Hoy salió doble capítulo.
46- JenniferLlegar a casa y tener la cena lista se siente bien, Joseph tiene más facetas de las que pensaba y mas que gustarme me cautiva, estoy cayendo duro por el padre de mi exesposo, ya no considero a Sam mi esposo y es bueno la distancia que hemos tenido en estos meses.He vuelto a encontrarme poco a poco y ser más yo.—¿Qué huele tan divino? —pregunte dejando la mochila en el suelo y acercándome a Joseph por la espalda.—Tú— me dice con una risita.—Muy gracioso, doctor —me burle soltándolo.Se giró y me regaló un beso en los labios que me supo a gloria.—Ve a bañarte, esto está casi listo—me dice entre beso y beso.—Gracias por decirme que apesto— bromeé con él un rato más hasta que subí a ducharme.No apestaba, pero si quería estar fresca para la cena, me puse un vestido sencillo sin sujetador, solo unas bragas que fueran acorde con el vestido azulito que me gustaba y bajé descalza.—La cena esta lista —me dijo saliendo con una fuente con pasta a la boloñesa y mi estómago rug
47 JenniferEstar apunto de estar frente al juez es algo que me pone nerviosa, pero tener aquí a Andrew Galloway y a Coraline me calma un poco, es solo que tengo este mal presentimiento en mi estómago que no me gusta nada, sin embargo, empujó eso lejos y respiro hondo.Me puse hoy un pantalón y chaqueta de traje, con una camisa sencilla debajo para parecer profesional y seria, me maquillé muy poco y me agarré una coleta alta y estirada para despejar mi rostro.Hoy sería el primer día que viera a Sam luego del show del hospital con los payasos, los periodistas comenzaron a especular de nuevo sobre nosotros y lo tierno que se veía ese día Sam Kessler para pedir perdón a su esposa, los titulares fueron claros y querían que yo perdonará a Sam por lo que sea que había hecho sin importar lo que hizo. Pues como dice Cora “me la sudan” no voy a estar con un infiel como Sam.A mis padres tampoco los había visto en todos estos meses y era un respiro de libertad que no quería soltar y de igual m
48- Jennifer La noche con Joseph fue especial y la disfruté mucho, siempre lograba sacarme una sonrisa y disfrutaba de eso, pero el sexo fue lo mejor. Me levanté con las sábanas alrededor de mi cuerpo para darme una ducha, una dura nalgada resonó en la habitación y jadeé sorprendida. —Joseph— le reclamé con una sonrisa en el rostro así que no se lo tomó serio— ¿sabes? Se suponía que era noche de chicas. —¿Así no terminan las noches de chicas? —puso una mano en su corazón —rompes mi fantasía, Jenn, Jenn. —Muy gracioso, claro que no terminan así —me reí. —No me cuentes más, me duele el pecho —hace muecas dramáticas en su arte escénica. —Si no te sirve lo de cirujano deberías probar con la actuación —me burle. —Te ganaste unos azotes —me informa señalándome con su dedo índice. Mi cuerpo se calentó y mis mejillas se pusieron rojas, y eso que ya estaban a punto de llegar a su color original luego de nuestro maratón de sexo. Pero nuevamente el calor de sus palabras provocaba cosas e
49 Greco Estaba exhausto, pero tenía que terminar estos documentos y en serio no quería llevarme el trabajo a casa y tal vez deba decirle a Greta que me ayude, sé que necesita el dinero, pero es demasiado terca como para decirme. Pienso en mi estrella y sus palabras, es una buena mujer y es hermosa, pero no me ve a mí, tal vez no debí hacerme primero su amigo. —Me hubiera gustado que me viera— le dije al escenario vacío. «Santiago Greco enviado a la friendzone, eso no se ve mucho.» Reí ante el pensamiento. Si la estrellita supiera quién es el nuevo socio se cayera para atrás, al principio no le vi nada de malo que el padre de su ex quisiera invertir, pero cuando los vi en la discoteca bailando entendí mucho más, Jennifer Alderwood tiene esa capacidad con cualquier ser sobre la tierra que la conoce, no hace falta que te hable para que tengas un buen día, solo verla sonreír basta, pero no estoy donde no me quieren y no voy a acosarla. —Nada que una llamada a una amiga no quite— dij
Sam ¿Ella creía que podía dejarme? ¿Ella creía que podía revolcarse con mi padre? Es una m*****a zorra de m****a que no agradece todo lo que hice por ella y por su estúpida familia, que tanto odio, son todos unos imbéciles, sin embargo, los tolere por ella, los mantuve durante tres años para una m****a, ya lo hice a su manera y no funcionó, ahora toca a mí manera. Si no es mía no es de nadie y ese mensaje tiene que llegarle muy claro a Joseph Kessler, por cogerse a mi m*****a mujer. ¡Es mía! —¿Qué hiciste? —me pregunta la mujer a mi lado. —Lo que tenía que hacer— le dije arrancando el auto. —Dijiste que solo hablarías con ella. Pensé que estabas contento por tu divorcio —me reclama como si tuviera el derecho. —Mira— la tomé del cuello cansado de su m****a puritana— cuando saltabas en mi polla no te vi quejándote de nada, ahora cierra el pico sino quieres morir ¿Quieres? —Déjame al menos llamar a la ambulancia— pidió. —No, que se muera por perra— me quejé enojado. —¿Qué está
Narrador Omnipresente —Noticias de última hora en el mundo del espectáculo, Jennifer Alderwood la primogénita de la acaudalada familia Alderwood tuvo un accidente hace dos horas a las afueras de su trabajo en donde una camioneta la arrolló cerca de su auto— dijo la reportera quién pensaba en el lamentable suceso— fuentes cercanas al lugar dicen que vieron a la famosa bailarina de ballet correr antes de ser arrollada por una camioneta y posteriormente el culpable darse a la fuga Las noticias suelen ser eso, noticias, pero cuando es alguien que te afecta directamente no puedes creer lo que está pasando. Joseph Kessler preparaba la cena de Jennifer cuando escuchó la noticia y el cucharón de sopa que tenía en las manos se resbaló cayendo al suelo con un estruendoso ruido, apagó la cocina, tomo sus llaves y salió del lugar. Coraline Dagger estaba llegando a su casa cuando recibió la llamada de Santiago Greco y no le dio tiempo ni de darse una ducha cuando ya estaba montada en su carro m
52- Joseph—Gracias, Hannah— le dije cuando me prestó un uniforme para poder entrar a Terapia intensiva y poder verla.—Ten cuidado, Joseph— me advirtió— me pueden echar de mi trabajo por esto.—Puedo conseguirte un buen puesto en el Memorial Kessler, lo sabes— la miré muy serio. Hablaba completamente en serio.—Lo sé, es solo— dijo, vio a un lado mordiendo su labio —estás arriesgando mucho por esa chica.—Ella vale más, créeme —le dije críptico, apretando los dientes, necesitaba verla, revisar su expediente, necesitaba jodidamente hacer algo para saber que se iba a mejorar, no se sentía bien quedarse de brazos cruzados.—Bien, vamos— Hannah me vio y no dijo más, entendió que así de importante es ella para mí.Me guio por el hospital hasta dar al piso de T.I y mostrarme el apartado de Jenn, tragué grueso y me le quedé viendo, estaba pálida y golpeada, una intravenosa en su brazo izquierdo con un constante goteo, revisé el expediente junto con a su cama, con el sonido de constante del
53- Joseph Ella no me devolvió la sonrisa y eso estaba bien, tal vez se sentía muy mal, teníamos que ser pacientes. —¿Cómo te sientes? —le pregunté al cabo de unos eternos segundos solo viéndonos. —Me siento terrible, doctor— dijo con voz rasposa, arrugando el ceño. Mi corazón se detuvo por un segundo y reanudó su paso aceleradamente, le alcance un algodón con algo de agua para que se refrescara un poco, no podía beber aun líquidos abiertamente después de dos semanas sin comida ni líquidos. —¿Doctor? —le pregunté despacio viendo en sus ojos que no había rastro de… ¿De qué, Kessler? —¿No es usted médico? —arrugó el ceño confundida y tragué grueso. «¡Bueno, m****a!» pensé para mí. Mi sonrisa vaciló un poco, pero respiré hondo, estabilicé mi respiración, mi sonrisa se hizo más falsa con el paso de los segundos para intentar no cagarla. —¿Sabe en donde está, señorita? —le pregunté muy suavemente. Vio su entorno mucho rato, le di su tiempo y no la presione, hasta que por fin habl