17 JenniferSalí del banco temblé y comencé a llorar mientras Cora me abrazaba para darme solidaridad, pero olas de rabia emanaban de ella y no me calmaban para nada, alteraba mis nervios. Solo quería estar sola y llorar por meses.—¡Es él quien me engañó! —me quejé en el hombro de mi amiga indignada.—Lo sé, pagará— asegura mi amiga— ¿me escuchaste, Jennifer Alderwood? Va a pagar, esto no se quedará así, yo no lo voy a permitir.—No sé, Cora— hipé— ese hombre parece odiarme, ¿Por qué querrá tenerme a su lado? Que se quede Paulette, ella lo ama, ¿sabes qué? Ni me importa si se quieren o no, solo quiero que me deje en paz, ¿qué clase de amor es ese?—¿Y tú no? —pregunta curiosa mi amiga separándose de mí— ¿no lo amas, Jenni?—No sé… todo esto… es demasiado confuso. Siento que debería estar llorando porque me fue infiel, sentirme más… desdichada— le digo, hago un gesto con la mano para englobar todo— pensé que estaría perdida sin Sam ¿sabes? —sacudí la cabeza y brotó de mi garganta una
18 JenniferLuego de un domingo de montaña rusa me desperté muy temprano a pedido de Coraline Dagger, esta mujer quiere matarme. Podía llegar después que ella al bufete de abogados, pero entonces eso no seria muy propi de Coraline. Seamos francos. Para este punto en donde el sueño aun nubla mis ojos siento que odio a mi amiga.—Ya quita esa cara— me reprocha con una risita de burla en sus labios— debes venir conmigo, hoy haremos muchas cosas— afirma.—Bien, pero ¿Cuándo me dirás que cosas haremos? —no era normal en el ser tan misteriosa.—Cuando estemos frente a Galloway te diré todo. El debe darme luz verde— confirma— además ya vienen las elecciones a concejal. ¿No es eso lindo?—No, es una pesadilla. No se como aguanta tu madre esto— repliqué.El abuelo de Sam siempre quiere iniciar en la política, pero simplemente no se le da, pero ahora que el concejal Dagger se va a retirar puede que tenga una oportunidad. Por eso Eliza estaba desesperada de que volviera a cualquier costo, pero n
19 JenniferJoseph me había escrito.Las palabras de su mensaje se veían más brillantes que nunca o solo soy yo viendo cosas que no son, Cora por supuesto se dio cuenta de mi sonrisa poco o nada oculta y sonrió conmigo.Dr. Buenorro: estaba en cirugía, ya guardé tu número ahora si podemos hablar mejor. —Me gusta verte feliz, Jenny— me dice mientras manejamos al primer banco al que vamos— ¿Qué te tiene así?—Ayer le escribí a Joseph y no me respondió, la verdad me desanime un poco— le conté— no había revisado el celular hasta ahora y si me respondió, pero en la madrugada, estaba en una cirugía.—Creo que te gusta ese hombre más de lo que crees— opina Cora.—Eso me asusta— confesé— pero no puedo dejar de querer un mensaje suyo, ¿sabes?—Lo sé, es por que te gusta, tonta—me dice, sé que es verdad, pero no quiere decir que se digiera más fácil.—Es mayor que yo y el papá de Sam, además —refuerzo lo que debo meter en mi cabeza. No estoy segura de lograrlo— sé que Sam me engañó, pero estam
20 ElizaEntro al estúpido edificio donde se encuentra el bufete de abogados, de todos los que pudo elegir esta niña tonta, elige al mejor amigo de mi exesposo y se supone que yo debo arreglar los desastre de Sam. Nunca va a madurar, es solo un niño malcriado que quiere todo en bandeja de plata, tal vez debí dejárselo al padre a ver si se encaminaba.—Necesito hablar con Andrew Galloway— llegué a recepción.—¿De parte de quién? —pregunta la tonta de manual que me atiende, por lo visto no sabe quien soy yo.—Eliza Kessler— aquí es donde el apellido de mi ex causa furor. Cada. Vez.La mujer abre los ojos como platos y se conecta con la planta de arriba, murmura no sé que cosas por al menos dos minutos y cuelga.—El doctor Galloway ya baja— me dice con sonrisa amable que por supuesto no le correspondo.Le levanto una ceja por la desfachatez de dejarme de pie en este lugar, Andrew siempre fue uno de los peores amigos de Joseph Kessler, no es alguien al que puedes engañar con facilidad, est
21 Jennifer La entrada al teatro fue sin mucho alboroto, estaba casi desierto y me pareció extraño. Siempre había gente pululando por los alrededores de los bastidores. Encontré a Greta saliendo con lágrimas en los ojos. —¿Greta, estás bien? — pregunté. —La compañía cerró —dice entre hipidos y se va. —¿Qué? La vi irse como una estatua de sal, esto se cuenta y no se cree. Seguí caminando para ir a ver a Greco, esto tenía que ser un error, pero un presentimiento me decía que Greta jamás se pondría así por nada. Camine por el solitario lugar, frente al escenario justo en los asientos del medio del teatro estaba Greco, su cabello largo y castaño atado de malas maneras en la cima de su cabeza, era un hombre apuesto y con barba, muy alto y muy grácil e intuitivo por lo que sus obras son una obra de arte. Tiene cada ocurrencia única para ponerle su sello al espectáculo y él decía que yo podía revivir cualquiera de sus coreografías. —¿Thiago? —Se tenso al oír mi voz —¿Qué está sucedie
21 Joseph Estaba tomándome un café cuando me entro un texto de un numero que había guardado, pero que pensé que nadie escribiría otra vez, la amiga de Jennifer me escribió con una brillante idea. En cuanto Cora se comunico conmigo no vi el problema de almorzar con dos chicas hermosas, sobre todo por que Jennifer era una de ellas, su amiga fue muy amable y tomé eso para poder verla, la verdad es que ya estaba ideando la manera de verla de nuevo, pero no quería verla en ese estado. Ver llorar a alguien es algo muy íntimo, mi abuela me decía que era mejor no estar en esos momentos si no sentías nada por esa persona, esa persona se abre completamente y te deja ver todo eso que lo carcome. Lágrimas. Son esa manera de demostrar que algo en verdad nos importa, no importa la manera en la que lo expresamos simplemente puede llegar a ser todo para una persona. Puedes llorar de rabia, tristeza, alegría y frustración y de mil motivos más, pero era algo tuyo. Ver a Jennifer romperse de esa ma
22 Jennifer Fuimos a ver una película, Joseph parecía saber lo que necesitaba, aun no olvidaba lo de Greco y Eliza, sin embargo, me apetecía desconectar de la vida misma y solo concentrarme en la película, cosa bastante difícil, puesto que el adonis que tengo al lado no me deja concentrarme mucho, me rio por reírme y me siento más tensa que las cuerdas de una guitarra queriendo cosas que no debería querer. —Si no te gusta la película, nos podemos ir o cambiar de película— me dice Joseph al oído y sentí mi cuerpo vibrar y sus palabras eran de lo más inocentes, pero su voz ronca cerca de mi oído le hacía cosas a mi cuerpo que no quería desentrañar en la sala de cine. Además, hace demasiado tiempo que no vengo al cine, Sam odia hacer cosas tan mundanas como ir al cine, pero a esta hora estaba prácticamente solo el lugar y no me pude resistir. —Está bien, me gusta Adam Sandler es el mejor para reír— traté de reír para convencerlo, pero creo que no lo hice. —Si no estas a gusto podemos
23 Jennifer Llegamos muy poco tiempo después a la casa y estábamos solos, nerviosa no estaba sino lo siguiente. ¡Madre mía! ¿Quién me manda a ser tan bocazas? Es que ya me lo había dicho Cora, yo hablo antes de pensar. Sonreí mientras abría la puerta para pasar al lobby y caminar hasta el fondo para entrar a nuestro depa, la señora Galloway vivía al frente, tenía una linda maceta fuera de su casa y una alfombra de bienvenidos. Por nuestra parte solo el tapete podemos tener, a ninguna de las dos se nos da la botánica, Cora dice que ya eso es avaricia y le creo. Siento que Cora y yo somos como la mamá de Timmy Turner, todo lo que tocamos perece. —¿Quieres un poco de postre y café? —pregunté cuando entramos. —Claro, me encantaría —responde sonriente. —Siéntate, estás en tu casa — le dije y me dirigí a la cocina para servir y disponer de todo. Los dispuse todo en una bandeja y me encontré con él sentado en el sofá con las piernas cruzadas, una sonrisa suave nació en su rostro cua