29- JenniferFuimos a la comisaria a poner la respectiva denuncia por los ladrones en el apartamento, se dejó en que fue un robo por las joyas faltantes y ya están buscándolas en casas de empeño. El nuevo apartamento estaba en el piso cinco de un edificio nuevo y minimalista y Cora ya lo odiaba, se quejo del color, la ubicación y hasta del número que le había tocado.—Pero es que mira esto— señala una maceta con una planta de plástico.—Es solo una planta— le dice su papá— ya deja de buscarle defecto a todo, sé lo que haces, jovencita.—No sé de lo que hablas— levanta el mentón muy digna y se va a la recamara a ver como es, a lo que escuchamos un sonido de desaprobación de su parte.—No se a querer quedar aquí ¿verdad? —me pregunta el señor Walter.—Creo que no, ya sabe como es ella— la excuse.—Sí, lo sé y culpo a Sandra de eso. Es tan independiente y bella como ella— mira en dirección al pasillo donde se fue Cora con cariño.—Lo es— le dije certificando lo que él me decía con amor—
30- Sam Fui a la cita con el abogado de Jennifer, que no es otro que Andrew Galloway, el mejor amigo de mi padre, es el mejor abogado conocido en Denver, eso me decía que Jennifer no va a dar marcha atrás y eso me enoja y me frustra mucho más. Antes de entrar aspiré el polvo en el tablero de mi carro para poder enfrentar esto, no siempre lo hacía, pero a veces ameritaba coraje en polvo. Me abroché el saco cuando venía entrando al espacio abierto de la planta baja del edificio en donde una ocupada recepcionista me veía como si fuera una aparición, era Joven, guapo y con dinero, estaba acostumbrado a que me vieran así. —Buenos días, tengo una cita con Andrew Galloway— le comuniqué. —Buenos días, señor deme su nombre para registrarlo en el sistema y darle un pase de visitante— lo vi asombrado levantando una ceja. —Sam Kessler— le comuniqué viendo todo el lugar. Era bastante elegante con un toque personalizado que te hacía sentir cálido. No me gustó, había un área de espera con unas
31 Jennifer A Joseph le pareció buena idea que durmiera esa noche en el nuevo departamento y menos mal lo hice. Al día siguiente había olvidado que era la cita de mi abogado con mi futuro ex esposo, así que me esmere en ponerme un vestido azul oscuro bastante sencillo que me llegaba justo arriba de la rodilla, eso y unos tacones altos de Cora fue lo poco que pude rescatar antes de irnos, mi amiga se había puesto un traje de pantalón que le quedaba divino. Pasamos toda la mañana juntas mientras la veía trabajar sin descanso, se veía en su área y en su elemento. —Déjame ir a la cafetería —le dije a Cora Cuando vi que ya había pasado la hora del almuerzo. —Me parece bien —se encoge de hombros, se arregla los lentes en el puente de su nariz, solo son lentes de corrección. No le gusta sentir que tiene una debilidad, pero sus lentes son muy lindos y le quedan fabuloso, parece una abogada sexy. —Gracias— le dije cuando me dio su tarjeta la cual guarde en mi bolsa. Cora estaba corriendo
32 Paulette No disfruto mucho estar de compras, cuando podría estar con Sam en estos momentos, pero me pidió que me fuera a divertir y no estuviera todo el día en casa si su abuelo iba a estar allí. Sé muy bien los rumores de esa mansión y son mucho peor de lo que la gente se imagina, no hay limites para los Wilson, quienes se escudan del apellido Kessler para tapar todas sus marramuncias, la cosa es: ¿siempre les va a servir el apellido del exesposo de Elisa Wilson? Todo era llega a su fin, ver al padre de Sam en casa de Jennifer me lo dejó muy claro, le gusta mi hermana y al parecer quiere ser su salvador y eso me hace el camino más fácil para llegar a Sam. Las cosas tienen que salir de acuerdo a mi plan por que del resto no sé que voy hacer, devolverme a casa de mis padres no es una opción. Jennifer no sabe que su querido Sam y yo llevamos una aventura de hace unos ocho meses, apenas fui por Sam me clavó las garras y aun no puedo salir de este embrollo. Me conviene más quedarme
33- JenniferSentí alivio al ver a Greco y más lágrimas corrieron por mi rostro, pero las limpie no queriendo que vea mi más grande dolor.¿Qué se hace en estos casos?—Aun rota sigues siendo una estrella que brilla con más intensidad —me dice mientras busca asiento en un lugar lejano al escenario.Sabe que invade mi privacidad, pero así es Greco, por eso se aleja y me deja reconstruirme sola, está cerca por si necesito ayuda.¿La necesito?—¿Qué haces aquí? —pregunté en un graznido, decidiendo no contestar a lo que dijo.Me veía rota.Me sentía rota.—¿Qué te hicieron, estrella? —respondió con otra pregunta.No respondí, no podía. Si lo decía sería real y con un demonio no quiero que sea real.—Me gustó tu coreografía —cambio de tema y me relajé mientras me levantaba poco a poco del suelo frío— podríamos hacer algo con eso. Un nuevo show.—No recuerdo que estaba bailando —le dije, tomé una hondo respiración mientras limpiaba mi rostro de todo el sudor de mi frente.—Por suerte para t
34 Joseph La comunicación con Jennifer ha sido constante todos estos días, pero mi trabajo en el hospital me ha tenido absorbido y no he podido ir a verla como me gustaría. Estando lejos de ella me cuestiono si está bien lo que estamos haciendo, es mi casi ex nuera, tan joven y tan inocente. Aún así no podía detenerme, me alegraba el día y eso bastaba para mandar los prejuicios a la basura. Hoy despejé toda mi agenda para estar con ella y no llegaba, no suelo ser controlador, pero ya a las tres me empecé a impacientar porque aún no llegará, miré el reloj varias veces y la preocupación lleno mi mente con un millón de escenarios posibles así que la llamé y no contestó. Me relajé, respire hondo y me serví una copa de tinto del viñedo de mis padres, era fuerte y terroso y me gustaba degustarlo en la azotea, pero esta vez me senté fuera del balcón en unas sillas que estaban destinadas a tomar el sol. Horas después Jennifer Alderwood por fin dio señales de vida y me relajé visiblemente,
35- JenniferLa casa de Joseph era muy hermosa, estaba muy agradecida porque me invitara, tenía miedo de que me viera y notara los signos de mi llanto, pero si los notó no dijo absolutamente nada y eso era un alivio.Sentada en su barra de desayuno mientras comemos la divina lasaña se me ocurre una grandiosa idea sobre los niños del hospital y quería hacerlo, siempre quise hacer algo así.—Mañana tengo que irme temprano al teatro— le comenté mientras tomaba otro pedazo de pan de ajo que estaba de muerte lenta— ¡oye! Este pan está demasiado rico.—Me alegra que te guste, saque la receta de internet— me dice alegre con una sonrisa en su rostro que me tiene las mejillas rojas— ¿ya tienes trabajo de nuevo?—Algo así, Greco dice que encontró un nuevo inversor— le conté, me pareció algo raro, pero aun así quería hacer algo más que estar encerrada siempre.—Me parece muy bien— comenta tranquilo, toma un trago de vino y vi como tragaba y su manzana de Adán se movía y me sentí más rara.¿Por qu
36- Joseph Me quedé pensando en mucho rato en lo que le había pasado a Jennifer, no pensé que fuera una mujer de pesadillas, pero cuando me vio parecía que salía corriendo de un asesino en uno de sus sueños. Llegue a pensar que alguien había entrado en la casa, pero las alarmas no habían saltado y había luz, de todas maneras, hay un sistema de emergencia si eso llega a pasar. —Alguien me tocó de manera indebida —susurro en la oscuridad— al final no pasó nada, pero… —tragó grueso y calló. Llevaba tanto tiempo callada y con la respiración regular que pensé que estaba dormida, me sorprendí mucho, más por lo que dijo que por que estuviera despierta. —Sabes que eso no es tu culpa ¿Verdad? —trague angustiado. ¿Qué le hicieron? —¿No lo es? —preguntó preocupada. —No, el culpable es el enfermo que te toco sin tu consentimiento —estaba molestó y al mismo tiempo preocupado. La preocupación ganó la partida y solo por eso no le pedí nombre y dirección para no matarlo. —Lo es, le dije… —res