Sofía se sentó en el lugar que estaba Julia para después recriminarle a Vivían.—Que pretendes Vivían, que Julia se entre así de todo y Ángel cumpla sus amenazas de hacerle daños a los niños —vociferó Sofía realmente alterada.—Para nada señora, pero debemos abrirle los ojos a Julia, no podemos permitir que ella siga ciega, mira a todo lo que se ha atrevido el muy desgraciado sin nadie que lo pare.Por qué a mí nada me quita de la cabeza que él fue quien ocasionó también el accidente de Ethan y de Julia—¿A qué te refieres Vivian? —habló Sofía, colocando sus manos en los hombros de Vivían.—A que como bien sé que nos escuchaste, a mi nada me quita de la cabeza que el accidente de Julia en la casa no fue casualidad, ella estaba sola y ella vio una sombra, además del accidente del auto de Ethan, sé que fue Ethan, ¿Por qué dime una cosa Sofía? ¿Por qué el empeño de Ángel en desconectar a Ethan?No es normal, él quería quitarlo del camino, y de seguro si yo no llego ese día de seguro y lo
Su corazón palpitaba a mil por cada segundo que pasaba, era normal sentirse así, era la pregunta que se hacía al verse al espejo, no lo podía creer, muchas veces se había negado a operarse, pero hoy Leo Rossi estaba de frente al espejo viendo el hombre que solía ser, pero que desde luego no iba a ser el mismo, algo dentro de él había cambiado, y de eso no había la menor duda.—¡Listo señor!, Ese traje le queda perfecto —dijo la joven que trataba de no derramar más saliva al ver al hombre tan guapo que estaba justo enfrente de ella.—Si me lo llevo, está noche debo hacer algo muy importante, y debo causar buena impresión —hablo Leo acomodando su corbata.—Créame señor que va causar más que una buena impresión —dijo la joven tragando saliva.Leo Rossi a escasas horas de llegar al país decidió ir primero a comprar algo de ropa, la necesitaba, y más después de los dos largos meses de rehabilitación que tuvo que llevar, que además de volver a tomar su cuerpo, la ropa que llevaba no le qued
Después de preparar todo para la gran pijamada de Victoria Julia subió a su habitación, debía darse un baño y cambiarse pues Ángel la había invitado a salir a cenar a un lujoso hotel, y no demoraba en llegar.Así que se despojó de toda su ropa y se metió la ducha, para después colocarse un hermoso vestido verde esmeralda, el cual era ceñido al cuerpo y llegaba hasta sus muslos, dejo su cabello suelto, puso unos tacones de punta y salió rápidamente de su habitación.—Mi niña, ¿En verdad piensa salir está noche? —preguntó Margarita llena de angustia.—Si, está noche saldré un par de horas con Angel, por favor te encargo a los niños, se que mi madre no demora en llegar, pero a un así te los encargo.—Claro qué si niña, no se preocupe, ¡Estás hermosa mi niña! Cuídate —dijo Margarita.Julia salió rápidamente al escuchar la bocina del auto de Ángel, el cual se bajó de inmediato a verla, parecía una diosa bajada del mismísimo monte Olimpo.Angel llevó sus manos a sus ojos y sonrió, no estaba
Julia mira para arriba, todo esto se estaba volviendo tedioso, Ángel se estaba comportando de una manera que claramente a ella no le gustaba. Julia se ubica contra la pared y cruza sus brazos, luego mira a Ángel y exhala, intentando encontrar las palabras adecuadas para que las cosas no se salieran de control.—Ángel, quiero decirte algo. Quiero que te quede muy claro algo, si tu no puedes esperar lo mejor es que tengamos que terminar —dice Julia, mirándolo fijamente. —¿Qué es lo que estás diciendo Julia? lo siento, pero no comprendo de que hablas —Ángel comienza a respirar rápido—. Espero que no estés diciendo eso, que ni siqueira lo estés pensando Julia, porque es algo que en verdad no puedo tolerar, algo que no puedo soportar. —Pues sí, ángel si no puedes esperar simplemente no vale la pena seguir con esto —dice Julia con seguridad—. Si no puedes esperar, dime ¿cómo podemos continuar? ¿cómo podemos decir que las cosas estarán bien?—No, Julia. Claro de que no… no puedes hacerme e
El cuerpo de Julia temblaba, pero iba a ser fuerte, así que abrió sus ojos para encontrarse con Leo encima de Ángel quien lo golpeaba hasta más no poder.Pero lo que más llamó la atención de Julia era ver a Leo bien, como si nunca hubiera estado en silla de ruedas.Julia camino hacia donde estaba Leo golpeando a Ángel y lo tomó de la espalda.—¡Ya Leo por favor!, No lo golpees más, ya está inconsciente, por favor no más —vociferó Julia, temblando de los nervios.Leo se pone de pie, para después mirar a Julia, quien todavía está muerta de los nervios, así que tomó la mano de ella, la cual se sentía helada y temblaban al mismo tiempo que los labios de Julia.—¿Estás bien?, ¿Te hizo algo este imbécil? —preguntó Leo, mientras ella negaba.Julia lo único que quería era ir a casa y poder darse un baño en dónde borrará todo lo que vivió con Ángel, que de no haber sido por Leo el, Ángel hubiese logrado su cometido.—¡Señor Rossi!, La policía ya está aquí —le dijo el chófer de Leo, quien en el
Después de un largo trayecto a casa, por fin el auto de Leo se estacionaba frente de la mansión de Julia, Leo se baja y abre la puerta para ayudar a bajar a Julia, así que una vez más estira su mano la cual Julia acepta sin restarle importancia a la fuerte corriente que siente recorrer por todo su cuerpo.Julia empieza a caminar hacia la puerta de su casa mientras Leo también camina detrás de ella, solo que Julia cae en cuenta que él no puede entrar, así que se gira de inmediato para detenerlo.—Gracias, pero creo que no es necesario que entres conmigo —habla Julia cortante.Pues ella no puede dejar que Leo entre de lo contrario se dará cuenta que Victoria está con ella, y de seguro si se da cuenta se la quitaría y eso es lo menos que ella quiere.—Está bien, hasta aquí te acompaño, solo dile a tu madre que te traje con bien. —Julia asintió, pero no dejo de sentirse traicionada por Sofía.Si bien era cierto que Leo le había salvado, también Sofía sabía muy bien todo el daño que él le
Leo fue al hotel recogió todas sus cosas, era hora de volver a su mansión, no se seguiría escondiendo más de Maya, ahora era tiempo de poner las cosas en su lugar, y sacar a Maya de la casa iba a ser la primera.El auto se estacionó justo en frente de la mansión de Leo, quien observó con atención algunos segundos, se sentía diferente, se veía diferente, ya no era el mismo Leo, no por que no caminara, si no porque ahora venía dispuesto a conquistar el amor de Julia.—¡Leo!, ¡Leo!, ¿Cuándo regresaste?, Y ya estas caminando —le dijo Soledad llena de emociones al ver parado a Leo, quien descargaba sus maletas en el piso.Soledad termina de bajar rápidamente las escaleras y corre abrazar a Leo, quien pone las manos justo en frente de ella.—Maya, no sé que haces todavía aquí, en mi casa, te dije que no te quería ver más aquí, y mírate aquí sigues —vocifero Leo desabrochando se la corbata.—Leo pensé que a tu regreso hablamos, además tú sabes que yo te amo, y estoy dispuesta a luchar por ti
Julia había pasado la peor noche de su vida, todo era muy difícil de procesar, pero era hora de levantarse, no se dejaría derrumbar ahora menos que nada, así que se puso de pie, y fue directo a la habitación de Alex, quien ya se había despertado.—¡Ven acá mi príncipe azul! —dijo Julia tomando a Alex en sus brazos.—Buenos días señora, ¿Cómo amaneciste el día de hoy? —preguntó Margarita entrando a la habitación de Alex.—Bien dentro de lo que cabe, ¿Y Victoria?, ¿Ya está lista para ir a la escuela? —preguntó Julia, mientras desvestía al pequeño Alex para darle su baño.—La niña Victoria está desayunando con sus compañeras, mientras la señora Sofía salió está mañana bastante temprano, creo que se iba a encontrar con el joven Ethan —le respondió Margarita.—Gracias Margarita, hoy yo termino con Alex, quiero dejarlo guapo, a y por favor y mientras llega mi madre quiero que se quede con Álex, hoy tengo que salir mucho más temprano —dijo Julia.—Claro que sí señora, usted sabe que no tiene