—¡Qué fastidio! — gritó Analia totalmente histérica al ver la acumulación de trastes sucios y desesperada buscaba un vaso limpio, pero no lo encontraba, así que tomó una cacerola y bebió de ella hasta que sació su sed. » Tendré que llamar al servicio de limpieza.Se estrujó la cara con aspereza.—Saldrá costoso y lo que menos tengo es plata ¡Odio hacer labores domésticas, eso es para mujeres de clase baja!Al salir de la cocina caminaba de un lado a otro en su sala de estar, claramente furiosa y balbuceando palabras ininteligibles. Sus manos temblaban mientras sostenía el teléfono móvil, y su rostro enrojecido mostraba su indignación, pues Cintia había vuelto a llamarla para chantajear; exigiendo más dinero.— ¡Esta mujer no tiene límites! — gruñó Analía, apretando el puño.» ¿Acaso me cree su banco personal? Me imagino que de ahora en adelante no querrá trabajar más y piensa vivir a costa mía.La ira de Analía crecía a medida que recordaba cada palabra de la llamada que había tenido
Después de ver qué Judith no respondió a sus mensajes, ignorándola por completo, Analía se llenó de mucho enfado y decidió atacar con más ímpetu por lo que ahora se encontraba frente a su celular, con la cámara frontal encendida y una sonrisa en su rostro; lista para hacer un video en vivo en sus redes sociales, donde suele presumir sus ropas costosas, visitas a restaurantes con estrellas michelines, tiendas exclusivas, sus paseos en yate con Dylan y visitas a clubes exclusivos.— Hola a todos —saludó a los espectadores con voz triste. » Hoy quiero hablarles de algo que me ha estado pesando en el corazón. Como saben, ha habido mucha controversia en torno a la relación entre Dylan y Judith, y la manera en la que perdí a mi bebé. Sé que muchos de ustedes me han criticado por mi postura en este asunto, pero quiero que sepan que yo no estoy aquí para juzgar a nadie.Analía hizo una pausa dramática, y respiró profundamente antes de continuar.— Lo que quiero decir es que, aunque yo no est
Dylan sabía que tenía que tomar medidas para alejar a Analía de su vida y proteger a su familia de la influencia tóxica de esta mujer. Con esto en mente manejó hacia su casa, encontrándose agotado después del partido de béisbol.—Señora Marina me podría traer un vaso con agua, por favor— pidió Dylan con amabilidad y la señora jadeó impresionada puesto que él solo sabe pedir las cosas de manera arbitraria.«Hasta sus modales han cambiado», pensó Marina de manera divertida, a pesar de no saber por qué no encontró a Judith al regreso de sus vacaciones que ella misma le había dado, supuso que se debe a ella el cambio que muestra Dylan.No pasó mucho cuando el ama de llaves regresó con el agua.—Gracias, — dijo mientras bebía un poco de agua, dejando una vez más a Marina con los ojos casi salidos de las cuencas.Luego Marina lo miró con un poco de pena y comenzó a hablar:—Señor Anderson, necesito decirle algo. Aunque realmente necesito este trabajo, ya no me siento cómoda trabajando para
Judith seguía protestando por las cosas que le había dicho Dylan y Maya apretaba los labios para no reír, ya que ciertamente a pesar del enfado que ella ve que Judith siente con Dylan muy en el fondo lo ama.«Tal vez debo ayudar a Dylan, él ha venido varias veces a pedir perdón, quizás sus sentimientos son reales, además podría conocer mejor a su amigo; ese hombre me parece bonito, aunque su carácter no lo es», cavilaba Maya sumergida en su propia nebulosa y Judith seguía hablando, pero ella no le prestaba atención. —¡¿En qué rayos estoy pensando?!— chilló horrorizada y, sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos sobre Alexis.Entonces Judith paró abruptamente de hablar y la miró fijamente provocando que Maya tragara grueso.—Sí, cuéntame Maya, ¿en qué estaba pensando? — inquirió con ojos entrecerrados, haciendo que su amiga se pusiera más nerviosa.—Eh...no en nada, solo te escuchaba, y sí, tienes razón—. Maya agitaba las manos.—A ver, si piensas que tengo razón, repíteme lo
Analía salió de su nebulosa creada por su fuerte desesperación, cuando escuchó que la puerta fue abierta y al girarse observó a Julián con detenimiento.«Me da asco tirarme a este vejete, pero más aborrezco quedar en la ruina», analizaba escudriñando a Julián de arriba abajo con la mirada mientras que él reía chistoso.—Analía, no me interesa el pago que ofreces — le hizo saber Julián y todas las fantasías de Analía cayeron de golpe.—Entonces, ¿esto qué significa…? —preguntó con rostro desencajado.—Hago lo mismo que sueles hacer tú con los demás, estoy jugando con tu mente, primero te hice pensar que te iba a torturar y ahora que íbamos a tener sexo. Niña, no eres la mujer que llena los requisitos de un hombre como yo. Le soy fiel a mi esposa, pero sobre todo, respeto y valoro más a mi hija, acostarme contigo sería como traicionarla a ella, y eso nunca ocurrirá por más que tengas para ofrecer.Analía se llenó de mucho enfado.—¡Maldito anciano infeliz!, como si fuera placentero
Nerviosa Judith se dirigió hacia los baños para damas, ya que necesitaba refrescarse con urgencia; puesto que la mezcla de emociones que experimentó durante esa junta, fueron tan intensas que creyó que le daría una subida de tensión arterial.—¡¿Qué diablos fue eso?!, ¿cómo se atreven ellos a retarme? —, explotó inmediatamente ingresó, dejó su bolso a un lado y enseguida abrió el grifo para mojarse el rostro.—Ellos piensan que me van a asustar, pues no señor—, rezongó mientras se veía al espejo, y resollaba furiosa, sin percatarse si había más personas ahí dentro. Su enfado era tan grande que no dejaba de expresar todo lo que sentía hasta que escuchó la puerta ser abierta y por ella entró un Dylan muy encolerizado.—¡¿Dime que acaba de ocurrir en esa sala de juntas?!— le exigió Dylan con voz tan profunda que ella al no esperarlo se estremeció y su corazón empezó a agitarse lentamente cuando lo veía ponerle seguro a la puerta.—Sabes que no debes estar aquí ¿cierto? — le exhortó volvie
Darían no podía pronunciar una palabra, pues su cerebro no era capaz de pensar en un saludo coherente, ver a Judith le llenaba de mucha alegría, pero junto a Bryan no parecía agradable.—Darían, que bueno verte, — la saludó Judith con voz débil. » ¿Por qué estás vestida como si fueras una doctora?La voz de Judith se escuchaba con un ligero temblor al sentirse descubierta, sin embargo, Darían no lo notaba porque igual ella estaba más enfocada en todas las emociones incómodas que sentía en ese instante; creía que en cualquier momento sus rodillas iban a perder la fuerza y caería de bruces al suelo.«Solo debo figurarlo como una lombriz asquerosa», se propuso a sí misma para poder disimular su nerviosismo.Después de años sin ver al hombre que la rechazó públicamente era este su primer encuentro, y su mirada pasó de su cara a la mano que él tenía entrelazada con su cuñada, y sintiendo una punzada decidió ignorarlo, mientras que Bryan no podía asimilar que la niña que siempre le acosaba
Darla suspiró y tomó la iniciativa, para enfrentar a su hijo, sabiendo que luego de esto él podría alejarse y con justa razón porque prácticamente lo han utilizado y manipulado, al mentirle fingiendo su enfermedad. Ella ya no pensaba solo en ellos, sino en el hecho de que Judith lo está tratando tan rudamente porque lo considera parte del engaño.—Dylan, cariño hemos…—fue interrumpida cuando Carl intervino.—No es algo importante, hijo, lo que quiere decir tu madre es que hemos estado hablando de lo que sucederá con tu esposa, tu madre está preocupada y le exigí no hablarte de Judith, pero se enojó bastante.Carl pensando más en su empresa que en su propio hijo calculó que debía tenerlo de su lado y no en su contra, porque de una manera machista consideró que de cierto modo su hijo puede recuperar a Judith y cuando eso suceda piensa mofarse de Julián a boca llena.En cambio, Dylan frunció el ceño, sintiendo una extraña preocupación crecer en su pecho. «¿Por qué siento que mi padre