La reunión de Daniella resultó más magnífica de que pudo haber esperado, todos los socios estuvieron de acuerdo con lo que proponía y consiguió un 90 por ciento de patrocinadores en el proyecto que presentó ante los empresarios más importantes de la ciudad, se sentía orgullosa de ella misma. Al mirar por la ventana de su oficina no podía dejar de pensar en Louis y en lo mucho que había crecido, ella solía observarlo desde uno de los pisos más altos de uno de los lujosos edificios que Alessandro le había regalado como una de sus tantas pruebas de amor, en aquel entonces Louis apenas un estudiante universitario pero desde joven fue bastante fuerte y apuesto.
- Y ahora ya se ha convertido en el alcalde de la ciudad, de ser un estudiante de derecho que casi no tenía amigos, ahora es un exitoso funcionario, y también él debe ser mío y de nadie más - se decía para sí misma. Daniella amaba el poder, amaba el dinero y todas las propiedades y pertenencias lujosas que pudiese tener a sus pies, pero más que todo el dinero del mundo amaba a Alessandro, motivo por el cual únicamente se acostaba con hombre por interés económico sin enamorarse de ellos, aunque en la mayoría de las ocasiones todos esos hombres que caían rendidos a sus pies sí terminaban obsesionados con ella. La noche llegó y ella sabía lo que singnificaba, cumplir todas las fantasías de Alessandro y que él cumpliera las suyas. Esa noche era una gran oportunidad para ella quedar embarazada y así mismo Romina ya no le estuviese negando el trono a su hijo - Ya estoy aquí contigo - dijo Daniella al entrar en la habitación del hombre que amaba, todo estaba obscuro y solamente resplandecía la luz tenue de las velas rojas que estaban puestas. - Entra - ordenó Alessandro - hoy nos espera una de las mejores experiencias que tendremos, aunque no te niego que te va a doler un poco - sentenció el heredero al trono de la dinastía lobo. Daniella cerró la puerta con seguro al entrar. - ¿Dónde has encontrado todo esto? - preguntó Louis a su hermana. - En la biblioteca, tuve algo de tiempo libre y al ponerme a explorar en los estantes los encontré - confesó Layla, era cierto lo que le estaba diciendo a Louis, sin embargo, estaba omitiendo la parte en que Joseph la acompañaba y le había tocado la cintura y un poco más abajo. Estuvieron a punto de besarse en la biblioteca de no ser porque unos estudiantes de primer grado de preparatoria tenían que ingresar y hacer su registro para poder tomar las clases en línea en las computadoras del lugar. - Haz hecho un excelente trabajo - dijo Louis mientras hojeaba los archivos históricos de la ciudad, con esos libros en sus manos ya no se sentía tan confundido acerca del trabajo que tenía que hacer como alcalde - ahora debo hacer una llamada - Louis quitó los ojos de los libros para sacar su smartphone y hablar con Jessica. - ¿Hola? - Jessica respondió al instante. - ¿Qué tal Jessi? ¿Cómo te encuentras? - preguntó Louis a la mujer. - Muy bien - respondió ella con alegría sin saber que lo que estaba por escuchar la pondría aún más en zozobra. - Me alegro mucho - dijo Louis con sinceridad, sentía un aprecio real por ella y por su hijo - ¿tienes idea de cuándo regresará tu hijo a la ciudad? - preguntó amablemente. Al escuchar eso Layla se sobresaltó no entendía por qué motivo su hermano quisiese ver a Joseph o hablar con él. - Ya lo ha hecho desde hace un par de semanas - respondió Jessica sin dar importancia a la pregunta de Louis. - Excelente... ¿qué es lo que hace por las mañanas? - preguntó Louis esperanzado a que Joseph aceptara ayudarlo con el trabajo que tenía. Lo consideraba un hombre brillante y sabía que con sus aportes y la paciencia de las personas podría hacer un gran trabajo para sacar a Bado de la crisis en la que se encontraba. Layla comenzó a sudar frío. - Él trabaja en la biblioteca desde la mañana hasta la tarde - Jessica no entendía que era lo que Louis quería de su hijo - ¿acaso te hizo algún mal en el pasado? ¿su presencia el Bado te parece incómoda? - preguntó Jessica. - ¡No! ¡Eso jamás!, es todo lo contrario Jessi - aclaró Louis - me gustaría que Joseph trabaje conmigo en los asuntos de la Acaldía - soltó Louis con entusiasmo y Layla se puso pálida al escuchar lo que su hermano estaba diciendo. Jessica también se puso pálida desde el otro lado de la línea, ella era la primera en saber que su hijo era un hombre sumamente brillante e inteligente y le halagaba y le hacía sentir aún más orgullosa que lo estuviesen considerando para el trabajo político de la ciudad, pero eso significaba que iba a pasar más tiempo con la familia Saéz y por consecuencia con Layla, sin embargo, tampoco podía hablar acerca de la existencia de los hombres lobo así que no tenía la oportunidad de influir en su hijo para que declinara la propuesta que Louis estaba a punto de hacerle - Vaya, creo que tanta dedicación e inteligencia ya ha comenzado a dar frutos en el trabajo de mi hijo - fue todo lo que Jessica pudo decir además de que tuvo que hacer su mejor esfuerzo para no hacer notar su preocupación. Del otro lado del estudio estaba Layla entusiasmada por que Joseph trabajase en la Alcaldía de la ciudad, y no por el hecho de que su hermano le estuviera pidiendo que lo hiciera y así ella poder estar más cerca del chico que amaba sino porque tenía un deseo fuerte y sincero de verlo prosperar. Se dio cuenta que su hermano le puso fin a la llamada y de nuevo puso los ojos en los demás libros que había sacado de la biblioteca para fingir que no escuchó nada. - ¡Hermana! - Louis le puso la mano en el hombro a Layla - debo decirte que este es un gran día para Bado y para mi, y tú tienes todo el crédito de eso - le anunció con alegría. - No es nada - respondió Layla - sabes que siempre haré todo lo necesario para ayudarte - Layla hizo una sonrisa sincera. - ¿Por qué te comportaste así está tarde? - preguntó Louis cambiando el tema de conversación, se refería a la pelea entre Layla y Daniella. - No sé de qué me estás hablando - dijo Layla con un tremendo descaro aunque sabía muy bien lo que Louis trataba de decir. - Hablo de la agresividad que mostraste en el bosque azul con Daniella - soltó Louis. - Ah! Te refieres a esa cosa de cabello alborotado y atributos prominentes que cree que tiene el derecho de hacer su voluntad en un lugar al que no pertenece - Layla estaba lista para otra pelea con Daniella - lo único que hice fue ponerla en su lugar - dijo orgullosa de sí misma y sonriente. - No era necesario que hicieras algo así - Louis tenía sentimientos encontrados pero su pequeña hermana de 17 años sabía muy bien lo que le estaba pasando. - ¡Qué decepción!, toda mi vida creí que tenías mejores gustos con las mujeres y ahora sales con esto. Gracias a Dios mamá ya no está para que no vea todo esto, sería demasiado difícil soportarlo para ella - Layla amaba a su hermano y a su padre con todas sus fuerzas y no estaba dispuesta a dejarle el camino libre a una oportunista como Daniella, eso significaría la destrucción total de su familia.- ¡Mátala! - ordenó Daniella sin piedad y sin dar un solo titubeo. - ¿Qué? - le preguntó Alessandro sorprendido debido a que no esperaba que una de las mujeres que más amaba le estuviese haciendo esa petición, misma a la que no podía conceder a pesar de que él también quería hacerlo incluso antes desde que la exótica y hermosa mujer que tenía frente a él se lo estuviera pidiendo. - ¡Hace unos instantes me dijiste que harías cualquier cosa para que yo te perdone, me dijiste que te podía pedir lo que yo quisiera! ¡Y quiero que la mates! - Daniella estaba furiosa, pero más allá de su enojo estaba sumamente preocupada porque todo lo que había soñado desde que tenía uso de razón estaba a punto de caerse en pedazos y para evitarlo una persona tenía que morir esa noche sin duda. - ¿Tienes idea lo que estás diciendo? ¿Sabes de qué estás hablando? - Alessandro no entendía cuál era el motivo por el odio de su amante cada que él tenía algún logro importante como Jefe de la manada y como el
- Este es tu último año de preparatoria, y lamento tanto que te veas obligada a cursarlo en línea pero por el momento no tenemos otra opción - dijo Louis a su hermana menor, Layla. - No tienes nada de que lamentarte, al menos estoy con papá y contigo, lo importante es mantenernos juntos - Layla le sonrió amablemente a su hermano.- Te agradezco que tomes todo esto desde el lado positivo - Louis intentó sonreir pero en lugar de eso echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos, la frustración que le aquejaba ya estaba rebasando todos sus límites y no sabía como mantendría la calma. - ¿Papá aún está durmiendo? - preguntó Layla a Louis para intentar sacarlo de todo el estrés que sentía. - Sí, aún está durmiendo. Lo mejor será que vaya a ver cómo está, que tengas un buen día en la biblioteca - Louis se puso de pie y fue directamente a la recámara de su padre intentando hacer el manor ruido posible y cerrando la puerta en silencio para no despertar a su padre una vez que estuvo dentro de
Jessica también era descendiete de una familia de hombres lobo, sin embargo, el gen de los guardianes alfa (tribu de hombres lobo a la que pertenecía su familia) jamás brotó ni floreció en ella, cuando se dio cuenta de que su embarazo había resultado positivo supo de inmediato que su familia la desheredaría y que la echaría de casa, borrándola para siempre del árbol genalógico, todo sin siquiera preguntarle que era lo qué había sucedido con ella para que esa gestación se llevara a cabo. Por lo tanto ella decidió escapar de su casa y luego de dar a luz decidió irse de la ciudad que la vio nacer y que también vio nacer a su hijo en las tinieblas de la madrugada. Había esperado durante toda la vida de su hijo para asegurarse de que el gen de los guardianes alfa tamboco brotara en él, y hasta ese momento así fue, situación que le brindaba un enorme alivio ya que el plazo máximo para convertirse en hombres o mujeres lobo eran los 21 años. Sin embargo, todos en Bado sabían que Layla tenía