¿Cómo se puede sentir nostalgia, por algo que aún no tienes? La necesidad de tenerlos cerca me hace sentir vacía. Cada vez que caigo en cuenta de que no podré tenerlos ambos, me inunda la desolación y deseo correr a ellos, y solo por una vez; tenerlos a los dos al mismo tiempo. Saber que se siente ser amada por ellos. Sin tener que escoger, sin sentirme entre la espada y la pared. Puedo sentir el movimiento de la espada de Damocles sobre mi cuello, sabiendo que cualquier decisión que tome, será mi final.
Desde el sábado que Bruce estuvo en casa, vivo en automático. No deseo tomar una decisión, mucho menos pensar. He conocido a dos hombres «bueno hombres como tal no, seres sobrenaturales maravillosos» justo lo que había deseado desde hace mucho. Que me tratan y me ven como lo más preciado para ellos. Jamás encontrare a otro que me pueda hacer sentir así
—Debe ser una broma, ¿verdad? −pregunta incrédula Hanna, después de contarle todo lo sucedido en mi vida en los últimos días y la decisión que debo tomar −Déjame ver si entendí, estás enamorada no uno, sino dos chicos. Que a su vez no son hombres sino…un vampiro y un hombre lobo. Kenia, ¿has perdido la razón?—No, sé que suena de locos. Yo todavía no me lo creo. Si ambos no me lo hubiesen demostrado, te daría la razón −callo por un instante, mientras respiro profundamente intentando ordenar mis ideas − Los amo a los dos; pero aun sino los amara, soy su pareja, escogida para ellos por la naturaleza. Si no les correspondo, no existirá nadie más para ellos.—Kenia, en verdad no sé qué decir. Esta situación sale incluso de lo anormal. Es algo que nunca, repito nunca ni en mis fantas&iacu
Hanna se queda dos días en casa, cuidándome y tratando de desenmarañar mis pensamientos. Sin duda, su esposo es un santo, recién casado y ya debe compartirla. El domingo en la tarde, me lleno de valor y les envió un mensaje a ambos, diciéndoles que necesito conversar con ellos, les hago saber que ambos estarán en la conversación. No tarda en llegar la respuesta, indicándome que vendrán a mi casa en la noche. Esta será la conversación más importante de mi vida, así que me voy a tomar un buen baño relajante y a prepararme para una de las conversaciones más extrañas e incomodas que tendré.Ryan Lleva toda una semana sin hablarme, su silencio me está matando. Mi hermano cada día me soporta menos, ayer casi nos vamos a las manos. Al final me r
Kenia Tengo el estómago revuelto, desde que los cité a ambos en mi casa. He conocido cada parte de loza de mi baño, los nervios no me permiten retener la poca comida que consumo. Para colmo, se me acabaron los días de gracia, mis padres me han estado bombardeando con llamadas y mensajes. Me temo que no podré seguir dándoles largas. Debo llamarles cuanto antes; sino temo que se aparezcan en mi puerta. El tiempo ha pasado lentamente, veo mi reloj cada segundo. Deseo poder saber qué sucederá esta noche. No soy muy optimista, presiento que al final ambos me dejaran abandonada. ¡Claro! ¿quién no? Con semejante barbaridad que se me ha metido en la cabeza. Decido que es vez de mirar el reloj, mejor me entretengo limpiando. Sin más me veo absorta en esa actividad, que me lleva horas, al punto que cuando reacciono es porque alguien toca mi puerta. ¡Mierda! Veo el reloj, paso el tiempo y no me arreglé,
RyanAl abrir la puerta, mi corazón se rompe. Cuánto daño esta situación le ha hecho a mi hermosa pareja. Bruce y yo nos miramos, ambos tenemos la misma preocupación. Bruce decide darle un baño, mientras yo le hago algo de comer. En un inicio pienso en un sándwich, luego recuerdo que ella no ha estado comiendo bien en días. Podría no caerle bien o peor, no comerlo. Reviso su nevera, encuentro una calabaza, pues será crema, pienso. Me dedico a cocinar, mientras escucho como Bruce, parlotea solo. Es claro que Kenia está asustada, no tiene deseos de hablar, podría llegar a pensar que ni de vivir.Hace solo unas semanas, era una hermosa pastorcilla. ¿Cómo puede uno hacer tanto daño? El sentimiento de culpa me corroe. Entonces, entiendo que la idea de Bruce, más que descabellada, es lo mejor para qu
Amanezco, con una gran sonrisa en el rostro y paz en mi alma, jamás pensé que llegaría tener esta sensación de armonía dentro de mí. Ahora después de tantos días de lucha interna entre mis valores y mis deseos, puedo estar más que segura. Los necesito a los dos, quiero estar para siempre con ambos.Suspiro, sintiendo como dos brazos me protegen. Sonrió al ver como aun en la inconciencia, marcan su territorio. Me duele cada parte de mi cuerpo, lo irónico es que me siento relajada y muy tranquila.Tras días de lucha, esta noche me ha dado la fuerza para luchar por ambos, no quiero perder a mi familia; pero si me aman sabrán entenderme. De pronto recuerdo el dolor intenso que sentí, cuando Ryan me clavo sus garras en mi cadera. Como si me hubiese caído agua fría encima, me levanto. Dejando a dos asustados hombres en la cama, mientras reviso mis caderas. ¡S
BruceJamás pensé que compartir a una mujer fuera posible para mí, menos a la mujer que amo. Porque es definitivo, estoy absoluta e irremediablemente enamorado de Kenia. No quiero ilusionarme, ella aún no decide, anoche pareció estar de acuerdo con estar entre los dos, pero llevo mucho tiempo viviendo, entre humanos. La experiencia me ha demostrado que dejan de ser felices por el que dirán ¡Estúpidos!La miro mientras Ryan, le devora la boca. Esa imagen me activa, la deseo nuevamente. Desde anoche no le hemos dado mucho descanso, estamos abusando de su pobre cuerpo y ella parece disfrutarlo. Esta toda marcada, tiene ojeras; pero su semblante es de absoluta felicidad. ¡Qué ironía!Estamos comiendo, debemos alimentarla y el animal de mi compañero −sí, mi compañero, ya lo acepto y asumo, hasta con un
RyanEstoy que no puedo ocultar mi sonrisa, mi felicidad no me cabe en el cuerpo. Sé que no debo cantar victoria; sin embargo, anoche sentí su entrega, su amor, por mí, por los dos. No sentí celos, no quise matar a Bruce. Al verla abrirse cual flor en primavera, ver su amor, su paz con esta decisión. Todo estuvo más que claro. Hare lo que sea, por volver a verla así.—Vaya, si apareció el alfa de la manada −dice mi hermano, al verme entrar a la casa −Ryan, que cara, parece que acabas de ganar la lotería. ¿y ahora a que debemos ese cambio? ¿qué paso?—Estoy enamorado −digo y sonrió como si no hubiera días oscuros, ni tormentas. Escucho su burla por un rato mientras llegamos a mi despacho.—Eso significa, ¿qué ya tenemos Luna?—No, au
KeniaPasamos el día junto, me siento completa. Han pasado solo dos horas desde que nos separamos y ya tengo ansiedad por la ausencia. Decido que ha llegado el momento de comenzar a luchar por esta relación. Tomo el teléfono y marco, escucho como marca y cuando contestan, digo.—Hola. Ma.—Hola, hija. Qué bueno que llamaste. Espera que le digo a tu padre para que levante su extensión −espero unos segundos y escucho.—Nena, que bueno que llamas, estaba muy preocupado.—Sí papi, lo siento. Los llamaba para explicarles −guardo unos instantes de silencio mientras me armo de valor −Estoy enamorada −digo en trabalenguas, mientras espero la reacción.—Que emoción –dice mama al tiempo que papi pronuncia.—¿Quién es él? ¿le conocem