Antes de que me vea alguien iluminando mi cuerpo, me pongo la capucha de mi abrigo y escondo mis manos en los bolsillos de mis pantalones. Espero que esto se pase cuanto antes, no quiero llamar mucho la atención. Intento no ponerme más de los nervios y así quizás se vaya antes.
Voy cada vez más despacio, intentando por todos los medios tardar más. Mi hermano se da cuenta y me coge del brazo para arrastrarme con él.
—Como tardemos más, el cabreo de nuestra querida madre irá en aumento y lo sabes a la perfección. Es mejor no hacerla cabrear.
¿Y él no comprende que si me ve así va a querer montar un gran escándalo?
—Lleguemos tarde o no, lo va a estar. Parece que no conoces a Annelien —bufo cansado.
Mi hermano frena en seco cuando se pone delante de mí, mira tras la capucha para ver si se ha quitado el color brillante.
&mda
—Empieza a decirlas antes de que me arrepienta —mi hermano en el fondo es un cotilla. No se puede quedar con la mosca.Para contarle todo lo que tengo para decirle, me pongo cómodo y me siento en mi butaca y me relajo un poco antes de decirle todo lo que he oído sobre Noor.Tengo algo en mente para poder sacarme una de las tantas dudas que tengo en mi cabeza, pero para obtenerla hay que hacer algo un poco peligroso y que infringe las normas seguramente. Aunque tengo que sacarme esa espinita sí o sí.—¿No iras a hacer algo verdad? Algo ilegal — especifica. Mi media sonrisa me delata —. Tu verdaderamente estas zumbado de la cabeza —hace gestos con las manos.—Tengo que ver el cuerpo de Noor —al decirlo así, me da un escalofrío de solo pensar en el cuerpo de la chica.—Tú vas listo si crees que vas a ir hasta la morgue solo para saber si le ha
Doy gracias a que por mi condición no tengo frío al estar sentado en la misma nieve que está congelada. Había subido casi hasta la cima de la montaña y por ahora en lo que llevaba de tiempo aquí no escuché ningún ruido que indicaba que alguien venía a buscarme.En estas horas no hice nada más que quedarme sentado, menos en algunos ratos que me levantada y estiraba un poco mis piernas para que no me dolieran cuando volviera a caminar de nuevo.No sé cómo son tan paletos de no darse cuenta los policías que yo no voy casi al pueblo y estoy casi seguro que están buscándome desesperados por allí y sin embargo, me encuentro aquí esperándoles hasta que lleguen a por mí.Mi madre se estará tirando los pelos porque todavía no me hayan encontrado y eso especialmente me hace sonreír, ya era hora que algo no le saliera a l
¿Estaba nervioso? Podría decirse que bastante. Soy consciente de que mi madre habrá puesto pruebas en mi contra para que crean que soy el culpable de todo. ¿Cómo sé que ha sido todo obra de mi magnifica madre? Pues es la única de mi entorno que me tiene una rabia injustificada.Como aquí arriba no se podía subir en coche por la cantidad de nieve que había. Iba caminando con un hombre por delante de mí y otro por detrás, por si me escapaba que no era el caso.Yo no soy tan estúpido para ser un prófugo de la ley y tener que estar escondiéndome cada dos por tres.Es algo incómodo ir con esposas y caminar con nieve, añadiendo que hay que hacer maniobras para no caerte. Llevo poco andando y casi me caigo unas cuantas veces. Mis brazos están rígidos y en tensión por tenerlos hacia atrás, me empezaban a doler y no llev
No sé para qué dicen siempre que enseguida van a venir, si pueden tirarse media hora y todavía no aparece ni cristo bendito por aquí. ¡Es desesperante! Y hay que agregarle la incomodidad de tener las manos esposadas, ya que la persona que me ha traído no me las había quitado aún. Pensaría que me las quitarían durante el interrogatorio. No obstante, esa opción queda totalmente descartada al saber quién iba a venir y para joderme hará cualquier cosa.Me encontraba sentado en la silla, ya me había puesto de diferentes formas. Dado que me estaba empezando a doler el culo de no moverme del sitio de todo el rato que estuve en esta sala.De pronto desde afuera se escucha unas lleves y en na
Estamos entrando al pueblo y yo me mantengo despierto. Tengo falta de sueño, necesito descansar al menos unas horas para reponer energía. Dejando a un lado eso, no creo poder echar una cabezadita.No habíamos establecido ninguna conversación en el camino, mi hermano se mantenía callado y con el semblante serio. Simplemente puso la radio que de inmediato empezó a reproducir la música para que el silencio no se notara tanto.Cuando veo que nos acercamos al sitio por donde subo para ir a mi casa hablo en voz alta.—Mannes, déjame ahí —señalo con el dedo el lugar. Este parece que me ignora olímpicamente. Obviamente me ha tenido que escuchar, que no estoy lejos de él, estoy a su lado.
Me estaba despertando poco a poco y a la vez estaba intentando estirarme del todo bien, había algo que me impedía hacerlo. Abro poco a poco los ojos para ver donde estoy. De lo que me doy cuenta primero es que estoy atado a unas cadenas, me encuentro en una silla. En el brazo tengo puesto un catéter y unas vías donde me están sacando sangre.No me encuentro especialmente con fuerza, me quitan sangre y no me dan nada para ingerir, me voy a morir de hambre. Mis energías bajaran en picado.Todavía no me había parado a mirar en donde me encontraba exactamente y ahora por la pinta que tenía este lugar, lo sabía a la perfección. Lo que hace unas horas se me venía a la mente, lo estaba viviendo ahora en carne propia, quitando varias cosas por supuesto.
En este lugar no han dejado nada que pueda utilizar yo de prueba, deben haberlo guardado en otro sitio, pero la pregunta es donde. Todavía no he salido del cobertizo y no sé si me esperan mi hermano con Ewout afuera de esta.Con la cara cabizbaja salgo de ese sitio. No hay nadie alrededor, se han ido todos. Hasta la persona desconocida que solo se el nombre: Teunis.¿Cómo salgo de aquí? No hay ningún vehículo y no tengo la suficiente fuerza para ponerme a andar varios kilómetros.—Porque habré dicho que se fueran —hablo a la nada y llevándome las manos a mí pelo desordenándolo.De la nada escucho pasos. No sé a dónde dirigirme
No tengo ni la menor idea de que hora es, pero no me puedo dormir más; alguien está tocando la puerta de mi habitación.—El que este tocando la maldita puerta, que pare. Quiero descansar un par de horas más, ¿tan difícil de entender es?—Ruud —murmura la voz de mi hermano. ¿Qué hace desierto a estas horas? —. Ruud —vuelve a insistir.“Que insistente esta hoy, joder. ¿No se puede callar?”—Dime Mannes —voz no era la más espabilada del mundo, aún estaba medio dormido —, ya estoy despierto, ¿necesitas algo?“Por varios minutos no se escucha nada y llego a pensar que no hay nadie tras la puerta y que se ha ido al salón, pero estaba equivocado.”—Me hurgue hablar contigo —en la voz se le nota algo desesperado.—¿Debe ser ahora? —quiero que me d&eacu