13. ERES MI MACHO

LORIEN

Afortunadamente, el paso del posadero fue hacia atrás.

No era lo mismo una Omega sola que una acompañada por un guerrero capaz de asesinar a esa furia salvaje.

—Bien, pero lo quiero fuera de mi posada ahora mismo —me dijo hoscamente, dándome la espalda para marcharse.

Me preguntaba si no nos iban a escupir la comida. Era increíble su cambio de actitud.

La gente se fue despejando, excepto el boticario, que seguramente subió impulsado por el escándalo.

—Aquí tienes el ungüento —me dijo, pasándome un frasco. Su mirada no dejaba de posarse en el cuerpo del animal.

—Gracias, ya le pago…

—¿Tienes pensado dónde venderla? —me interrumpió cuando fui a sacar las monedas de mi bolsillo—. Porque supongo que la quieres para eso, ¿no?

—Bueno, sí… creo que en el mercado negro…

—Yo estoy interesado. Se sacan muchos buenos medicamentos de ella y es difícil de hallar. Te doy 25 monedas de oro y el ungüento gratis.

Me quedé asombrada ante su propuesta.

Mi mente, llena de dinero, hizo los cálculos
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP