casa. Como una espía secreta.Claro que a los espías no les daban autos que habían visto mejores días hace cincuenta años y que resaltaban como un punto rojo cereza sobre el paisaje verde y gris. Como sea, la idea de Megan era más atractiva porque al menos tenía televisión por cable y al guapo Tom Welling en sus días juveniles de gloria, así que en la nota que dejé en la puerta le dije a la abuela que llamara. A mí número no, obviamente ya que seguía perdido en acción, sino al número de la casa de Megan. Le dejé muy bien especificado que no debía entrar y que
Jeremiah.-No puedes estar hablando en serio. - Le dije a Óscar. Él solo me miró con solemnidad.-Es lo que reportó el grupo que seguía a la abuela de tu pareja. ¿Piensas que debemos tomar medidas?-¡Si, joder! - Gruñí molesto. - Avísame si descubren quién es.Hoy no era un buen día. Acababa de descubrir que el grupo por el que "no debía preocuparme aún" porque ya había encontrado a mi pareja... bueno, aún planeaba rebelarse.Eran pocos, menos de una docena, pero aún así una insignificante llama podía hacer que todo un edificio lleno de pólvora estallar una. La m****a era m****a son importar su tamaño.No pensaba que el resto de mis lobos me traicionaría, pero el pequeño grupo podría intentar hacer algo estúpido. Como buscar dónde está mi pareja, por ejemplo, y quizá eliminarla.La idea me hacía crujir los dientes.Y ahora mi Beta venía con la noticia de que hay rastros de un hombre pantera merodeando a mi nueva y tierna abuela.-Si me permites una sugerencia. - Dijo Mi Neta acercánd
-No es broma, Megan. - Dije desde el probador. - De verdad, Regina debió utilizar sustancias alucinógenas o algo en el agua que le mete por la garganta al pobre hombre. ¿Por qué otro motivo alguien tendría prisa por adelantar la boda?-Quizá está embarazada y no quiere que nadie lo note. - Dijo ella del otro lado. - O quizá solo quiere ver el pastel antes de la boda y te dijo que todo se adelantó para poder gritarte y que te dé tiempo de hacer otro en caso de que no le guste.-No creo. Le dejé tu número en caso de que quisiera gritarme; además, es un palillo con piernas. ¿Crees que pueda ocultar un bebé ahí?-Puede estar usando una faja. Eso explicaría cómo pudo comer ocho pastelillos sin pestañear. -De verdad están hablando sobre los motivos que cualquiera tendría para casarse con la chica? - Preguntó con incredulidad Duncan un poco más fuerte.Ambas lo ignoramos. Él solo estaba ahí para cargar nuestras bolsas y, ocasionalmente, dar su opinión. Él lo sabía.-O quizá solo drogó al fu
-Ahora estoy realmente curioso. - Dijo cuando terminamos de amarrar a su flamante próxima esposa al techo del auto.Yo suspiré cuando Megan volvió a reírse con ganas. Le quité las llaves del auto y, como una niña, la metí en el asiento del copiloto, le puse su cinturón y cerré la puerta. Conduciría de regreso.En algún punto entre el estacionamiento y la carretera de camino a casa se tranquilizó.-Nuestra amiga aquí casualmente se encontró con el dueño. - Dijo Megan compuesta por fin. - Fue hace años, cuando su abuela apenas comenzaba con su misión de emparejarla a toda costa. Yo la interrumpí.-Mi abuela tenía la teoría en esa época de que quizá lo que buscaba en un hombre era una... experiencia diferente.-¿Qué tan diferente? - Preguntó Duncan. -Por dios, Megs, se te saldrá un pulmón si sigues así. - Regañé.-¡Mierda! - Dijo después de toser salvajemente la aludida. Y luego ella me ahorró la molestia de contestar la pregunta de Duncan. - Su abuela pensaba que a nuestra tierna Ste