El sol del mediodía auguraba un buen clima, el cielo lucía despejado con pocas nubes, era este mismo sol el que se filtraba por las cortinas entreabiertas de la alcoba principal, por reflejo estiro su mano hacia el lado contrario de la cama donde espero encontrar a su acompañante, pero estaba vacía.Se sacudió mentalmente mientras soltaba un suspiro, no estaba en su habitación, no era de madrugada ni mucho menos estaba acostada con Jonathan.Seguía siendo débil sentimentalmente, extrañándole en su inconsciente, no lo negaría, era mejor admitirlo para poder dejar ir, recuperarse pronto sería una de sus prioridades.Espero sentir el departamento en total silencio dado que imagino a Nicolae descansando al igual que ella lo hacía, pero fue todo lo contrario, había movimiento en la cocina, dado que un delicioso olor que inundaba sus fosas y abría su apetito, su estómago se estremeció en un rugido y su boca empezó a salivar.Alcanzo a colocar sus pies en el suelo, estirarse y afirmarse para
Nonna lucía como una mujer mayor, con su cabello blancuzco, de contextura delgada y baja estatura, mantenía esa aura de abuela consentidora que la hacía sentir amada y apreciada.-Bueno, por hoy ya limpié el departamento y les dejo la comida lista, les guste mi sazón señorita Ann-Ann no respondió, Ella sabía que penne no necesitaba nada más que estar entre sus manos y conocer el sur de su cuerpo. Sacudió su cabeza en negación ¡Por Dios! Necesitaba dejar de pensar en la entrepierna de Nicolae.-Ann, Ann... ¿Estás bien?- Pregunto mientras movía su hombro levemente.Solo atino a asentir con la cabeza, ya estaba divagando demasiado sobre el tema, sus neuronas no conectaban, necesitaba mantener la cordura o terminaría haciendo una locura.-Si estoy bien- Indico jalando el banco de al lado del hombre para sentarse.-Me alegra, te veo algo distraída--Algo, pero ya se me pasara, es solo cuestión de eliminarlo de mis pensamientos--Oh, pero yo te puedo ayudar a que sea exactamente lo contrar
Limpiar la sangre de su rostro no fue mayor inconveniente, pero el dolor de cabeza era fuerte, más si ponía todo en retrospectiva no saber nada sobre Ann lo estaba matando, ni su ubicación, si estaba bien, ni que estaría haciendo.El detective le había enviado hace horas la foto del celular destruido en mitad de la carretera estatal, desde ese punto había comenzado a atar cabos, destinos cercanos a ese punto, algún amigo, conocido, sus amigas, algún familiar, pero no pudo hallar una respuesta válida, dado que el auto lo confiscaron en un condominio, no tenía idea de quien residía allí, y nadie se dejó sobornar para poder sacar conclusiones.Decir que estaba harto era poco, y en parte se culpaba, se enterraba el cuchillo de su irresponsabilidad y estupidez, escogió un mal lugar y lo hacía como reto hacia su hermano, si ya se cogía a su prometida podía imprimirle más adrenalina a su vida llevándola a su lugar con Ann.No negaría que se dejó llevar por la pasión, disfruto bien el cuerpo
Le había tocado bajar las escaleras, el ascensor estaba en mantenimiento, al despertar en la mañana no había encontrado a Nicolae en el apartamento, supuso que debía haber salido a su oficina, después de la llamada de Jonathan se quedaron especulando cual sería el siguiente movimiento del hombre, pero por ahora podía dejar ese tema de lado para enfocarse en prepararse para el viaje.Llego agotada a la zona de parqueo correspondiente al condominio, era todo un nivel en donde relucían todos los autos de propiedad del hombre o bien de su familia, no podía estar segura.Emocionada presiono la llave que había recibido por parte de Nicolae la noche anterior, estaba ansiosa como niña pequeña deseando saber el color del auto que le había tocado, la alarma de desbloqueo sonó y así supo cómo ubicar el vehículo.Al llegar vio un bello automóvil de color dorado y detalles negros, era un giulia último modelo, lo sabía porque había revisado las revistas de automotores, abrió la puerta y el olor a c
El día estaba caluroso y el traje le estaba tallando la espalda, odiaba tener que ir a la oficina y de allí tener que hacer otras cosas, ofuscado se sacó la chaqueta y la colgó en su brazo mientras que con su otra mano secaba el sudor de su frente.Recorrer el centro de la ciudad no fue la mejor idea, debía averiguar una novedad, noto un descuadre en su inventario, le reportaron un número no existente en bodega, revisando todo vio que le estaban faltando algunas piezas que necesitaba para un nuevo proyecto, para su suerte el dinero hace maravillas y por medio de un informante se le aclaro el panorama, este le indico donde había visto unas con características muy similares a lo que él estaba buscando.Hacer de detective en medio de este sol abrazador lo tenía sin paciencia, estaba a punto de perder los estribos, pero luchaba por mantenerse bajo control, su actitud apacible duro hasta que el propietario se negó a su petición de mostrarle los artículos y negar la verificación de las cáma
Luego de lidiar con la sangre, sus heridas y lograr colocarse ropa sin mancharla, sabia a donde debía dirigirse, pero no se decidía en si buscaría la localización del canal de noticias o buscar a los pocos amigos de Ann, pero primero debía buscar algo de comer, su cabeza y estomago lo estaba matando.Salió de la casa en su motocicleta, necesitaba mantenerse enfocado ya que tendría que mantenerse ceñido a un plan bien elaborado para lograr su objetivo, reflexiono un poco sobre a qué lugar ir, seguía indeciso, pero si quería información de Ann debía recorrer los pasos que había hecho la mujer, esa podía ser su mejor apuesta.El día lucía como el típico en Alberta, soleado con una leve ventisca fría que en su condición de despechado le calaba hasta los huesos, haciendo que tiritara sujetado al manubrio de la motocicleta.Esos escalofríos no auguraban nada bueno, eran el presagio de algo malo estaba a punto de ocurrir, se detuvo en la cafetería más cercana a su unidad, allí solo pidió un
Se sentía en el cielo, no pensaba en nada mas que no fuera que no se detuviera, mordía su labio inferior tratando de controlar el sonido de su cuerpo envuelto en placer emitía, sintió como Nicolae la acomodaba y se colocaba a su espalda, sosteniéndola firmemente mientras su mano se aventuró dentro de su braga, abriendo sus pliegues y tomando el control en su clítoris.Estaba presa de la lascivia que le causaba este hombre, todos sus puntos erógenos estaban cubiertos, en un ágil movimiento la mano del hombre se acercó a sus labios.-Deberías soltarlo, déjame escucharte, alimenta mis oídos con tu sonora melodía- Susurro mientras liberaba el labio que Ann estaba mordiendo.Casi como una orden su cuerpo respondió con gemidos mas fuertes, esto causo que Nicolae se apegara a su cuello besándolo y ocasionalmente subía a su oreja a exhalar sobre ella.-Buenas tardes niño Nicolae y niña Ann-Nicolae se impulsó alejándose de ella y cayendo con su trasero en el suelo, en un acto reflejo lanzo su
Toques y llamados la invitaron a volver al mundo de los vivos, las voces eran lejanas, pero intentaba analizar que decía, no había despegado su cuerpo de la cama y era que en verdad estaba disfrutando ese momento, era una liberación para su mente que se mantenía atribulada.Talvez el mecanismo de defensa de su cuerpo la mantenía adormilada para no tener que enfrentar su realidad, o como si quien la llamaba tuviera malas noticias que no deseaba escuchar, solo quería dormir eternamente, desprenderse de todo.En algún punto los toques le sirvieron como hipnoterapia, su mente viajo a años pasados en donde su vida era más triste y sola, en donde se sentía amada pero descuidada, la sensación era extraña ¿Cómo podría sentirse amada y ser un estorbo al mismo tiempo?Pero esa era la realidad de su vida, los días de ser una niña no fueron exactamente buenos, ella era un estorbo al que cuando estaban separados el uno de la otra le consentía, la llevaban a comer, habían paseos a los juegos infant