Después de una agónica semana, el recuerdo del asunto con Armando había comenzado a desvanecerse en la mente de Janet, pero no en la de él. Aquel joven trató de tener un encuentro con ella de nuevo. Sabía que siempre pasaba a la misma hora por los pasillos que conducían a las habitaciones, y antes de eso tenía que pasar por un sitio mixto. El cual era un jardín que conducía a varias zonas de la hacienda, el cual tenía plantado varios tipos de flores, girasoles, rosas y tulipanes. El lugar más cercano eran las habitaciones de las empleadas. Sin embargo, era sabido que a esa hora no había nada que hacer para las empleadas, era prácticamente la hora de descanso.
Allí estaba Victor sentado en una banca esperando que Janet pasara. Armando que seguía a la chica desde la cocina con cierta distancia, lo vio, y se escondió, esperó que su hermano se fuera. Para ir a la habitación de Janet.Sin embargo, aquel joven no dudó en hablarle cuando la vio. La recibió con una sonrisa."Hola, señorita Janet, ¿Podemos hablar? ¿Tiene tiempo?"Él estaba dispuesto a declararse en ese momento, pero la chica fue fría y directa con su respuesta. No dudó en dejarle las cosas claras para alejarlo."Eh... Lo lamento, sé lo que trata de hacer, pero yo ya tengo a alguien."Los ojos de Victor se entrecerraron en seriedad, sin previo aviso, sus manos agarraron la camisa de Janet."¿Quién es ese hombre?" dijo con una voz de odio.Por primera vez ella tuvo miedo. No esperaba que él reaccionara de esa forma, para evitar que el problema se volviera familiar, evitó nombrar a Armando."Él es un hombre del pueblo. Usted no lo conoce. Debo irme, por favor suéltame."Las palabras de Janet apenas tuvieron tiempo de desvanecerse en el aire antes de que él la aprisionara aún más."¡Termina con él! ¡Te lo exijo!"A la chica no le gustó para nada lo que le dijo Victor y con un tono desafiante le contestó."Usted no tiene el derecho de exigirme nada. No somos nada, soy solo una empleada de esta casa. Por favor, no me hable más."Janet quiso cortar contacto con Victor, de una vez.Pero una bofetada resonó como un eco en el jardín. Victor demostró que tan lejos podía llegar su obsesión por ella. No era capaz de asumir que no tenía ninguna oportunidad con la chica. Quien con dos palabras lo había fulminado. En ese instante, Armando que escuchó todo, no aguantó más y tuvo que intervenir. No le agradó lo que acaba de ver.El primer hijo de la familia, reflexionó un poco lo que había hecho. Vio el rostro de la chica lastimado, además ella estaba casi llorando, quiso disculparse, pero su hermano apareció y le gritó."¿Qué estás haciendo, Victor?¿Estás loco?""Cállate, no te metas en lo que no te importa," gritó Victor.Armando no pudo soportar ver a Janet en esa condición. Le dolió verla así, su rostro había sido golpeado y ella apenas podía entender lo que pasaba. Él decidió enfrentarlo. En cuestión de segundos caminó hasta él y le dio un puño en la nariz para hacer que ese dolor fuera insoportable. Y reflexionara mejor lo que había hecho."¡Así que te gusta golpear a los demás, eh maldito!" Dijo en medio de ese momento, pero su hermano respondió inmediato.Una patada en el estómago hizo que Armando tambaleara un poco y casi se desmayara."Silencio. Esto es un asunto entre ella y yo," gritó Victor, quien lo tomó del cuello y lo apretó con fuerza.Janet, aturdida y atónita, aún sentía la quemazón en su mejilla. Observó la escena, pero no podía intervenir. Aquel chico ya la había golpeado. Eso demostraba su inestabilidad, y podría ser peor, quedó muy asustada de ver el monstruo en el que se estaba convirtiendo aquel chico.Un empleado que escuchó los gritos finalmente decidió poner fin a la batalla y corrió para buscar al señor de la casa.Armando estaba algo desesperado. Su hermano mayor, una fuerza incontenible, amenazaba con asfixiarlo. Había perdido el control, y parecía que no le haría caso, pero de la nada llegó su hermano menor. Que quedó sorprendido con lo que estaba pasando."¿Qué están haciendo? ¡Papá se enfurecerá si los ve así!"Victor cedió momentáneamente, al escuchar la advertencia de su hermano, pero no se rindió del todo. Aún lo tenía agarrado del cuello."Victor, no puedes agredir a un familiar así. Todos dicen que eres un monstruo y les estás dando la razón."El joven entrecerró sus ojos y empezó a reflexionar su comportamiento. Dirigió su mirada a Janet que ni siquiera lo observaba. Vio las consecuencias de sus acciones. Ahora sí se había equivocado, hirió a la chica que le gustaba.Una voz resonó por los jardines."¿Qué haces, Victor?"En ese momento llegó el padre de la familia, junto al empleado que le avisó lo que sucedía.Solo miró a su hijo mayor y le habló."Victor tengo que hablar contigo, deja de hacer estupideces, ven a mi oficina."Él aún estaba enojado con Janet, y de mala gana siguió a su padre. Que trató de minimizar la situación, y se alejó junto con él del lugar.Harold, el último hijo de la familia, le habló a Armando un poco para ver si estaba bien."¿Puedes hablar?""Sí, no te preocupes."El chico no podía ir a hablar con Janet, mirarla a los ojos, porque no quería que sospecharan de ambos, así que solo trató de ignorarla y siguió la conversación con su hermano."Victor si te hace caso a ti, eso es bastante raro. Ni a mi papá le presta tanta atención como a ti.""A veces es así, pero bueno, lo bueno es que no te hizo nada grave.""A mí no, pero a Janet sí, él la abofeteó.""¿Él enserio es nuestro hermano? no puedes pegarle a una empleada, papá lo castigará.""Solo lo regañará, a él no le importa mucho lo que hace Victor, es su primogénito y es el que más quiere mi padre. Si nuestros dos padres se mueren. Él sería el jefe de la casa y podría manejar todo. Esa ha sido la tradición de esta familia."Harold se puso algo triste al escuchar eso, sentía que los ignoraba.Armando al ver la expresión de su hermano, lo invitó a ir a un lugar."¿Qué tal si vamos al pueblo a comprar ropa? En unos meses me voy de esta hacienda, no quiero estar con esa ropa vieja que te compra mamá.""Sí, creo que sería lo mejor, ya estoy aburrido de este encierro, pero no quiero entrar al colegio todavía."En complicidad de ambos hermanos quería salir de ese lugar, pero en ese momento, algo inusual pasó.Frente a la puerta principal donde estábamos los vigilantes.Habían dos personas bien vestidas que acababan de bajar de un vehículo.Una de ellas era una joven de cabello rubio, ojos azules, una chica muy femenina. Ninguno de los dos podía dejar de mirarla. A su lado había un hombre de unos cincuenta años con gafas y con el cabello lleno de canas.En ese momento Armando pensó en Janet, y dejó de mirar a esa chica. Solo trató de apresurar a su hermano para irse de allí."Vámonos, tal vez esa chica sea la chica con la que comprometerán a Víctor o a uno de nosotros.""Es bonita, yo no le veo el problema...""No es bueno, si tan solo fuera una novia seria genial, pero al que comprometan le controlarán la vida, no podrás tener más novias en tu vida y serás amargado y frío como papá."Harold se asusto al escuchar eso. Se imagino por un momento convirtiéndose el alguien así. Entre risas ambos se alejaron de la finca en dirección a pueblo donde solían ir a veces para divertirse.Los hermanos habían tomado uno de los carros de la familia y llegaron hasta el pueblo más cercano donde solían ir algunas veces. Este tenía diversas tiendas y lugares de ocio, algunos se activaban en las horas de la noche. Ambos chicos solo iban a comprar ropa y pasar un rato fuera de esa hacienda ayudando o recibiendo instrucciones de su padre mientras regresaban a clases.El sitio era muy concurrido a esa hora. Sin embargo, así como había personas buenas, también individuos indeseables que dañaban el ambiente de tranquilidad; algunos lobos eran conflictivos y, por su bajo rango, querían hacerle la vida imposible al resto.Armando sabía eso, pero nunca tuvo problemas con nadie. Trató de enfocarse solo en comprar algo rápido y irse de allí antes de que cayera la tarde. También quería comprarle un regalo a Janet y dárselo sin que nadie se diera cuenta. Sin embargo, antes de que pudiera entrar a una tienda, se le acercó un grupo de jóvenes como ellos, pero que vestían de negro, y tenían
Todas las empleadas se dieron cuenta de lo que pasaba. Hace más de cuatro horas el señor salió con varios hombres a buscar a los dos hermanos y aún no regresaban, todos temian lo peor. Hasta que llegaron algunos a la hacienda en medio de un aguacero que caía a esa hora. Sin embargo solo uno de los empleados fue el encargado de contar lo que pasó a las angustiadas mujeres. La señora de la familia quien se encargaba de dar las órdenes a las empleadas y llevaba algunos días fuera de casa regreso rápido a ver qué sucedia con su familia."Hubo una pelea. El joven Harold está hospitalizado, lo azotaron contra el piso y le dieron muchos golpes. De Armando no se sabe nada, solo que hablo con la policía para que ayudaran a su hermano, pero nadie sabe dónde esta. El carro llegó solo con algunos empleados. El señor se quedó con el niño"Fueron la palabras del empleado con más autoridad de la casa.Janet estaba muy asustada, no sabia nada de su amado, se preocupo mucho y trato que no se le notar
Ella salió algo confundida del baño, pero supuso que era cosa de chicos, tan solo lo esperó unos minutos hasta que lo vio salir en toalla y sentarse en la cama."Voy a comer muy poco. No tengo muchas ganas de probar nada, hagamos esto rápido".Al escucharla, se acercó a él con el plato de comida y le dio una cucharada."Abre la boca....."Armando sonrió, y dejó que ella le diera la comida como un niño pequeño. Aunque no quería, no podía hacer nada mientras estuviera así.Estuvieron así por un buen rato. Hasta que él terminó. Armando tenía una toalla que lo tapaba. De pronto se levantó de la cama y habló."Ayúdame a ponerme el pantalón, es muy difícil, traté de lavarme la cadera y no tuve el valor para hacerlo bien"."Tienes que quedarte desnudo, tu cadera está muy inflamada y te molestará, tengo que ponerte algo para reducir la hinchazón y debes dormir de lado. Mañana te tomas algunos desinflamantes".La chica se acercó hacia él y le quitó la toalla con algo de pudor, llegó a imagina
La señora estaba muy molesta. No dejaba de mirarla con desprecio y odio. Janet tuvo que hablarle y tratar de explicarle."Solo entré por curiosidad, y vi a Armando muy asustado, tenía un corte en el pecho, parece que le habían pegado un batazo y le dieron en varias partes de su cuerpo, solo traté de calmarlo. Lo lamento, queríamos contarle nuestra relación"."No sé te ocurrió avisarme! ¡Eres una zorra! ¿Cómo se te ocurre meterte en la cama con mi hijo! Debería sacarte a estas horas de la hacienda. Mañana te irás de aquí!"Janet estaba muy avergonzada, solo podía agachar la cara y escuchar todo lo que aquella mujer le decía en silencio."No te quiero ver más. No irás a ver a mi hijo. Empieza a recoger tus cosas, iré a sacarte en la mañana. No te daré nada de indemnización debería denunciarte. ¡Fuera de mi vista!"La chica se sintió muy mal, mantuvo su cara agachada para ir hacia su habitación. No sabía qué hacer en ese momento. Solo dijo unas palabras para disculparse y no irse en sile
Horas después de la reunión entre Armando y su padre, el señor decidió llamar a Janet para chantajearla y terminar ese romance. Quería arreglar todo rápido y no tener más problemas con sus dos hijos.La chica se fue a su oficina y se sentó en una de las sillas. La puerta estaba abierta y él tenía una cara de pocos amigos."Buenas tardes, señorita. Ya sé del romance entre usted y mi hijo. No voy a aceptarlo, ya tengo planes para usted y él.""Prefiero irme, no quiero estar más aquí y soportar tantas humillaciones. No voy a molestar más a su hijo.""¿Se le olvida la deuda de su padre? ¿Cree que puede irse como si nada?""Yo seguiré pagándole todo puntualmente, no se preocupe por eso.""En cien años, tal vez. Mire, voy a ser directo. Voy a cancelar su deuda si se casa con Víctor y me da un nieto varón. Es lo que necesito. Se puede ir después si quiere. No me importa lo que haga con su vida.""No es más fácil que me case con Armando? Él es su hijo también y ambos nos entendemos, lo haría
Un día después del incómodo momento en que Janet fue chantajeada por el señor de la casa, estaba muy triste y quería irse, pero no tenía dinero para huir de ese lugar y comenzar desde cero. Agobiada por esta situación y por los problemas, se dirigió a la oficina de él para negociar los términos de esa relación. Sin embargo, en su camino vio a Armando, que estaba por ahí, como si la estuviera esperando.Solo pasó por su lado, y él le metió algo en la blusa que llevaba. Algo confundida, lo miró, y por miedo a que alguien los viera, decidió no llamarlo ni nada, solo trató de leer lo que decía el papel. Al desenvolverlo, vio que tenía un mensaje:*(Ven a la madrugada a mi habitación)*Ella trató de ignorar la invitación; no quería más problemas para ninguno de los dos. Guardó el papel de nuevo y siguió su camino hasta la oficina del señor de la casa, pero la curiosidad la carcomía, por más que se negaba a hacerle caso. Deseaba saber qué le iba a decir su amado.[...]En la oficina, aquel
Había pasado una semana desde las conversaciones entre el señor de la casa y sus hijos. Él ya se había ido a un pueblo con Víctor.Antes de que amaneciera, Armando ya estaba levantado y listo para ir a otro pueblo a casarse. Tenía que regresar a su casa antes de que terminara el día para que nadie sospechara. Había dejado el coche que había prestado a dos cuadras de allí.Había planeado todo meticulosamente, sin embargo, Janet aún no se había despertado, así que trató de hacer que se levantara. Se dirigió a la habitación que el señor de la casa le había asignado, ya que no sería más una empleada. Sabía que todos en la casa estaban ocupados y que no había nadie cerca en ese momento, así que fue por ella. Abrió la puerta y entró.—Janet, nos tenemos que ir.—Me siento un poco mal...—Tienes que sacar fuerzas para levantarte. Nos vamos.La besó dos veces en la boca, hasta que ella abrió los ojos. Él la abrazó y le habló.—Nos vamos a una notaría. Ya cuadré todo, solo falta nuestra firma
Una semana después, Harold ya había llegado a la casa y la persona encargada de cuidarlo fue María, ya que la llegada de las nuevas empleadas ayudaba a equilibrar la carga de la casa. Aunque ella no quería hacerlo. Llevaba varios días así. Siempre estaba en el segundo piso de la casa y desde allí vio cómo llegó Janet.Sintió una rabia, su cara se deformó y mostró su odio. Fue tanto que asustó al pobre chico que estaba a su lado."¿Qué pasa, María? ¿Esa mirada de odio? ¿Hice algo que te molestó?""No, es solo que vi a la futura esposa de tu hermano.""Ah... ella... Bueno, hay que acostumbrarse. Antes pensé que ella y Armando tenían algo.""¿Por qué?""Cuando mi papá castigaba a Armando, ella siempre estaba ayudándolo a curar sus heridas y se pasaban la tarde juntos. Siempre creí que tenían algo."María, al escuchar eso, dio por perdida la venganza. Pero al escuchar eso, se le ocurrió que tal vez algo podría pasar entre ellos dos. Así que, sigilosamente, intentó salir de allí. Sin embar