La tarde siguiente, al regresar del seminario, Elijah va a saludar a su padre a la oficina y se sorprende al encontrarlo triste y abatido.—Elijah, hijo mío, gracias por venir—dice su padre suspirando profundamente.—¿Te pasa algo, papá? — éste levanta la vista con los ojos llenos de tristeza y responde:—He recibido noticias del banco, parece que uno de mis negocios en el extranjero enfrenta algunas dificultades financieras y se ha visto gravemente afectado por la crisis de Europa. Temo que no podamos mantenerlo por mucho tiempo más.El corazón de Elijah se hunde ante las palabras de su padre. La idea de que el negocio familiar que se ha transmitido de generación en generación se enfrente a un futuro sombrío es devastadora.—Lo siento mucho, papá. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte? —pregunta Elijah, sintiéndose impotente ante tanta adversidad. Su padre le dedica una débil sonrisa:—Tenerte a mi lado es suficiente, hijo mío. Afrontaremos juntos este desafío como familia. Todavía
Elijah y Zoé están en una situación complicada porque sus sentimientos hacia el otro son prohibidos. Eso hace que sea difícil para ellos pensar con claridad y tomar decisiones racionales. Ya no cabe duda de que sienten atracción mutua, pero también son conscientes de que su relación podría tener consecuencias negativas para la familia y los demás.Ambos piensan que es importante para ellos intentar mantener la mente abierta y buscar ayuda en personas adecuadas que los orienten sobre cómo manejar sus divergentes sentimientos con cautela. También consideran que deben hablar honestamente sobre sus emociones y escucharse mutuamente con empatía.Consideran también las consecuencias de sus acciones, si se llegarán a aventurar en lo indebido, lo que menos quieren es causar daño. Por lo que les he difícil a cada uno seguir a su corazón y hacer lo que creen correcto.—¿Ya te vas de viaje, amor? —le pregunta Zoé a su esposo, mientras él hace la maleta.—Sí, querida, tengo que resolver el asunto
Cae un fuerte aguacero en medio de una noche oscura y fría, y no hay nadie en casa. Linda ha empezado la universidad y Lucas sigue de viaje. Zoé y Elijah se encuentran solos en la mansión con el deseo en su máximo apogeo. Es Zoé quien desea poseer al ingenuo y temeroso Elijah y entra en su habitación.El sonido de la lluvia golpeando con fuerza contra la ventana hace que Zoé se toque el rostro y sienta cómo el álgido e intenso deseo la envuelve por completo. Elijah estaba a punto de dormirse, perdido en sus pensamientos, cuando de pronto siente la presencia de ella en la habitación. Levanta la mirada, sorprendido, mientras ella se acerca a él lentamente con un brillo depredador en los ojos.Al percibir sus intenciones, el corazón de Elijah se acelera rápidamente con fuerza, sintiendo una mezcla trémula de emoción y miedo que lo domina. Zoé no dice ni una sola palabra, se sienta en la cama y cruza la línea de la intensa barrera que los separaba. Roza sus dedos en su cara y traza una sua
Sintiéndose atrapado y abrumado por la intensidad de sus emociones, Elijah lucha por darle sentido a ese amor forzado que se ha convertido en una carga para él. El peso de sus sentimientos pesa sobre sus hombros mientras navega por el caos de su mente.Cada mirada, cada roce y cada palabra susurrada en esa oscura noche solo sirven para profundizar aún más su agonía. Incapaz de escapar del tornado de su propio corazón, Elijah se encuentra dividido entre el éxtasis del amor y el tormento de sus consecuencias. Mientras mira a su alrededor, su confusión solo aumenta. Es incapaz de comprender cómo algo tan hermoso pudo convertirse en una condena, a pesar del caos que se remolina en su interior. No obstante, en el fondo, intuye que, a partir de ahora, será un eterno esclavo del poder de un amor condenado a sufrir en una guerra eterna.—Elijah, lo que me cuentas es monstruoso y yo te lo advertí bastantes veces, hijo. Me niego a creer que todo aquello hubiera pasado esa noche —menciona el pad
Lucas llega a la mansión cansado por el viaje y feliz de volver a ver a su mujer, que exterioriza su emoción, pero en el fondo le fastidia su presencia. Lucas también se ve ligeramente afectado por la repentina decisión de Elijah de volver al seminario. En su interior, se siente muy confundido y, de pronto, le dice a Zoé:—Zoé, tengo que hablarte de algo muy importante. No sé cómo decirte esto, pero Elijah ha decidido volver al seminario como interno. No entiendo por qué ha tomado una decisión tan repentina. Me siento muy confundido por su determinación. Ojalá me hubiese esperado para hablar antes de tomar esa decisión tan precipitadamente —expone Lucas conmovido.Zoé desconocía que se internaría; a la única persona a la que Elijah le había hablado antes de partir fue a Solange. Se muestra algo contrariada y su expresión cambia cuando escucha a Lucas. Al darse cuenta de las implicaciones de la decisión de Elijah, intenta ocultar sus verdaderos sentimientos, pero Lucas puede ver a travé
Zoé llega a casa de su madre furiosa porque su marido, Lucas, le ha informado de que lo han llamado del banco para confirmar una costosa compra en una joyería por miles de dólares que su madre, Grace, había hecho recientemente con la tarjeta de crédito que Zoé le había prestado.Zoé le reclama enfadada a su madre y le dice:—Mamá, ¡te he estado esperando durante horas! ¿Por qué no contestaste el teléfono? ¿Dónde andabas? Lucas me acaba de decir que hiciste una compra costosísima en una joyería con mi tarjeta. Te exijo que devuelvas todo lo que compraste, ahora—reclama.—Bajas la voz porque soy tu madre. Necesitaba esas joyas, hay que cubrir las apariencias, querida. Tengo un evento el sábado y no tenía nada nuevo para exhibir.—Te hubiese prestado una de las mías. A Lucas no le va bien con sus finanzas. Todavía enfrenta problemas con la sucursal de Países Bajos.—No seas tonta, que Lucas tiene mucho dinero y jamás se le acabará. Ya has dicho tú que es solo la sucursal de Países Bajos
Zoé espera pacientemente a que Elijah salga de la fundación. «Es ahora o nunca», se repite a sí misma y llega hasta donde tiene aparcado su coche. Lo enfrenta nuevamente.—Elijah, necesito que dejes el seminario y vengas conmigo.—Zoé, estás perdiendo la cabeza y también a mí. Me he comprometido con el sacerdocio y las nobles causas, no puedo dimitir y marcharme ahora. Entiende que lo nuestro no puede ser y que lo que pasó fue un completo error que no me deja en paz —expresa con tristeza.—Pero, ¿qué pasará con nosotros? Tú no eres el único que sufre, Elijah —dice con emotividad.—Yo también me preocupo por ti, Zoé. Tampoco quiero que tú sufras, pero creo que no está bien que estemos solo aquí. Vamos por un taxi para ti, te acompaño—se revela sereno y benevolente con ella.—¿Estás eligiendo tu vocación en lugar que a mí? Hace solo una noche fui mujer entre tus brazos —lo confunde.—También eres la mujer de mi padre, no hagas esto más difícil. No es justo hacernos daño. No se trata de
Al día siguiente, en el seminario, Elijah se encontraba frente al padre Tomás. Su semblante reflejaba la seriedad y la preocupación que sentía por Zoé. Había tomado la decisión de hablar con él, esperando encontrar comprensión y apoyo.—Padre Tomás, necesito hablarle sobre Zoé. Está pasando por momentos muy difíciles con mi padre y creo que necesitamos ayudarla.El padre Tomás lo miró con escepticismo, se cruzó de brazos y lo escuchó. Tras escuchar la explicación de Elijah sobre la situación, el padre Tomás suspiró profundamente y negó con la cabeza.—Elijah, me sorprende escuchar esto de ti. ¿Realmente crees en las historias que Zoé te cuenta? Me parece que estás siendo manipulado por una joven que claramente tiene problemas, pero de disciplina y ego.Elijah, sorprendido por la respuesta, trató de mantener la calma, aunque su frustración era evidente.—Padre, he visto las señales, he hablado con ella. No se trata solo de disciplina. Está sufriendo, y nosotros, como guías espirituales