Zoé llega a casa de su madre furiosa porque su marido, Lucas, le ha informado de que lo han llamado del banco para confirmar una costosa compra en una joyería por miles de dólares que su madre, Grace, había hecho recientemente con la tarjeta de crédito que Zoé le había prestado.Zoé le reclama enfadada a su madre y le dice:—Mamá, ¡te he estado esperando durante horas! ¿Por qué no contestaste el teléfono? ¿Dónde andabas? Lucas me acaba de decir que hiciste una compra costosísima en una joyería con mi tarjeta. Te exijo que devuelvas todo lo que compraste, ahora—reclama.—Bajas la voz porque soy tu madre. Necesitaba esas joyas, hay que cubrir las apariencias, querida. Tengo un evento el sábado y no tenía nada nuevo para exhibir.—Te hubiese prestado una de las mías. A Lucas no le va bien con sus finanzas. Todavía enfrenta problemas con la sucursal de Países Bajos.—No seas tonta, que Lucas tiene mucho dinero y jamás se le acabará. Ya has dicho tú que es solo la sucursal de Países Bajos
Zoé espera pacientemente a que Elijah salga de la fundación. «Es ahora o nunca», se repite a sí misma y llega hasta donde tiene aparcado su coche. Lo enfrenta nuevamente.—Elijah, necesito que dejes el seminario y vengas conmigo.—Zoé, estás perdiendo la cabeza y también a mí. Me he comprometido con el sacerdocio y las nobles causas, no puedo dimitir y marcharme ahora. Entiende que lo nuestro no puede ser y que lo que pasó fue un completo error que no me deja en paz —expresa con tristeza.—Pero, ¿qué pasará con nosotros? Tú no eres el único que sufre, Elijah —dice con emotividad.—Yo también me preocupo por ti, Zoé. Tampoco quiero que tú sufras, pero creo que no está bien que estemos solo aquí. Vamos por un taxi para ti, te acompaño—se revela sereno y benevolente con ella.—¿Estás eligiendo tu vocación en lugar que a mí? Hace solo una noche fui mujer entre tus brazos —lo confunde.—También eres la mujer de mi padre, no hagas esto más difícil. No es justo hacernos daño. No se trata de
Al día siguiente, en el seminario, Elijah se encontraba frente al padre Tomás. Su semblante reflejaba la seriedad y la preocupación que sentía por Zoé. Había tomado la decisión de hablar con él, esperando encontrar comprensión y apoyo.—Padre Tomás, necesito hablarle sobre Zoé. Está pasando por momentos muy difíciles con mi padre y creo que necesitamos ayudarla.El padre Tomás lo miró con escepticismo, se cruzó de brazos y lo escuchó. Tras escuchar la explicación de Elijah sobre la situación, el padre Tomás suspiró profundamente y negó con la cabeza.—Elijah, me sorprende escuchar esto de ti. ¿Realmente crees en las historias que Zoé te cuenta? Me parece que estás siendo manipulado por una joven que claramente tiene problemas, pero de disciplina y ego.Elijah, sorprendido por la respuesta, trató de mantener la calma, aunque su frustración era evidente.—Padre, he visto las señales, he hablado con ella. No se trata solo de disciplina. Está sufriendo, y nosotros, como guías espirituales
La acusación de que Grace ha sacrificado a su propia hija para salvarse a sí misma y a su estatus es un golpe devastador. Salvador, aunque es visto por todos como un simple chófer y no como el verdadero padre de Zoé, siente cada palabra que dice con una intensidad abrumadora. Su confrontación es un grito de desesperación, un llamado a Grace para que reconozca el daño que le están haciendo a su hija y actúe para protegerla, para salvarla de un destino que no eligió.Salvador entra en su habitación de forma brusca, revelando las profundidades de la desesperación y el amor de un padre. La confrontación entre Salvador y Grace no solo es un choque de voluntades, sino también un reflejo de las luchas internas a las que cada uno se enfrenta, entre el deseo de proteger a quienes aman, las presiones y expectativas que la sociedad y las circunstancias les imponen.—¿Cómo has podido? ¿Cómo has podido sacrificar a nuestra propia hija por... por esto? —señala con gestos hacia el entorno lujoso en
Rumbo a la oficina Lucas conversa abiertamente con Salvador como siempre en el auto, le muestra el periódico donde aparecen Elijah y Zoé en el evento de caridad que empresas Hamilton patrocina trimestralmente. Rápidamente Lucas evidenció una mejoría en el estado de animo de Zoé, desconociendo aún las causas de sus nuevas alegrías. Salvador por su parte luego del enfrentamiento que sostuvo con Grace recientemente, se siente tentado a confesarle a Lucas que él es el verdadero padre de Zoé. Inmediatamente Lucas le muestra y dice:—¿Has visto esto, Salvador? —Muestra el periódico con la fotografía de Zoé y Elijah. —Es increíble cómo ha crecido mi muchacho, ¿verdad? Mi mujer luce realmente hermosa. Estoy realmente orgulloso de ellos. —Salvador detiene el auto para mirar la fotografía, diciendo:—Sí, es impresionante, Elijah se ve muy bien. Zoé siempre ha sido muy especial—hace una pausa, pensativo. Realmente tienes motivos para estar orgulloso.—He notado que Zoé, ha estado un poco más ani
Días después, en medio de la tranquilidad que la embarga, y tras el resultado obtenido en el evento benéfico, Zoé se reencuentra con Elijah en la fundación Hamilton. Esta vez, Elijah no puede evitar mirarla de otra manera; el eco y las sombras de una pasión prohibida gritan lo inexorable.—Zoé, no puedo fingir que lo de la otra noche, no ha cambiado las cosas entre nosotros —le dice con una mezcla de determinación y cautela mientras se acerca a ella.—Elijah, yo... no sé qué decir. Fue un momento, no sé si deberíamos darle más importancia de la que tiene.—¿Cómo puedes decir eso? Lo que sentí... lo que vi en tus ojos... no fue algo que se pueda ignorar tan fácilmente. —La mira con una intensidad que no puede ocultar.—Lo sé, y no puedo negar que también sentí algo. Pero, ¿qué hacemos con esto? No podemos simplemente... —advierte, bajando la mirada y luchando con sus propias emociones.—No lo sé, Zoé. Pero lo que sí sé es que no quiero alejarme de ti. No ahora que sé que hay algo más e
En la mente de Elijah nada es imposible. Acuerda con Zoé y la busca en la mansión con mucho sigilo. Ella sale aprovechando que todos se han ido y entra en su auto a toda velocidad. Elijah le tenía preparada una sorpresa, la llevaría hasta la granja de los Hamilton, que tienen a las afueras de California. Por lo general, casi nunca van porque la madre de Elijah murió allí.—Espero que te gusten las sorpresas, porque hoy te tengo preparada una muy especial—advierte Elijah, arrancando el coche con una sonrisa emocionada.—Me encantan las sorpresas, sobre todo si vienen de ti. ¿A dónde vamos?—A un lugar muy especial para mí, la granja de los Hamilton, a las afueras de la ciudad. No hemos ido mucho desde que mamá... bueno, desde que mamá nos dejó. Pero creo que es hora de crear nuevos recuerdos, ¿no crees? —Apunto y dice con una mirada llena de nostalgia, mezclada con una chispa de alegría.—Elijah, eso suena maravilloso. Estoy aquí para compartir esos nuevos recuerdos contigo. Gracias po
Elijah decide dejar el seminario y poner fin a su vocación como sacerdote. Antes de hacerlo oficial, habla primero con el padre Tomás, antes de hacerlo formalmente con el resto de sus maestros. El padre Tomás se conmociona y trata de hacerle entrar en razón diciéndole que Zoé está manipulando su voluntad por culpa de un amor prohibido.—Padre Tomás, he tomado una decisión. He decidido dejar el seminario. Siento que mi vocación no está aquí, sino en otro lugar, fuera de estos muros.—Elijah, esto es muy repentino. ¿Estás seguro de lo que dices? Debes considerar profundamente tu vocación. ¿Es esto realmente lo que Dios quiere para ti?—Lo he pensado mucho, padre. No ha sido una decisión fácil, pero siento que mi corazón no está en el sacerdocio. Hay algo más allá para mí, algo que también puede formar parte del plan de Dios.—Esto tiene que ver con Zoé, ¿verdad? Elijah, debes entender que el amor humano, aunque poderoso, no debe desviarte del camino que Dios ha elegido para ti. ¿Estás s