Jeremiah.Si seguía dentro de esta oficina iba a romper algo. O quizá solo se rompería mi cordura.Me cansé de esperar que mi dulce y nueva abuelita política me llamará de regreso. Tampoco nadie contestó el teléfono cuando por fin la cosa dejaba de sonar "ocupado".A la mierda el papeleo. Yo necesitaba oír la dulce voz de mi pareja. O al menos pedirle su número personal para que no estuviera en mi oficina golpeando mi cabeza contra el escritorio.-Deja de hacer eso. - Dijo Oscar, mi Beta, entrando en la oficina. - Ya se han reunido todos los lobos con excepción de los que están de guardia. Te esperan en la sala de conferencias.-Bien. Vamos.Me levanté y puse una sonrisa siniestra en mi cara. Mis lobos no intentarían una rebelión con mis nuevas noticias. Y todos aquellos que pensaban en abandonar el barco se lo pensarían dos veces porque yo tendría un heredero para el domingo, estaba seguro.La Sala de conferencias estaba ubicada debajo de la Casa de la Manada. Construida por mis ance
Al viejo auto del señor George solo le habían pintado algunas palabras a los costados: Sheriff por un lado y Alcalde del otro.Suponía que se estacionaba en un sentido o en otro dependiendo de si venía a arrestar a alguien o a inaugurar una nueva calle. En mi caso, lo vi estacionar frente al pórtico de mi abuela con las palabras "Sheriff" en ese costado.-¿Dónde está tu abuela? - Preguntó con seriedad.-Dijo que iba a comprar algo en el pueblo vecino, no ha llegado a casa desde ayer. - Dije con voz temblorosa. Llevaba solo cinco minutos fuera escaneando los alrededores en busca del perro mutante. El motero no me daba miedo, para eso tenía mi gas pimienta en el bolsillo pero ¿Un perro mutante? No podría correr antes de que me mordiera y me pasara sus virus mutantes.Entonces me transformaría en un perro mutante y luego me pondría un disfraz para ir a salvar a los pueblos vecinos de...-¿Stella?-¿Si? - Pregunté saliendo de mi fantasía en donde escogía unas mallas y un tutú cómo disfra
-¿Te gusta más el rancho Thompson o ese lugar a dos pueblos que tiene un lago artificial? Los dos tienen patos. - Preguntó mi abuela medio distraída al otro lado del teléfono.Yo miré la pared de la sala de estar de Megan con incredulidad.Mi amiga pensaba que lo mejor era esperar a que la abuela me llamará en algún momento de la tarde a quedarme escondida en su auto estacionado al otro lado de la acera en donde podía vigilar mi casa. Como una espía secreta.Claro que a los espías no les daban autos que habían visto mejores días hace cincuenta años y que resaltaban como un punto rojo cereza sobre el paisaje verde y gris. Como sea, la idea de Megan era más atractiva porque al menos tenía televisión por cable y al guapo Tom Welling en sus días juveniles de gloria, así que en la nota que dejé en la puerta le dije a la abuela que llamara. A mí número no, obviamente ya que seguía perdido en acción, sino al número de la casa de Megan. Le dejé muy bien especificado que no debía entrar y que
Jeremiah.-No puedes estar hablando en serio. - Le dije a Óscar. Él solo me miró con solemnidad.-Es lo que reportó el grupo que seguía a la abuela de tu pareja. ¿Piensas que debemos tomar medidas?-¡Si, joder! - Gruñí molesto. - Avísame si descubren quién es.Hoy no era un buen día. Acababa de descubrir que el grupo por el que "no debía preocuparme aún" porque ya había encontrado a mi pareja... bueno, aún planeaba rebelarse.Eran pocos, menos de una docena, pero aún así una insignificante llama podía hacer que todo un edificio lleno de pólvora estallar una. La m****a era m****a son importar su tamaño.No pensaba que el resto de mis lobos me traicionaría, pero el pequeño grupo podría intentar hacer algo estúpido. Como buscar dónde está mi pareja, por ejemplo, y quizá eliminarla.La idea me hacía crujir los dientes.Y ahora mi Beta venía con la noticia de que hay rastros de un hombre pantera merodeando a mi nueva y tierna abuela.-Si me permites una sugerencia. - Dijo Mi Neta acercánd
-No es broma, Megan. - Dije desde el probador. - De verdad, Regina debió utilizar sustancias alucinógenas o algo en el agua que le mete por la garganta al pobre hombre. ¿Por qué otro motivo alguien tendría prisa por adelantar la boda?-Quizá está embarazada y no quiere que nadie lo note. - Dijo ella del otro lado. - O quizá solo quiere ver el pastel antes de la boda y te dijo que todo se adelantó para poder gritarte y que te dé tiempo de hacer otro en caso de que no le guste.-No creo. Le dejé tu número en caso de que quisiera gritarme; además, es un palillo con piernas. ¿Crees que pueda ocultar un bebé ahí?-Puede estar usando una faja. Eso explicaría cómo pudo comer ocho pastelillos sin pestañear. -De verdad están hablando sobre los motivos que cualquiera tendría para casarse con la chica? - Preguntó con incredulidad Duncan un poco más fuerte.Ambas lo ignoramos. Él solo estaba ahí para cargar nuestras bolsas y, ocasionalmente, dar su opinión. Él lo sabía.-O quizá solo drogó al fu
-Ahora estoy realmente curioso. - Dijo cuando terminamos de amarrar a su flamante próxima esposa al techo del auto.Yo suspiré cuando Megan volvió a reírse con ganas. Le quité las llaves del auto y, como una niña, la metí en el asiento del copiloto, le puse su cinturón y cerré la puerta. Conduciría de regreso.En algún punto entre el estacionamiento y la carretera de camino a casa se tranquilizó.-Nuestra amiga aquí casualmente se encontró con el dueño. - Dijo Megan compuesta por fin. - Fue hace años, cuando su abuela apenas comenzaba con su misión de emparejarla a toda costa. Yo la interrumpí.-Mi abuela tenía la teoría en esa época de que quizá lo que buscaba en un hombre era una... experiencia diferente.-¿Qué tan diferente? - Preguntó Duncan. -Por dios, Megs, se te saldrá un pulmón si sigues así. - Regañé.-¡Mierda! - Dijo después de toser salvajemente la aludida. Y luego ella me ahorró la molestia de contestar la pregunta de Duncan. - Su abuela pensaba que a nuestra tierna Ste
Jeremiah.-Alfa, por favor bájelo. Estamos llamando la atención de los humanos. - Dijo mi Beta Oscar acercándose a mí para que solo yo pudiera escucharlo.Yo gruñí. Estaba disfrutando demasiado el sonido que hacía la garganta del bastardo al asfixiarlo mientras mi mano apretaba su cuello y lo elevaba por encima de mi cabeza.Sabía que el tipo era dueño de un gran edificio en esta ciudad humana. Fue por eso que llegué aquí directamente y pregunté por él. Quizá perdí un poco los estribos cuando me dijo que tenía cosas más importantes que hacer que secuestrar ancianas y que me fuera a la m****a.Si, yo estuve mal por atacarlo frente a tantos testigos humanos, pero ese maldito bastardo no puede andar hablando así de mi familia.Mi Beta volvió a insistir y yo solté al maldito. Le dí solo cinco segundos para reponerse antes de volverlo a alzar.-Repite lo que acabas de decir, gato. Tienes bastantes pelotas para enfrentarme solo.-Aunque... me mates no cambiará... el hecho de que... no tengo
-¿De verdad haremos topless en tu sala? - Pregunté con curiosidad.No me oponía. Siempre he pensado que los sujetadores son una tortura innecesaria. ¿Y qué si mi pezón quiere salir y respirar? Tengo lindos pezones.-No, carajo. Con toda la emoción de estos días olvidé lavar. Lo único limpio que tenía lo estás usando actualmente. - Dijo ella pasando a mi lado con un calcetín en un pie y unos bonitos boxers de niña.Fue directamente al cuarto de lavado.-Bueno, no es como si tuviéramos que trabajar hoy tampoco. -Grité desde la sala. - Duncan envió un mensaje de madrugada y dijo que su departamento está declarado como pérdida total. El fin de semana lo usará para buscar un nuevo lugar.-¿En serio? ¿Aquí en el pueblo? - Gritó desde el otro cuarto.-Si. Yo le deseé suerte, pero las dos sabemos que terminará viviendo en el hotel en el que está o acampará en el bosque. En el pueblo habían algunas casas decentes para rentar, el problema era el precio. Incluso su hotel de veinte dólares la noc