58 ElizaEstoy un poco cansada del tema de Jennifer Alderwood y su accidente, tuve que callar a la prensa y pagar mucho dinero para que se perdieran algunas cosas de su caso, pero la tonta sobrevivió y eso es un problema para mí y para el idiota de mi hijo, aunque no quiera admitirlo, al menos lo era hasta que se despertó sin memoria.—¿En que piensas? —llega uno de mis primos, hijo de una hermana de mi mamá.—Leandro, que raro que se te ve por allí querido— le dije porque era cierto.Leandro vive aquí, pero tiene sus ocupaciones como todos los demás y solo mi papá y yo somos los que más estamos aquí, aunque hoy estoy sola,—Me tome el día— se encogió de hombros— ya viene tu cumpleaños, ¿harás algo?—Faltan al menos dos meses para eso, pero sí, quería una fiesta ¿Qué te parece?—Genial, necesito joder con alguien— se rio entre dientes.—Estaba pensando en algún club, pero mejor lo hago aquí, podemos mover algunos muebles— le comenté— ¿me ayudarás con eso? —Claro, por eso te pregunte,
59 Greta Si digo algo de seguro me mata, no he parado de llorar desde que se fue luego de mi castigo, él nunca había sido tan violento, pero no lo conozco verdaderamente. Solo hoy tuve un atisbo del hombre que puede llegar a ser en realidad y me aterró. «Tengo que decirle a alguien» pensé. ¡No! El pánico corrió por mis venas con el miedo calándose hondo en mi cuerpo. Si eso le hizo a Jennifer solo por divorciarse de él, que me hará mí que no soy nadie para él. —Debo irme lejos, muy lejos —temblé como una hoja sin saber que hacer. ¿Si voy a la policía me creerán? No, no, no, no puedo. —Eres una inútil —una voz en mi mente me habló de manera despectiva. Curiosamente esa voz se parecía a la de mi madre. —No soy una inútil. No fue mi culpa, yo… yo… Y-yo solo quería que hablaran y cerrarán ese ciclo para nosotros comenzar una relación seria— le dije a la vacía habitación. Fue lo que él me había dicho. No soy una inútil. No fue mi culpa. Yo no hice nada, solo… solo… ¿A quién qu
60 Joseph Odiaba cada minuto de cada día en que la mente de Jenni la mantenía en la ignorancia, era como un gatito inocente y esponjo en medio del bosque rodeaba de animales peligrosos, hacía semanas que no duermo bien solo por estar pendiente de ella, siento que en cualquier momento la atacaran. No puedo permitir que Sam se la lleve a la mansión y menos a otro lugar para jugar a la casita, cuando la verdad es que ya están divorciados, él no tiene nada que hacer al lado de ella, pero la situación no es fácil. Los días pasaban y Jennifer no recordaba y francamente me quedaba sin opciones. Apenas dormía solo vigilándola. Pensando que un día me la iban a quitar. Ella no me recordaba así que técnicamente no me estarían quitando nada, tampoco es un tapete, pero la sentí mía y no sé cuándo jodidamente pasó eso. —Doctor Kessler— me llamó una interna tronando los dedos en mi cara. La fulmine con la mirada y retrocedió al menos un paso, he estado de un humor irascible últimamente y la gen
61 Jennifer Soy una pervertida descarada, eso me queda cada vez más claro cuando me encuentro al lado de Joseph Kessler, es que no tengo vergüenza alguna cuando de él se trata, si Sam se da cuenta que le coqueteo a su padre de esta manera tan descarada se divorciaría de mí en el acto. Mis mejillas se calientan y mi corazón se acelera sin remedio alguno. Luego de esa platica nocturna casi hasta el amanecer todo cambió, intento despertarme todas las noches codiciosa de todas esas pláticas con Joseph, es… refrescante hablar con él. Ahora aquí en la azotea del hospital me siento bien en sus brazos, sé que todos me ocultan algo, pero me da miedo preguntar el que o sobre qué. Seguí abrazándolo y se sintió que fue por horas mientras drenaba cada lagrima que tenía en mi cuerpo esperando por desbordarse, pero luego el beso me dejo aturdida, no reaccioné tan rápido como me hubiera gustado, cuando la respiración se me nivelo y mi mente se despejo de la niebla abrumadora en donde estaba metid
62 JenniferHe pasado dos meses recluida en un hospital y de la nada Sam me saca tan rápido que no me acostumbré a la idea, era mi último día, pero aún así no me dejó despedirme de su padre.No tiene nada que ver con que no haya visto a Joseph antes de irme, para nada, eso sería… inapropiado.—No entiendo porque nos fuimos así, tu padre no estaba— me queje, ya en el carro me sentía incomoda.No quería admitir que me importaba despedirme de él, no tuve tiempo.No puedo admitir que me afecta más de lo que debería pensar que no lo volveré a ver.—No me llevo bien con él, lo sabes, ni siquiera fue a nuestra boda— me devuelve la queja.—No lo invitaste, Sam— le dije de repente molesta con él, nunca había sido tan irracional con Sam.Normalmente le seguiría la corriente, pero desde que sé que me ocultan algo no tolero muchas cosas, si hay algo que odio es la mentira y el engaño y esas son cosas que jamás perdonaría.Ahora que lo conozco no me veo no hablando por horas con él de nuevo.—Ya n
63 JosephSolo quería una maldita ducha decente y estos malditos incompetentes la dejan ir, solo quería decirle…¡A la mierda el mundo!¿Qué le iba a decir?Dos malditos meses perdidos, porque no recuerda nada, sí, esta sana, pero ¿y yo?—¿Cómo la vas a dejar ir, Adam? —le pregunté viéndolo a los ojos furioso, me alejé de él porque no era seguro para él.Caminé en círculos dentro del pequeño consultorio de la doctora Miller.—Tu hijo estaba insistente, ella también intentó quedarse más tiempo, pero refuto cada excusa que le dimos todos en la habitación— dijo con voz calmada la doctora Miller.Bendita Hannah con la paciencia que me tiene, sé que estoy peor que el perro infernal.—¿Quién firmó el alta?—La madre, luego de eso se fue. Al padre también se le negó la entrada en los últimos días, deberías llamar a la policía, si ella esta en peligro es mejor prevenir— dijo Miller. —¿Qué les digo? —le pregunté con fastidio, como si yo no hubiera visto esa opción, pero él todavía no era pote
64 JenniferEl doctor Carson se presentó a las ocho de la mañana al día siguiente y los días posteriores a ese, yo ya estaba lista y bajé con las muletas, ayer vi a Paulette brevemente antes de acostarme y dormir toda la mañana y parte de la tarde, no quise molestarla y no la mandé a llamar, pero hoy está aquí con un pantalón de yoga y una camiseta de tirantes normales, se ve un poco nerviosa y la miré atenta.—Le dije a Sam que, si no querías estar aquí, te puedes ir— le dije despacio calibrando su reacción.Me siento recelosa con ella sin saber bien por qué. —Quiero estar aquí —me dio una pequeña sonrisa.No estuvo atenta a mis ejercicios, de hecho, se la pasó metida en el celular mientras el doctor Carson y yo comenzábamos la dolorosa terapia.Han pasado tres días desde que llegué a casa y he seguido una rutina, ejercicios, leer y dormir—Esta bien por hoy— me dice el doctor Carson limpiando sus manos de la crema que me acababa de aplicar.—¿Estás seguro? Me siento que pued
65- JosephSus mensajes de textos son un bálsamo para mí, calman mi ansiedad y pone también en marcha mi plan, estaba sentado en una terraza bebiendo algo con Adam, Cora y Andrew cuando ella me escribió, ellos insistieron en que debía salir y despejar mi mente, ni siquiera había podido volver al trabajo con Jennifer en la cueva de los lobos sin defensas.Adam solo estaba unas pocas horas, realizaban los ejercicios y revisaba su cuerpo en busca de algo que me dijera que ese hijo de puta le pusiera las manos encima de manera errónea, apreté más el vaso que tenía en mis manos.—Hay una fiesta mañana— les dije con una sonrisa en mi rostro.—Hay que ir— apoyo enseguida Cora.—No sé si sea lo correcto— dijo sabiamente Andrew como siempre.—Necesito verla, quiero saber que está bien— se queja Cora.—Vamos a ir — les dije viéndolos a todos— necesitamos las entradas, Eliza no haría nada sin parecer costosa.—¿Ya hablaste con Roger? —pregunta Andrew.—No, está en una misión de encubierto, en cu