Sin dinero y sin lugar a donde ir, volvió a casa.
Un aire de nostalgia la embargo una vez se detuvo frente a la puerta.
Pensaba que solo visitaría aquella casa triste y empobrecida para comprobar de vez en cuando que sus padres estuvieran bien y no se hubiesen agredido uno al otro gravemente.
Era un hogar roto, una familia disfuncional, pero al fin y al cabo era la suya.
Tocó el timbre y pronto su madre abrió la puerta con los ojos llenos de miedo, sabía perfectamente lo que significaba su padre debía estar borracho, —¿Qué haces aquí?
— Necesito quedarme aquí por unos días mientras organizo mi vida.
— Es que…
Su padre terminó de abrir la puerta, curioso de saber en quién perdía el tiempo su esposa.
— Pero mira, a quién tenemos de visita, a la princesita de alta sociedad, cenicienta en persona, ¿qué haces aquí?
— Le comentaba a mi madre que necesito pasar unos días aquí, estoy segura, de que no será por mucho tiempo.
— ¿Lo echaste todo a perder, verdad?, seguramente el ricachón te botó porque no sirves para nada, tardó un poco en darse cuenta de que eres una inútil, pero ya se lo había dicho a tu madre que tarde o temprano eso acabaría.
— Supongo que lo estás disfrutando.
— La verdad es que sí, ¿para qué voy a mentirte?, eres una de nosotros, te creíste especial que estabas por encima y ya vez tuviste que volver, ahora nos necesitas de nuevo, ja, ja, ja, esto amerita celebración, el hijo pródigo vuelve a su casa.
Le permitió entrar y ella aprovechó el descuido, —supongo que debes traer algo de dinero, joyas, algo que vender para pagar tu estadía aquí.
— No traje nada, pero creo que debería ser suficiente para ti, todo el dinero que te dimos al casarme, cuando nos chantajeaste con revelar tu historia para ponernos a todos en ridículo, no solo te di lo que me había ganado en las competencias, sino que Noah te dio una cuantiosa suma para que nos dejaras en paz.
— Si no hubiese sido porque firmé un documento de confidencialidad, todavía estaría sacándole dinero, pero bueno, la verdad es que ya ni para eso nos sirves, así que tu situación es precaria, no necesitamos más bocas en esta casa, así que deberás buscar a dónde ir de inmediato.
— No te preocupes, mi deseo tampoco es permanecer aquí, así que no tendrás que esperar mucho, pondré todo mi empeño en ello.
— Supongo que no me queda más que dejarte pasar la noche aquí, eso sí, no quiero verte la cara ni cruzarme contigo, así que intenta ser invisible para mí.
— Por mí está bien.
Caminó hacia su antigua habitación sintiéndose derrotada y en cuanto abrió la puerta y observó el estado de sus cosas mucho más.
Su padre sin duda había tomado muchas de sus cosas para venderlas y entre ellas sus premios, afortunadamente la cama estaba intacta así como su ropa.
Su madre entró sigilosa, se acercó a ella y la abrazó, no podía darle una solución a su hija, pero sí un poco de consuelo.
— No sé lo que pudo haber ocurrido, tu esposo parecía ser sincero, pero te aseguro que esto pasará, no eres una fracasada sumisa como yo. Desde que naciste supe que estabas destinada a grandes cosas, ya verás que esto solo es un revés.
—Te agradezco tus palabras mamá y te prometo que cuando triunfe vendré por ti para que comiences una nueva vida también.
— Gracias, hija, solo con saber que estás bien será suficiente para mí y siento lo de tu cuarto, sabes cómo es tu padre.
— No te preocupes, ahora mismo no me importa nada de eso.
— Lo siento, Laura, mereces ser feliz, estaré afuera antes de que tu padre comience a preguntar por mí, si me necesitas, llámame.
— De acuerdo.
Con el pasar de los días el dolor que sentía Laura no mermó, por momentos lloraba desconsolada a la par que intentaba buscar con sus anteriores patrocinadores y amigos para regresar a las carreras.
Y después de un mes su esfuerzo rindió fruto, pues la incluyeron en algunas exhibiciones y tenía un par de ofertas para ir a Europa de nuevo.
Una de las ciudades que visitaría sería Italia, así que pensó en contactar a su amigo Leonardo y degustar alguna exquisitez en su restaurante.
El entrenamiento al que se sometió para poder estar lista para las competencias la tenía agotada, empezaba desde muy temprano hasta el comienzo de la noche, así que dedujo que a eso se debía su fatiga.
Sin embargo, cuando faltaban apenas unos días para empezar la gira, al terminar una vuelta debió parar rápidamente debido a un dolor abdominal muy fuerte.
— ¿Qué te ocurre? —preguntó su entrenador preocupado.
— No lo sé, simplemente tengo un dolor tan fuerte que no me permite respirar.
— De acuerdo, lo mejor será llamar una ambulancia.
Unas horas después, estaba siendo examinada por un médico y estaba dándole una noticia agridulce.
— Está embarazada, tiene pocas semanas y es importante que se cuide para su bien y el del bebé, no podrá continuar con el deporte que practica lamentablemente porque representa un riesgo para ambos.
En silencio y entre lágrimas recibió las indicaciones, nuevamente debía poner su vida en pausa y ahora ya no contaba con el apoyo de Noah. ¡Qué feliz hubiera sido hace unos meses con esa noticia, ahora todo estaba destruido, su vida y su relación.
Al llegar a la casa de sus padres, decidió callar aquella información, solo le traería más problemas y sufrimiento, además de que su padre lo usaría en su contra y para intentar sacar provecho.
Sin embargo, después de analizarlo decide contárselo al Noah, es su padre y necesita saberlo.
Tomó un taxi con dirección a aquella mansión que una vez consideró su hogar, esperando poder encontrar a Noah allí para hablarlo en persona.
Pues era un tema muy sensible para tocarlo así, pero cuando llega allí se sorprende, pues están celebrando la fiesta de compromiso de Abey y Noah.
Disimula su contrariedad y busca de ingresar, pero es notorio que su vestimenta no es acorde a la ocasión. —Señorita, no puede ingresar.
— Por favor, solo necesito hablar con el señor Noah.
— ¿Su invitación?—, insistió el hombre.
— Por favor, dígale que Laura necesita hablar un momento con él, que seré breve.
Pero es Abey quien viene a verla unos minutos después, —¿cómo te atreves a venir aquí en un día como hoy?
— No sabía nada de esta celebración, pero mi intención no es crear problemas, solo tengo algo importante que decirle y me iré.
— Nada de lo que tengas que decir es realmente importante, nos casaremos en una semana y lo que tengas que decirle a él me lo puedes decir a mí—. Laura sacó de su cartera el informe de maternidad y se lo mostró, total como su esposa tarde o temprano se enteraría.
Abey ocultó su enfado y con un gesto tierno y protector se tocó el estómago, —yo también estoy embarazada y como su futura esposa no permitiré que le quites su lugar.
— Nadie le quitará nada, ambos serán sus hijos y tendrán los mismos derechos.
Abey negó con la cabeza: —No serán iguales, el tuyo será un bastardo y el mío tendrá todos los derechos que pretendiste arrebatarme cuando te entrometiste entre nosotros.
— Como te lo dije desde el inicio nadie le quita nada a nadie y no supe de tu existencia hasta mucho después.
—Yo amo a Noah desde hacía diez años, todo iba bien al principio y los dos éramos amigos de la familia, pero con tu apariencia y experiencia para seducir lo desbarataste todo.
— Ya ese tema es pasado, soy su ex esposa, lo tienes para ti solita.
—Y agradezco que sea así, pues las cosas han vuelto a la normalidad ahora y no estoy dispuesta a que vuelvas a perturbarlas, si quieres que tu hijo no corra peligro, solo mantente lejos de Noah.
—¿Me estás amenazando?
—Tómalo, cómo quieras, es una advertencia. Esta vez no me quedaré con los brazos cruzados esperando a que vuelvas a meterte en nuestras vidas, no busques conocerme por las malas, yo también vengo de una familia poderosa y con dinero.
—Bien, ya veo que te mereces los suegros que tendrás, creen que con dinero y amenazas lo lograrán todo, pero solo el futuro dirá quién es el ganador.
—Fuera de aquí antes que llame al personal de seguridad.
—No hace falta, puedo irme con mis propios pies, adiós y felicidades por tus próximas nupcias.
Al notar que Abey se había ausentado de la fiesta de compromiso, Noah se preocupó y la buscó, le pareció que discutía con alguien que se encontraba detrás de la puerta y le preguntó qué había pasado.
Ella dijo que solo era un sirviente que accidentalmente chocó con ella y que le había llamado la atención, Noah cortésmente se preocupó por el bebé en su vientre, pero ella dijo que estaba bien.
Debido al bebé, tuvo que comprometerse con sus padres que tomarían la mano de Abby y se casarían aun sin amarla, un bebé lo cambiaba todo y no quería que creciera sin él.
Comenzó la celebración, Laura se escondió en la oscuridad y vio a Noah sosteniendo la mano de la futura madre de su hijo durante la ceremonia de compromiso.
La sonrisa en el rostro de ella era deslumbrante y él parecía corresponderle, lo cual terminó de destrozarla.
Laura pronunció un triste "Adiós Noah, el padre de mi hijo y amor de mi vida, debo ser fuerte a partir de ahora para que no le falte nada a este bebé".
Cinco años despuésNoah caminaba de un lado a otro en su oficina, molesto por los retrasos en las entregas de resultados de la nueva sede de su compañía en Italia, — No puedo creer que pedí la información al comienzo de la mañana y todavía no he recibido respuesta. — Señor presidente, quizá se debe a la diferencia de horario, ahora mismo allá es de noche, sin embargo, ya el director ha sido notificado y está por enviar los datos—, dijo con timidez y la voz entrecortada.Noah Miller tenía la fama de ser implacable, un jefe exigente y duro, no aceptaba errores y excusas. Trabajar junto a él, era una gran oportunidad para aprender, pero también significaba estar en constante tensión y estrés.Sus empleados le tenían una mezcla de respeto, admiración y miedo, pues era mucho más ambicioso y temerario que su padre, más empático, pero a la vez se mantenía siempre frío y distante. Era claro que no deseaba relacionarse con nadie ni hacer amigos, excepto por su amigo de juventud, Lucas. — De
— ¿Laura?, ¿Eres tú?—, pero ella decidió ignorarlo y fingir que no lo conocía, miró en otra dirección para darse fuerza y mostrarse indiferente.— Me comentó el mesero que pidió que me acercara a la mesa.— Sí, para elogiarla por su propuesta culinaria, pero me ha sorprendido que seas tú, Laura.Ella inclinó la cabeza con una especie de reverencia y luego respondió con frialdad, —Creo que me confunde con otra persona, pero de igual manera le agradezco su reconocimiento, me alegra que el desempeño de mi equipo y el mío sea de su agrado, con su permiso debo retirarme estamos todavía con mucho trabajo pendiente.Noah se levantó de la silla y la tomó del brazo justo cuando ella se daba la vuelta y comenzaba a caminar para intentar regresar a la cocina.— Espera, por favor, sé que eres tú, es cierto que no terminamos de la mejor manera, pero creo que al menos puedes devolverme el saludo.Ella se soltó de su agarre y mirándolo a los ojos le dijo: —Le repito, no sé quién es usted y por favor
Laura repitió en su mente aquella frase un poco extraña, "¿Un millonario soltero?"El estado civil para ella era lo menos relevante pero le resultó un poco gracioso como aquel caballero lo mencionó como si se tratara de un incentivo especial.—Mi cliente es un hombre exigente y por eso los beneficios son cuantiosos, solo dele un vistazo por favor.—¿Que le hace pensar que estoy buscando un trabajo?, recién comienzo un negocio personal y…—Es un contrato por tres años, luego señorita, será libre de hacer lo que quiera, tendrá suficiente dinero para hacer crecer aún más cualquier proyecto que tenga, además de otros beneficios como una propiedad a su nombre.—¿Puedo alternar ambos trabajos?—No, él exigirá su disponibilidad a tiempo completo—, eso significaba que una vez más tendría que poner sus sueños en pausa.Aquel documento era extenso, llenó de cláusulas que parecían interminables y Laura se encontró intentando analizar con detenimiento cada una.—Señorita, he marcado para facilita
Una voz profunda masculina le saludó: —Buenas tardes, señorita.Por un momento pensó en si debía girarse o no, sintió cómo una gota de sudor le recorría la frente y las manos humedecidas. Aquel momento de tensión le hizo recordar cuando era niña y hacía alguna travesura, la cual recibiría un castigo de su padre después.A la vez estaba profundamente apenada, pero al darse vuelta se encontró con el abogado que la había contactado, se sintió aliviada y hasta un poco contenta, pues no había violado el contrato.— Señor Williams, que bueno verle.— Para mí también es un gusto, espero que le esté gustando su trabajo y el ambiente con sus compañeros y la casa, que se haya adaptado. — Sí, la verdad estoy fascinada con mi trabajo—, dijo, guardando la ironía para ella.— Dígame, ¿iba a algún lugar?— No, ¿Por qué dice eso?—, de pronto sintió un escalofrío que le recorría la espalda.— Porque tiene su bolso en el hombre.— Ah, esto, esto es... —, de pronto se escuchó la voz de otro hombre en la
Laura se quedó por un momento observando el video, pensó que se trataba de una noticia nueva, pero cuando puso atención, se trataba de un artículo de hace unos cuatro años. — ¿Qué sucede hija?—, preguntó su madre al ver su gesto. — No te preocupes, mamá, solo es algo que debo investigar en la computadora. — Entonces le daré un baño a Alessandro antes de dormir mientras tú realizas tus labores. — Abuela, te escuché yo me baño solito. — Si es verdad, ya eres un niño grande e independiente, ahora dejemos a mamá que tiene una tarea pendiente por hacer. — ¿No puedo ver contigo la computadora mami para aprender? — Esto no, mi cielo, te prometo que cuando llegue temprano esta semana lo hacemos. — Bien.En cuanto se quedó sola, Laura comenzó a investigar, empezando por el enlace que le habían enviado; en él se daba a conocer el escandaloso divorcio del millonario.En otro artículo afirmaba que el "Matrimonio del empresario Miller fue anulado en el día de hoy tras resultados de ADN que
Laura regresó a casa en taxi y hecha una furia, la grúa llegó afortunadamente sin retraso unos minutos después de realizar la llamada al abogado para explicarse y quedarse sin carga en el teléfono, pero la actitud de su jefe troglodita le había perturbado por completo el humor.Se encontró de frente a su madre que caminaba como un autómata hacia la cocina y chocaron de frente. —Ouch, hija, qué susto, ¿qué haces aquí a esta hora?, recién me acabo de despertar y sabes que hasta que no bebo mi café no soy persona.— Estoy aquí porque mi jefe es un idiota egocéntrico, si no pudiera haber llegado con retraso, pero ya estuviera allí.— No entiendo nada.— Pues qué bizcocho, el muy ingrato se apagó de pronto y me ha dejado botada en medio de la nada, cuando llame al estúpido de mi jefe para notificarle que llegaría un poco más tarde, no me dejó hablar, me dijo que me fuera a casa sin paga.— ¿No te habrá entendido mal?— Qué va mamá, simplemente es un imbécil de primera.— Mamá, estás diciend
La espía repitió la información al no recibir respuesta, — Jefa le dije que el “señor P”... — Te escuche, creo que la nueva empleada ha llegado con pie firme como la arribista que es. — Sé que no se han visto, ella no sabe cómo luce, pues yo soy quien le sirve, la contrataron a través de un abogado. — Entonces tendremos que por ahora ser sutiles para mostrarle su lugar, ya verá, mantenme informada cualquier otra eventualidad. — De acuerdo.Por su parte luego que Lucas dejará la casa, Noah decidió ir a cenar, no era de los que salía con frecuencia, pero al menos allí en Italia no era una persona reconocida así que podía pasar desapercibido, le pidió a Gina su asistente que por favor realizará una reservación en el restaurante más intimó que pudiera encontrar y no pasó mucho tiempo antes de que esta le enviará la ubicación.Mientras tanto, Laura había llevado a su madre y a Alessandro a comer un Gelato luego de cenar, —Hija, debo decir que a pesar de cómo comenzó tu día, al menos aho
El mal humor de Laura iba en crecimiento y eso no le permitió tener un sueño reparador, entre las apariciones de Noah y el troglodita de su jefe la tenían perturbada, pero no permitiría que le quitaran su paz por completo, tenía un plan y haría lo necesario para cumplirlo.Gina, por su parte, analizaba la situación, lo que le había comentado Beatrice era curioso, tenía que investigar a la dichosa cocinera. En ese momento sonó el teléfono y, al ver el número, contestó apresuradamente: — Buenas noches, señor. — ¿Hiciste lo que te pedimos sobre la chica? — Sí, ya se ha viralizado en las redes y estoy segura de que mañana la prensa publicará la noticia, no creo que su publicista pueda hacer mucho por solucionarlo. — Él no es tonto, intenta hacerte la víctima o culpa a otro de que se filtró información, pues si no te calificará de incompetente y te despedirá, o perderás su confianza. — Tiene razón, tengo un chivo expiatorio, no habrá problema, también quería comentarle que está pasando