Ella salió algo confundida del baño, pero supuso que era cosa de chicos, tan solo lo esperó unos minutos hasta que lo vio salir en toalla y sentarse en la cama."Voy a comer muy poco. No tengo muchas ganas de probar nada, hagamos esto rápido".Al escucharla, se acercó a él con el plato de comida y le dio una cucharada."Abre la boca....."Armando sonrió, y dejó que ella le diera la comida como un niño pequeño. Aunque no quería, no podía hacer nada mientras estuviera así.Estuvieron así por un buen rato. Hasta que él terminó. Armando tenía una toalla que lo tapaba. De pronto se levantó de la cama y habló."Ayúdame a ponerme el pantalón, es muy difícil, traté de lavarme la cadera y no tuve el valor para hacerlo bien"."Tienes que quedarte desnudo, tu cadera está muy inflamada y te molestará, tengo que ponerte algo para reducir la hinchazón y debes dormir de lado. Mañana te tomas algunos desinflamantes".La chica se acercó hacia él y le quitó la toalla con algo de pudor, llegó a imagina
La señora estaba muy molesta. No dejaba de mirarla con desprecio y odio. Janet tuvo que hablarle y tratar de explicarle."Solo entré por curiosidad, y vi a Armando muy asustado, tenía un corte en el pecho, parece que le habían pegado un batazo y le dieron en varias partes de su cuerpo, solo traté de calmarlo. Lo lamento, queríamos contarle nuestra relación"."No sé te ocurrió avisarme! ¡Eres una zorra! ¿Cómo se te ocurre meterte en la cama con mi hijo! Debería sacarte a estas horas de la hacienda. Mañana te irás de aquí!"Janet estaba muy avergonzada, solo podía agachar la cara y escuchar todo lo que aquella mujer le decía en silencio."No te quiero ver más. No irás a ver a mi hijo. Empieza a recoger tus cosas, iré a sacarte en la mañana. No te daré nada de indemnización debería denunciarte. ¡Fuera de mi vista!"La chica se sintió muy mal, mantuvo su cara agachada para ir hacia su habitación. No sabía qué hacer en ese momento. Solo dijo unas palabras para disculparse y no irse en sile
Horas después de la reunión entre Armando y su padre, el señor decidió llamar a Janet para chantajearla y terminar ese romance. Quería arreglar todo rápido y no tener más problemas con sus dos hijos.La chica se fue a su oficina y se sentó en una de las sillas. La puerta estaba abierta y él tenía una cara de pocos amigos."Buenas tardes, señorita. Ya sé del romance entre usted y mi hijo. No voy a aceptarlo, ya tengo planes para usted y él.""Prefiero irme, no quiero estar más aquí y soportar tantas humillaciones. No voy a molestar más a su hijo.""¿Se le olvida la deuda de su padre? ¿Cree que puede irse como si nada?""Yo seguiré pagándole todo puntualmente, no se preocupe por eso.""En cien años, tal vez. Mire, voy a ser directo. Voy a cancelar su deuda si se casa con Víctor y me da un nieto varón. Es lo que necesito. Se puede ir después si quiere. No me importa lo que haga con su vida.""No es más fácil que me case con Armando? Él es su hijo también y ambos nos entendemos, lo haría
Un día después del incómodo momento en que Janet fue chantajeada por el señor de la casa, estaba muy triste y quería irse, pero no tenía dinero para huir de ese lugar y comenzar desde cero. Agobiada por esta situación y por los problemas, se dirigió a la oficina de él para negociar los términos de esa relación. Sin embargo, en su camino vio a Armando, que estaba por ahí, como si la estuviera esperando.Solo pasó por su lado, y él le metió algo en la blusa que llevaba. Algo confundida, lo miró, y por miedo a que alguien los viera, decidió no llamarlo ni nada, solo trató de leer lo que decía el papel. Al desenvolverlo, vio que tenía un mensaje:*(Ven a la madrugada a mi habitación)*Ella trató de ignorar la invitación; no quería más problemas para ninguno de los dos. Guardó el papel de nuevo y siguió su camino hasta la oficina del señor de la casa, pero la curiosidad la carcomía, por más que se negaba a hacerle caso. Deseaba saber qué le iba a decir su amado.[...]En la oficina, aquel
Había pasado una semana desde las conversaciones entre el señor de la casa y sus hijos. Él ya se había ido a un pueblo con Víctor.Antes de que amaneciera, Armando ya estaba levantado y listo para ir a otro pueblo a casarse. Tenía que regresar a su casa antes de que terminara el día para que nadie sospechara. Había dejado el coche que había prestado a dos cuadras de allí.Había planeado todo meticulosamente, sin embargo, Janet aún no se había despertado, así que trató de hacer que se levantara. Se dirigió a la habitación que el señor de la casa le había asignado, ya que no sería más una empleada. Sabía que todos en la casa estaban ocupados y que no había nadie cerca en ese momento, así que fue por ella. Abrió la puerta y entró.—Janet, nos tenemos que ir.—Me siento un poco mal...—Tienes que sacar fuerzas para levantarte. Nos vamos.La besó dos veces en la boca, hasta que ella abrió los ojos. Él la abrazó y le habló.—Nos vamos a una notaría. Ya cuadré todo, solo falta nuestra firma
Una semana después, Harold ya había llegado a la casa y la persona encargada de cuidarlo fue María, ya que la llegada de las nuevas empleadas ayudaba a equilibrar la carga de la casa. Aunque ella no quería hacerlo. Llevaba varios días así. Siempre estaba en el segundo piso de la casa y desde allí vio cómo llegó Janet.Sintió una rabia, su cara se deformó y mostró su odio. Fue tanto que asustó al pobre chico que estaba a su lado."¿Qué pasa, María? ¿Esa mirada de odio? ¿Hice algo que te molestó?""No, es solo que vi a la futura esposa de tu hermano.""Ah... ella... Bueno, hay que acostumbrarse. Antes pensé que ella y Armando tenían algo.""¿Por qué?""Cuando mi papá castigaba a Armando, ella siempre estaba ayudándolo a curar sus heridas y se pasaban la tarde juntos. Siempre creí que tenían algo."María, al escuchar eso, dio por perdida la venganza. Pero al escuchar eso, se le ocurrió que tal vez algo podría pasar entre ellos dos. Así que, sigilosamente, intentó salir de allí. Sin embar
Por los pasillos de la casa, Damián le daba un último recorrido mientras se llevaba al esposo de su sobrina, a quien había criado como a su propia hija. Debido a la guerra con otras manadas, perdió a sus dos hijos mayores, y ante la falta de descendientes, decidió buscar a alguien de su familia para continuar su legado. No quería tener más hijos, sentía que ya había sufrido bastante y sabía que en cualquier momento podría morir. Para él, era más fácil instruir a un joven adulto que empezar de nuevo con un niño y enseñarle paso a paso.Mientras caminaba, vio a una mujer que no estaba vestida de sirvienta, lo cual le llamó la atención. Además, la vio muy pálida y algo rara. Supuso que era la chica con la que se iba a casar Víctor y tuvo un mal augurio. Se paró frente a ella y le habló."Eh... chica, ¿estás bien?""Eh... sí... estoy bien... es solo que vengo llegando de un viaje largo.""Mmm, si quiere puede ir con nosotros. Armando se irá de esta casa. Yo la puedo llevar hasta el hospit
Armando y Janet disfrutaban del momento. Era la tercera vez que alcanzaban el clímax juntos, y tal vez el último, ya tenían miedo de que los descubrieran. Se habían desnudo para satisfacer sus deseos, ya que sabían que sería difícil tener otro encuentro.El la tenía de frente apoyada en la pared. La alzaba y la penetraban. Estaban muy feliz, pero sabía que debían parar en cualquier momento, antes que alguien los viera. Cuando sintió que ya se había venido y Janet también, se detuvo y la beso en la frente. Aún cansado trato de explicarle lo que pasó. "No tenemos mucho tiempo... Me obligaron a firmar papeles...... Y te haran lo mismo..... Necesito que quedes embarazada antes que se casen..... Yo vendré en las noches.... Por ti.... Recuérdalo.."Janet empezó a hablarle."Te estaré esperando todas las noches, pero que tomaste, esto es raro es demasiado parece que me hubiera orinado""Me tomé algo para hombres infértiles y tal vez vamos a ser papás en unos meses""Eso... Pensé que esta