Julia intentó recomponerse al ver a Ángel parado justo en frente de ellos, el cual dejaba ver su mirada fría y oscura.—Ángel yo. —Julia intentó hablar, solo que Ethan se metió en medio.—Tú no tienes por qué darle explicaciones a este hombre —vociferó Ethan.—Julia saca a este hombre de aquí, antes que lo destroce con mucho con mis propias manos —vociferó ÁngelÁngel trato de contenerla compostura, pero en realidad lo único que quería era acabar con Ethan en ese mismo lugar, se había metido con Julia y eso no lo iba a permitir.—Ethan por favor déjame a solas con Ángel, tengo que hablar con él —dijo Julia tratando de entrar en razón a Ethan, quien tenía ganas de todo menos de salir de esa oficina.Julia se llevó las manos a la cabeza y caminó hacia la puerta en dónde estaba Ángel parado con ganas de caerle a golpes a Ethan, aún no sabía en qué momento se metió en tremendo lío.—No escuchaste a mi novia, que te largues de una maldita vez, y tú Julia espero que lo que sea que me vayas
Lucas y Soledad miraban con bastante atención todo lo que pasaba en la oficina de Julia quien había ordenado que todos volvieran a su oficina.—Antes estos circos no se veían en las empresas, vaya que la nueva presidenta es una corriente —le comentó Soledad al ver que Julia se alejaba hacia su oficina.Solo que la voz de Soledad hizo que se detuviera.—Si antes no se veían estos circos, antes se veían solo ratas, las cuáles pienso sacar muy pronto de esta empresa apunto de veneno —respondió Julia caminando hacia Soledad.—No te metas conmigo por qué tú no me conoces todavía —le dijo Soledad.—No pues con usted no hay quien se quiera meter, y de eso no me queda la menor duda, es más ni Leo quiere estar con usted, ¿Dígame qué se siente? —dijo Julia sonriendo, provocando que Soledad soltará un chillido—Lucas y te piensas quedar ahí, mira como me trata la estúpida de Julia, y tú te quedas completamente callado. —Soledad miraba a Lucas el cual quedó en una posición bastante incómoda, pues
Soledad va de camino a la oficina, necesita hablar con Lucas lo más pronto posible, está realmente agotada, sin contar que preocupada. Todo este tema de Leo la tiene con los pelos de punta.Al llegar, Soledad nota a Lucas con la corbata suelta, ella muerde el interior de su mejilla, porque está deseosa de nuevo por él. Soledad entra y cierra la puerta, acomoda su escote y luego se acerca a él en pasos sagaces, delicados y sensuales. Se hace detrás de él e inhala su aroma varonil.—Realmente hueles demasiado bien, ¿Estás muy ocupado? Porque tengo muchas ganas de divertirme contigo.—Lo estoy, hay muchos pendientes y créeme que no tengo tiempo para estar contigo. —Soledad bufa, detesta que Lucas rechace de esa manera en especial cuando ella está necesitada de él. —Ay Lucas… soy yo, no lo olvides. Soy yo la persona que tienes aquí al frente, deja la bobada. Tú sabes que me deseas tanto como yo a ti —ella le dice mientras guiña uno de sus ojos.Lucas rueda sus ojos, en realidad tanta e
Julia toma sus cosas, las palabras de Soledad le llegan una y otra vez a su cabeza. —Esa mujer es una… ¿Cómo es posible que se haga pasar por otra persona? esa mujer es lo peor que existe —se dice Julia, mientras agarra las cosas para irse a su casa. Ella solo piensa en Leo, no puede sacarlo de su cabeza, sin contar que también esa mujer está engañando a Victoria. Eso sin duda le arruga el corazón a Julia, porque en alguna ocasión la niña lo mencionaba. Julia se agarra su cabeza siente tanta rabia e impotencia. Le gustaría darle una lección, sin embargo, no tiene las pruebas para eso.Ella toma sus cosas y sale de la oficina, allí ve que Soledad va pasando, Julia se cruza sus brazos y luego sonríe mirándola. —Que pereza que lo primero que encuentre sea a alguien como usted —dice Soledad. —Para mí tampoco es lo más agradable, personas como usted Maya —ella pronuncia su nombre con cautela—. Pero bueno, así es la vida. Las cosas son crueles, normalmente debemos aprender a vivir con
Victoria y Alex habían pasado la mejor tarde junto con su madre, disfrutaron de una linda tarde en el parque y de unos cuantos helados, lo cuales de seguro y no dejarían dormir a Alex, pues comió tanto chocolate que de seguro y mantendría a Julia ocupada toda la noche detrás de él.—¿Qué tanto piensas Julia? —le pregunto Vivían, ella al igual que Sofía había ido al parque solo que Sofía estaba en la piscina de pelotas con los niños.—En muchas cosas, ya sabes por más que quiere desprenderme de cosas no puedo, además tengo algo atrapado entre pecho y espalda —comentó Julia.—Amiga puedes estar tranquila —le hablo Vivían.—¿A qué te refieres?, No entiendo muy bien a qué te refieres. —Julia miró extraña a Vivian quien parecía estar tranquila y con su mirada puesta al horizonte.—A que no te debes sentir culpable por mi relación con Ethan, yo sabía en qué me estaba metiendo y aun así decidí seguir. —Julia abrió sus ojos como platos, en verdad está mujer era adivina.—¿Dónde está tu bola m
Sofía se sentó en el lugar que estaba Julia para después recriminarle a Vivían.—Que pretendes Vivían, que Julia se entre así de todo y Ángel cumpla sus amenazas de hacerle daños a los niños —vociferó Sofía realmente alterada.—Para nada señora, pero debemos abrirle los ojos a Julia, no podemos permitir que ella siga ciega, mira a todo lo que se ha atrevido el muy desgraciado sin nadie que lo pare.Por qué a mí nada me quita de la cabeza que él fue quien ocasionó también el accidente de Ethan y de Julia—¿A qué te refieres Vivian? —habló Sofía, colocando sus manos en los hombros de Vivían.—A que como bien sé que nos escuchaste, a mi nada me quita de la cabeza que el accidente de Julia en la casa no fue casualidad, ella estaba sola y ella vio una sombra, además del accidente del auto de Ethan, sé que fue Ethan, ¿Por qué dime una cosa Sofía? ¿Por qué el empeño de Ángel en desconectar a Ethan?No es normal, él quería quitarlo del camino, y de seguro si yo no llego ese día de seguro y lo
Su corazón palpitaba a mil por cada segundo que pasaba, era normal sentirse así, era la pregunta que se hacía al verse al espejo, no lo podía creer, muchas veces se había negado a operarse, pero hoy Leo Rossi estaba de frente al espejo viendo el hombre que solía ser, pero que desde luego no iba a ser el mismo, algo dentro de él había cambiado, y de eso no había la menor duda.—¡Listo señor!, Ese traje le queda perfecto —dijo la joven que trataba de no derramar más saliva al ver al hombre tan guapo que estaba justo enfrente de ella.—Si me lo llevo, está noche debo hacer algo muy importante, y debo causar buena impresión —hablo Leo acomodando su corbata.—Créame señor que va causar más que una buena impresión —dijo la joven tragando saliva.Leo Rossi a escasas horas de llegar al país decidió ir primero a comprar algo de ropa, la necesitaba, y más después de los dos largos meses de rehabilitación que tuvo que llevar, que además de volver a tomar su cuerpo, la ropa que llevaba no le qued
Después de preparar todo para la gran pijamada de Victoria Julia subió a su habitación, debía darse un baño y cambiarse pues Ángel la había invitado a salir a cenar a un lujoso hotel, y no demoraba en llegar.Así que se despojó de toda su ropa y se metió la ducha, para después colocarse un hermoso vestido verde esmeralda, el cual era ceñido al cuerpo y llegaba hasta sus muslos, dejo su cabello suelto, puso unos tacones de punta y salió rápidamente de su habitación.—Mi niña, ¿En verdad piensa salir está noche? —preguntó Margarita llena de angustia.—Si, está noche saldré un par de horas con Angel, por favor te encargo a los niños, se que mi madre no demora en llegar, pero a un así te los encargo.—Claro qué si niña, no se preocupe, ¡Estás hermosa mi niña! Cuídate —dijo Margarita.Julia salió rápidamente al escuchar la bocina del auto de Ángel, el cual se bajó de inmediato a verla, parecía una diosa bajada del mismísimo monte Olimpo.Angel llevó sus manos a sus ojos y sonrió, no estaba